Capítulo 32

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Las siguientes dos horas se pasaron de un modo similar, Lisa y Jisung se llevaban muy bien. Lisa era increíble con los niños, tener contacto con ellos la hacía más sensible, sacaba un lado dulce de ella que era increíble. Se me hacía imposible quitarle mis ojos de encima, me fascinaba la forma en que su actitud cambiaba, como había ternura en los movimientos que hacía.

Cerré la caja de crayolas y la coloque en el cajón de mi escritorio con los libros de colorear, le eche un vistazo a Lisa y note que tenía clavado sus ojos en mí. Ella sonrió cuando noto que la estaba viendo, camino unos cuantos pasos hacia mi escritorio y coloco sus brazos alrededor de mi cintura jalándome hacia ella.

–Sigue viéndome de esa forma y me volveré insegura –murmuro dando una mínima sonrisa.

–Fuiste increíble con él –le conteste frotando mi dedo pulgar en la línea de su mandíbula.

Ella se encogió de hombros y asintió al sentir mi rose– Me gustan los niños. 

Asentí sintiendo que tenía más palabras en su lengua. Ella no contaba sus historias rápido como yo lo hacía, las palabras que salían de su boca se acumulaban unas sobre otras como si no salieran lo suficientemente rápido para disolverse. Hablaba con palabras lentas y pausadas y si realmente querías escucharla tenías que esperar que terminara de hablar.

–Siempre quise tener un bebe ¿Sabes? Tener una casa propia y vivir con alguien, ser una familia –su sonrisa se volvió privada y dirigió su mirada al suelo.

–Yo también quiero eso –le afirme dándole un beso en su frente– ir de vacaciones a alguna playa con nuestros niños, ellos sujetarían tu mano mientras los llevamos a la escuela, los veríamos crecer. –

Ella asintió mientras una sonrisa triste aparecía en sus labios– Quiero hacer todo lo que se puede hacer en el mundo contigo. 

La misma sonrisa triste apareció en mi rostro y coloque mi cabeza en su hombro fingiendo que no tenía que ir a otro lado en unos cuantos minutos– Y también nosotras creceríamos. 

Mayo 30 - Día 60

No tenía ninguna cita el domingo, así que iría a visitar a Lisa por primera vez desde que la secuestre para ir a colorear la semana pasada. No ir a visitarla durante una semana no había sido decisión propia, había estado absolutamente agotada y en mi tiempo libre me habían estado haciendo una gran variedad de análisis, no había estado exactamente desocupada.
Me las arregle para sacar mi cuerpo de la cama alrededor de las 8:00am para ir encontrarme con Lisa en un estado de sueño medio lucido.

Era horrible, no importaba cuanto durmiera seguía estando cansada. Se me estaba volviendo cada vez más difícil pasar el día, tenía bolsas de color purpura debajo de mis ojos y sentía que mi cerebro se volvía lento, cada movimiento que hacia se me dificultaba, era como nadar entre arenas movedizas. Si era honesta conmigo misma no estaba segura de cuánto tiempo podría seguir con esto.

Cuando llegue a su habitación Lisa estaba acostada boca abajo en su cama dando unos suaves ronquidos, su cara estaba escondida entre su almohada. Me quite mi abrigo y me subí en su cama con la intención de despertarla.

Cinco minutos después me quede dormida a su lado.

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Me desperté con el ruido de la televisión y el suave sonido de las páginas de un libro, las sabanas me cubrían hasta mi hombro, tenía una gota de sudor en mi frente. Me moví tratando de recordar en donde me había quedado dormida: En la habitación de Lisa, junto a su lado.

Ella me miro con una sonrisa en su rostro mientras me movía– Buenos días. 

Parpadee sentándome sobre sus almohadas y frote mis ojos– ¿Qué hora es?

Catch Me, I'm Falling (Jenlisa G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora