El Bosque Caníbal ~M.Yg

T.W.O

[Ayuda]

Corrí y corrí hasta que perdí de vista el avión, realmente estaba impactada y asustada, ver a tantas personas muertas a mi alrededor me había afectado, y sobre todo la muerte de Jackson, la persona que amaba había muerto.

Me senté en una roca y simplemente empecé a llorar, mi espalda me dolía horrible, casi no sentía mi pierna la cual sangraba, tenía varios cortes en mi brazo derecho y de mi frente caía sangre, pero el dolor que más destacaba era el de mi corazón.

De un momento a otro todos esos pensamientos se fueron de mi mente y vi la realidad, estaba perdida, a miles de kilómetros de Corea, en una isla desierta, totalmente herida, lejos de mi familia, de alguien que me ayude y lo más importante y doloroso, mi novio había muerto.

Seguí llorando hasta que sentí pequeñas gotas caer en mi cabeza, mire hacía el cielo y vi que empezaría a llover, cogí mi maleta y la de jackson, y empecé a buscar un lugar donde no me mojara.

Después de un rato de buscar, vi el lugar perfecto, un tronco de un gran árbol caído en una especie de pequeña montaña, me metí debajo de este justo antes de que la lluvia empeorara, hacia mucho frio, y por suerte jackson en su maleta llevaba un gran suéter, a lo cual abrí de inmediato, lo saque y me lo coloque, fue tan satisfactorio el calor que me dio de inmediato, que empecé a pensar que Jackson era el que me había abrigado, me fui acurrucando con el calor del suéter que en un dos por tres me había quedado dormida, justo cuando la noche había llegado.

Por suerte logre dormir hasta el amanecer, al abrir mis ojos, la fría realidad me golpeo y no pude evitar que una que otra traviesa lágrima cayera por mi mejilla, las seque bruscamente, no podía seguir llorando, así no podría solucionar nada y ahora más que nunca necesitaba soluciones, además tenía mucha hambre.

Abrí mi mochila con esperanza de que hubiera algo para comer, me sentí tranquila al ver que tenía un gran sándwich, dos paquetes de papas, una botella de agua, una chocolatina grande y uno que otro bocadillo.

Sabía que tenía que sobrevivir, por eso solo comí lo suficiente del sándwich para que me sintiera satisfecha y tome un gran trago de agua, más tarde comería y bebería más.

Cerré bien mi mochila y la mochila de jackson, luego me salí de aquel tronco y empecé a caminar.

Cojeaba un poco y los bolsos eran pesados, pero sabía que me servirían para sobrevivir después pues tenía cosas de utilidad dentro de ellos, ademas no dejaría ir una de las ultimas cosas que me dejo jackson.

Mire el anillo en mi mano derecha, no era un anillo de compromiso, era más bien como una promesa en un anillo, la promesa de estar siempre juntos, pero... eso jamas podrá ser...

En ese momento todo para mi era confuso, los rayos de sol que salían entre los arboles me aturdian un poco y hacia que mi mente se nublada, caminando sin ningún pensamiento por un rato.

Seguí caminando sin parar, buscando una solución para mi, saber que debería hacer en este momento.

Después de una o dos horas estaba cansada, me senté en una roca de nuevo y saque de mi maleta la botella de agua, solo di un sorbo y la volví a guardar para seguir caminando.

Empecé a rezar, pidiéndole a Dios que me ayudara y diciéndole que no me dejara morir, si sobreviví a aquel accidente de avión era por algo, mi vida simplemente no podía terminar en ese momento, aunque en ese preciso momento no me venía tan mal la idea.

Después de un rato, como un rayo de luz y una esperanza de vida, pude ver a un grupo de personas pasando un poco cerca de mi, fue tanta la felicidad y la sorpresa de ver a aquellas personas, de pensar que todo se había solucionado para mi, que me demore un rato en razonar y poder correr por ayuda donde ellas.

Pero... justo antes de dar el primer paso, alguien me cogió de espaldas y me tapo la boca, estaba a punto de gritar, pero el hablo un poco agitado.

X-No grites-susurro con su respiración acelarada-No grites ni de muevas por el amor de Dios-dijo en un tono desesperado.

El al ver que cedí, empezó a arrastrarme para atrás lentamente, hasta llegar atrás de un árbol, me soltó y se asomo para ver algo.

X-Ya no estan-suspiro y se seco el sudor de la frente.

Yo solo lo miraba fijamente, era un chico alto, pálido, tenía los ojos de un gato y también sus labios eran rosados, se encontraba un poco sucio y sudado.

X-No te acerques a ellos...-me advirtio-donde no hubiera llegado estarías muerta.

-¿Que?...-tartamudie un poco-¿Por qué?-dije asustada

X-Es peligroso, solo no te acerques a ellos, ¿sí?-asentí y me acaricio el brazo a lo que yo solo solté un pequeño quejido-Estas herida-Aseguro-sígueme.

Realmente no sabía si confiar en el, pero en esta situación no tenía elección, de todas maneras cuando el llego me sentí segura y protegida... El puede ser la solución a todo esto...

Continuara...