Capítulo 37

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Julio 01 - Día 92

Todo lo que podía pensar en las horas después de aquella llamada era que debería de haber estado ahí, ese pensamiento giraba como un disco en mi mente. No estaba despierta cuando mi celular comenzó a sonar, aturdida comencé a buscarlo con mi cerebro exhausto para finalmente responder con una voz rasposa.

Los minutos después fueron un torbellino de pánico y malestar que hizo un hoyo en mi estómago mientras trataba de buscar la ropa adecuada para salir de casa. Termine poniéndome lo que estaba más cerca de mi cama olvidando mi gorro en una carrera por llegar a la puerta.

Chaeyoung me dijo que me mandaría mensajes para mantenerme informada, me quede en silencio escuchando solo la radio durante el viaje en tren, me quede mirando la pantalla blanca de mi celular mientras que mi mantra daba vueltas en mi cabeza. Debía de haber estado ahí, ella te necesitaba y no estabas ahí.

Eran cerca de las siete y media cuando llegue al hospital, Chaeng me estaba esperando en las puertas con un cigarrillo en su boca, sus nervios dibujándole pliegues en su frente. Cuando me vio tiro el cigarrillo en el suelo aplastándolo con su zapato y deje que me envolviera en un abrazo. Chaeng no era alguien quien yo hubiera catalogado como cariñosa, pero parecía que apreciaba poder esconder su rostro en el hombro de alguien, el mérito de dejarse abrazar por alguien aunque sea por un rato.

Ella me dio una de esas sonrisas que intentaban parecer genuinas pero terminaban llenas de tristeza– Por ahora ella estará bien.

Asentí dándole una pequeña sonrisa. Había algo consolador en Chaeyoung, un vínculo parecido a como era Lisa y verla me hacía sentir un poco mejor– ¿Por qué no me mandaste ningún mensaje?

Ella alzo sus manos con sus dedos temblorosos– No puedo dejar de temblar, además quiero decir.. tu sabes.

Parte de mi lo sabía. Pero necesitaba que ella misma me lo dijera, necesitaba escuchar sus palabras y mirarla a los ojos, no era algo de lo que podías decir en un mensaje de texto. Juntas teníamos que aferrarnos a los últimos momentos de Lisa y eso estaba bien.

–¿Donde esta Mina? –le pregunte mientras caminábamos, Chaeyoung me llevo hacia la pequeña cafetería del hospital.

–Está en Japón. Fue a casa a visitar a su mamá el lunes y no he tenido el corazón para llamarla.

Asentí ordenando un café– Entiendo –me acerque a la ventanilla para tomar el café– Dime, ¿que paso exactamente?

Chaeyoung se encogió de hombros y sus ojos se dirigieron al suelo– No lo sé exactamente. Básicamente tuvo un ataque, se cayó y está un poco mal.

–¿Aun no sabes que tan malo fue? –le pregunte resistiendo la urgencia de acurrucarme en mi misma.

Ella negó con su cabeza– Los doctores aún no saben qué tan dañadas están sus funciones cognitivas. La caída la lastimo un poco pero están más preocupados por el ataque que tuvo.

Saque las imágenes que pasaban en ese momento por mi cabeza; sangre y sus marrones ojos– Eso está jodidamente mal.

Chaeyoung se encogió de hombros nuevamente mientras tomaba su café– Lo se Jennie.

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Me la pase la mayoría del día en el hospital con Chaeyoung. Ella era realmente una persona tranquila cuando quería serlo y estaba agradecida por eso. No sentía la necesidad de llenar ese silencio con una pequeña platica, nos quedamos sentadas por un rato en la sala de espera de cuidados intensivos, luego en la cama de Lisa y a veces afuera mientras Chaeyoung seguía con su habito de fumar.

Catch Me, I'm Falling (Jenlisa G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora