Catch Me, I'm Falling (Jenlisa G!P)

Capítulo 17

-¿Sabes que ella está enamorada de ti, verdad? -comenzó a hablar mientras las palabras se desvanecían alrededor del papel del cigarro.

Pensé en algún pretexto, o fingir que no había entendido lo que me dijo, pero lo único que pude hacer fue encogerme de hombros, una sensación de dolor molesto apareció en mi estómago. Nunca había pensado realmente sobre lo que sentía Lisa por mí, había estado muy metida en mis pensamientos sobre cómo me sentía yo hacía ella. Había sido un poco egoísta al pensar que podía amarla sin que existieran consecuencias.

–No lo sabía –le dije suavemente, creo que fue algún tipo de mentira.

–Sí, si lo sabias –me contesto, mientras una onda de humo salía de su boca y se mezclaba con sus palabras, su mirada era retadora pero no antipática.

–Bueno... creo que sí... –admití, ignorando la oleada de felicidad que sentía cuando pensaba en Lisa, como había comenzado a sonreír más, como me dejaba llevarla a lugares, como nos quedábamos dormidas– pero eso no puede pasar. Ella no quiere amar a nadie.

–No puedes evitar sentir lo que sientes –replico Chaeyoung en un tono fastidioso que a la vez tenía mucha verdad– y eso lo asusta mucho a ella.

–Lo se –si pudiera elegir de quien enamorarme, no hubiera sido de una paciente terminal con tan solo dieciocho años.... pero aquí estaba yo con esa situación.

–Yo también la amo, ya sabes. Es como una hermana para mí –dijo Chaeyoung finalmente mientras inclinaba su cabeza para inhalar profundamente– y tú eres buena para ella. No tienes idea de cómo fue el año pasado, la mire alejarse de todo. Ha sido la mejor compañera que he tenido, no creo que ella llego a saber lo especial que es para mí y no creo que algún día lo llegara a saber... es como si estuviera perdida y tú la estuvieras trayendo de vuelta a casa.

–Ese es mi trabajo –le respondí deseando tener una forma más adecuada para consolarla. Yo era buena con las emociones de otras personas, pero cuando se trataba de mis emociones todo se tornaba desordenado y confuso.

Ella negó con su cabeza, unas pequeñas curvas de sonrisa se hicieron presentes en las esquinas de su boca– No, esto ya no es parte de tu trabajo.

Asentí y me encogí de hombros. En ese punto me hubiera gustado dejar de fingir. Lisa ya no era solo mi paciente, pero no me quedaba muy claro si era mi amiga o mi amante– Pero ella vale la pena, ¿verdad?.

Una sonrisa se dibujó en su rostro, aun así había un rastro de tristeza en el que se me hacía familiar. Todo esto había sido difícil para Lisa, pero tuve el presentimiento de que para Chae tampoco había sido nada fácil– Claro que vale la pena -me contesto.

–No es justo que tenga que ser ella, ¿verdad? podría haber sido cualquiera de nosotras pero tuvo que ser ella –dije suavemente frotando mis zapatos contra el pavimento cubierto con nieve, mientras que Chaeyoung aspiraba de su cigarro.

–Pensé mucho en eso cuando ella fue diagnosticada –Chaeyoung me contesto mientras le daba unos pequeños golpecitos a su cigarro para retirar las cenizas de este– miles de veces he deseado que la diagnosticada con cáncer hubiera sido yo. Lisa es frágil, quiero decir... ella es grande, carismática y sarcástica, pero por dentro es como de cristal. No debió –hizo una pausa y cerro sus ojos mientras aspiraba lo último que le quedaba al cigarro– no debió de ser ella.

–Nadie debería de ser diagnosticado con cáncer –le conteste mientras pensaba en el PET SCAN (Tomografía por Emisión de Positrones: Examen para detectar tumores) que me había realizado en la mañana, el tiempo de espera de los resultados estaban rondando en mi cabeza como una nube negra. No debería de tener que pasar por esto, Lisa no debería de pasar por esto, Jisung tampoco debería. Pero así era la vida que nos había tocado, sufríamos mientras tratábamos de mantener nuestras vidas a flote sin hundirnos.

Ella asintió mientras arrojaba al pavimento el filtro de su cigarro ya terminado.

–¿Vamos adentro? –le pregunte moviéndome de mi lugar, estaba apoyada contra la pared.

Chaeyoung asintió moviéndose también. Nos quedamos así por un momento, había solo un pie de distancia entre nosotras, antes de que alguno de las dos pudiera alejarse, sus brazos estaban alrededor de mis hombros y mis brazos alrededor de su cintura envolviéndonos en un abrazo. Ella olía a cigarro, a algún producto de cabello y a un cierto tipo de perfume cítrico, no debería de ser un olor reconfortante pero lo era.

–Yo solo quiero hacer que todo esté bien para ella –susurre contra su hombro mientras apretaba mis ojos que estaban cerrados.

–Lo estás haciendo –ella tomo un largo respiro, en ese momento me pregunte cuantas conversaciones había tenido Chaeyoung este año y trataba de no llorar.

–Desearía poder hacer más por ella –le dije suavemente.

–Lo se –agrego finalmente. Tenía razón, ella sabía más que nadie como era tener encerrado ese sentimiento en el pecho de querer ayudarlo pero no poder hacer nada.

Pasaron unos cuantos minutos antes de que regresáramos adentro.