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Todo estaba listo: los invitados estaban en sus lugares, el altar estaba puesto, el novio estaba afuera esperando a su amada, las damas de honor murmuraban emocionadas, la banda estaba preparada para tocar la melodía, parecía la boda perfecta, si no fuera por la tristeza reflejada en el rostro de la fémina.
-¿Ya estas lista, corazón?
-Milk...-murmuró
-Te ves preciosa
La mirada oscura de la mayor recorrió con una enorme sonrisa el cuerpo de la joven, forrado por un hermoso vestido de novia blanco, con muchos accesorios y guantes blancos cubriendo sus manos, el vestido le cubría casi hasta el cuello, era un vestido extravagante, lleno de bordados y una larga cola.
-Yo no-musitó TN al borde del llanto
-Una novia no debe de llorar en su boda, querida- murmuró interrumpiéndola-Estas tan feliz que vas a llorar...
Eso dejó muy confundida a la azabache, intentando no pensar en lo peor, pero cuando la joven le contó, su rostro se deformó en una mueca de desaprobación
-Yo no amo a Trunks-musitó- No pudo casarme con él
-Es un poco tarde para cancelar la boda, lo hubieras pensado mejor antes de aceptar la propuesta de matrimonio- su voz salió algo golpeada- Es hora de salir...
Con las manos temblorosas agarró el costoso ramo y caminó acompañada de Milk hasta la puerta, que al abrirla mostraría el altar.
Sintió un nudo en su estómago al ver a su futuro esposo. Con una radiante sonrisa, esperándola. Bulma Brief y su malhumorado esposo la miraban, ella con una sonrisa y Vegeta simplemente la miraba, sin expresión alguna.
La música empezó a sonar y los invitados se pusieron de pie en cuanto ella empezó a caminar. Y TN no prestaba atención a nada, no sonreía, estaba a nada de romper en llanto y su mente se mantenía ocupada pensando en él y en el último día que pasaron juntos.
Llegó al altar y Trunks la recibió con una sonrisa.
-Te ves hermosa-susurró el Brief
-Gracias
El sacerdote que los casaría carraspeó, llamando la atención de todos.
-Que honor estar aquí para presenciar la unión de dos almas enamoradas.
