Knight or Gentleman (JIHAN)

- Jisoo -

- Jefe, ¿Vamos a beber a algún lado? – El de cabello negro se puso de pie al terminar de ordenar un cajón lleno de toallas blancas.

- Solo si es beber y pasar tiempo como amigos – Especifico con sospecha, a lo que el menor frunció el ceño.

- ¿Por qué eres tan aburrido? Deberías buscar a alguien. No puedes culparme por querer buscarte alguna persona, tan solo estoy preocupado – Suspiro el de cabello castaño rizado. Jisoo sonrió levemente, cambiando de inmediato su expresión antes de que la viera su amigo y compañero de trabajo.

- Deja de intentar eso, Minghao, no es necesario – Con calma se dirigió a acomodar los muebles con los envases que contenían distintos aceites que utilizaban para masajes – Y no soy aburrido – Se quejó infantilmente.

- Quizás cuantas se te han insinuado y tu ni te has inmutado. ¡Incluso hombres te ponen el ojo! Y aquí estas, soltero un viernes en la tarde, estando más preocupado porque todo este pulcro y simétrico en tu lugar de trabajo – El chino vio al mayor, dando un largo suspiro.

- ¿Eso es malo? – Pregunto extrañado.

- No, pero es muy aburrido – Respondió con simpleza – Debes encontrar a alguien que encienda tu corazón y te impida razonar con normalidad. No puedes impedirme buscar gente para presentarte – El de nacionalidad china se quitó su uniforme para prepararse y salir, pues pronto cerrarían el local. 

Su jefe era dueño de ese y muchos otros centros de terapias y masajes, pero ese fue el primero de todos, en donde si bien se la pasaba en su oficina encargándose del papeleo y cosas financieras, a veces hacia lo mismo que el resto, ayudando a gente que pedía sesiones de masajes.

- En serio, Hao, ya no deberías buscar – El chino iba a replicar, pero se detuvo al notar que el tono de voz de su amigo era diferente al usual cuando estaba agotado de su terquedad.

- ¿Por?... ¿Acaso ya encontraste a alguien? – Atento, observo al mayor, pues el lenguaje corporal era el mejor método que encontraba para reconocer mentiras o la emoción en las personas. Abrió sus ojos con sorpresa al ver una sonrisa felina relucir en el rostro del pelinegro.

- No estoy seguro muy bien de como sucedió, pero mañana tengo una cita – Jisoo era sincero, pues todo fluyo tan naturalmente que no creyó lo que sucedió en la guardería hasta que le llego un mensaje a su móvil.

- ¡¿Qué?! ¿Conseguiste algo por ti solo? Pero si eres tan... - Jisoo frunció el ceño ante las palabras que se calló el alto – Debe ser alguien poco exigente o tener gustos raros – Bromeo, recibiendo un débil golpe en su hombro.

- ¿Así tratas a tu amigo y jefe? Tan irrespetuoso – Negó con una divertida sonrisa, la que a los segundos se transformó en una boba al recordar la persona que lo tenía tan nervioso.

- ¿Entonces como sucedió? – Curioso se acercó, ya cargando con su mochila para irse, así que el pelinegro se apuró en terminar las cosas para poder partir juntos. Se detuvo un momento a pensar bien en todo, buscando las palabras para describir ese mágico momento.