Capítulo 23

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Favor de leer antes de comenzar el capítulo:

Si ya se olvidaron que pasó anteriormente debido a mi lenta actualización, (perdón) les recomiendo que mínimo vuelvan a leer el capítulo anterior para que entiendan este.

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Narra Matthew

—Jared... —Intenté acercarme al pelinegro pero este me evadió rápidamente y camino a zancadas. —Jared espera...—Comencé a seguirlo como pude y llamarlo una y otra vez pero este me ignoraba. —Ja...

—¡Dejame en paz, Matthew! —Bramó al mismo tiempo que se giraba para encararme. Su respiración aún seguía errática y sus puños se presionaban con fuerza. Vi que exhalo y abrió bruscamente la puerta del gimnasio para entrar. Decidí seguirlo nuevamente, no podía dejar las cosas así, no después de que nos estábamos comenzando a llevar bien. —¿Por qué?

—¿Por qué, que? —Pregunté un tanto confundido mientras ladeaba la cabeza. No quería desesperarlo pero se veía así, más aún porque peinaba con brutalidad su cabello hacia atrás. —No te entiendo, Jared...yo no hice nada malo...

—¿No lo hiciste? ¿Es enserio? —Bufó. —¿Por qué insistes en lastimarme, Matthew?

—¿De qué hablas? Yo no...—Fue interrumpido porque Jared se acerco a mí de golpe y comenzó a empujarme un poco hacia atrás. —Jared

—¿Es acaso que disfrutas dañarme? —Un empujón más. —¿Es que no te das cuenta? —Estaba a pocos centímetros de chocar con la pared, así que intente alejarme del pelinegro pero el no me lo permitió. —¿Por qué eres así conmigo, ardillita? —Se acabó, ese último empujón que me dio provocó que mi espalda chocara contra la pared y me quedará acorralado entre su cuerpo y esta.

—No te entiendo, basta Jared, me estas asustando. —Murmuré sosteniendo al mayor por los hombros, pero este solamente rió, no era una risa agradable, era una risa amarga.

—Te haré, entender. —Susurró antes de tomarme fuertemente de la cintura y con su mano libre del mentón. Unió nuestros labios en un beso bastante brusco que incluso llegó a lastimarme.

Golpe con fuerza su espalda para que me soltara y me removí con la esperanza de que me dejara libre, pero en cambio, recibí que su agarre se intensificara y que su lengua entrara abruptamente en mi boca en un intento de gritar.

Jared colocó su rodilla entre mis piernas para inmovilizarme mientras que su lengua vagaba sin descanso alguno en mi cavidad bucal, con necesidad y quizás incluso con deseo.

De un momento a otro mis fuerzas por soltarme se esfumaron, no sé porque, pero en cuanto me quede quieto y deje a Jared hacer lo que quisiera, se sintió bien, extrañamente bien, al grado de incluso comenzar a corresponder a su beso, rodear su cuello con mi brazos y sentir de un instante a otro como Jared me empotraba contra la pared y hacia que rodeará su cadera con mis piernas. Fue entonces cuando regresé a la realidad; el pelinegro dejo de besarme por falta de aire y descendió hacia mi cuello, eso provoco que mi piel se erizara y comenzara a angustiarme.

—Jared...—No me respondió. —Jared, espera...¡Jared! —Grité en cuanto sentí que el mayor comenzaba a morderme, tuve que tomarlo del cabello y halar este con fuerza. Esto ayudó para que de igual forma se hiciera para atrás y yo pudiera bajar al suelo.

—Ouch, ouch, ouch. Suelta, Matth, ¡Me duele! —Bufé y solté de su cabello para luego observarlo con cierto nerviosismo.

—¿Qué rayos fue eso, Jared?

Mi Dulce Pesadilla( Yaoi)( Gay)Where stories live. Discover now