Lyra Dursley ↪ HP [LD #1]

Capítulo 9

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❝De vuelta a Privet Drive❞
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     Lyra frunció el ceño, mientras que movía lentamente sus dedos. Parecía estar despertando de una larga siesta, puesto que no sentía sus músculos, no podía moverse; estaba tiesa, aunque poco a poco iba relajándose, recuperando su movilidad.

—¡Mira, Georgie, está despertando!

—¿... Fred? —murmuró la pelirroja, aún sin poder abrir sus ojos. Había oído aquella voz a su derecha.

—¡Lyra! ¡Al fin despiertas! —dijo alguien a su izquierda. —¡Te extrañamos mucho!

—¿... George?

—¡Sí! ¡Estuviste en coma por cincuenta años!

—¿¡QUÉ!?

Rápidamente abrió sus ojos y se sentó en la cama, comenzando a tocar su rostro desesperadamente, con el corazón latiéndole a mil por segundo. Un mareo intenso le hizo volver a cerrar sus ojos. Los volvió a abrir cuando sintió que su mente se esclarecía.

Sin embargo, al verse las manos, las vio jóvenes y lisas. Fred y George se echaron a reír.

—¡Oigan, no es gracioso! —se quejó, mirándolos a cada lado.

—¡Pffff, sí lo es! —dijo George.

—¡Debiste ver tu cara! ¡JAJAJ- AUCH!

Lyra lo golpeó en el hombro, pero Fred siguió riéndose.

—¡Ustedes dos! —Madame Pomfrey se acercó hacia la camilla apretujando un paño entre sus manos, molesta— ¡Les dije que no causaran problemas!

—No estamos causando problemas, Madame Pomfrey —George alzó sus manos, sonriendo. La enfermera rodó los ojos antes de acercarse a Lyra para revisarla.

—Deben irse, están molestando a mis pacientes —declaró la mujer. Los gemelos se despidieron de Lyra, y le prometieron que volverían más tarde. Pomfrey puso en duda si los iba a dejar entrar o no.

Tras un par de horas Lyra pudo salir de la enfermería, junto con otros alumnos que habían sido petrificados. Dumbledore había preparado una cena especial para esa tarde, celebrando el hecho de que la amenaza a Hogwarts ya no estaba.

Al entrar al Gran Comedor, sus amigas la abrumaron con abrazos y besos y saludos y lloriqueos, y cuando llegaron todas juntas a sentarse junto a Harry, Ron, la recién despertada Hermione Granger y los gemelos Weasley en la mesa de Gryffindor procedieron a responder todas sus preguntas y a explicarle lo sucedido. Cuando lo entendió todo se preocupó por Ginny, pero pronto esta llegó a su lado para decirle que todo estaba bien.

La cena duró un montón. Toda la noche, en realidad. Lyra ya no se lamentaba el haber estado poco tiempo en la cena de Halloween o haberse perdido Navidad —estaba segurísima de que su madre iba a matarla al llegar a casa por eso—, puesto que estaba completamente satisfecha con la comida y el hecho de pasar algo de tiempo con sus amigos lo mejoraba todo.

Y lo mejor de todo era que se habían cancelado los exámenes.

El resto del último trimestre pasó bastante rápido. Las clases de Defensa Contra las Artes Oscuras se habían cancelado debido a que Lockhart perdió la memoria, pero por lo demás todo volvió a la normalidad. De pronto, Lyra se encontraba en el Hogwarts' Express, esperando su llegada a casa, emocionada.

Ya quería ver la cara de Dudley cuando se diera cuenta de que Lyra tenía su maleta llena de nuevas bromas.