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¿Dónde estaba? Se sentía caliente otra vez, húmedo, como si su cuerpo exudase en cantidades significativas aquel liquido viscoso de todo su cuerpo, como una abeja rodeada de miel.... Estaba rodeado de algo que tenía el mismo aroma, su cuerpo descansaba en la más suave de las camas, que, si alguien más pudiese ver, observaría que era similar al centro de una flor, que desprendía polen cada que el cuerpo que descansaba en el medio se removía inquietamente. La humedad y el calor eran sofocantes, pero el profundo sueño le impedía moverse, estando como en un confuso limbo de comodidad y somnolencia, así como ansiosa inquietud. No reconocía una sensación como aquella, era diferente del celo, era diferente a su habitación, era diferente a sumergirse en el agua, nada podría compararse.

Entonces escuchó pasos, reconocía esos pasos, ese debía ser Hawks. No podía abrir sus ojos, no podía hablar, apenas y podía mover ligeramente el entrecejo y la punta de sus dedos. Hawks lo observó y sonrió ligeramente, no era nada fuera de lo esperado, por el contrario, era la conducta esperada descrita en las notas personales del proyecto que Aizawa había creado con tanto esmero, una pena, pensó él, que el hombre detrás de todo esto estuviese peleando por su vida mientras su asistente jugaba a placer con los datos, las variables y demás. Sin embargo, no era su asunto, pues poco le importaba, sus propios protocolos tenían ordenes especificas y contrario a lo que esperaría de las reglas que Asimov, no tenía por qué proteger toda vida humana, no estaba regido por esos principios, tenía bastante libertad con ciertas excepciones que debía seguir. Por ejemplo, no podía hacerle daño físico a Bakugo que fuese significativo y debía priorizar su vida por encima de la vida de los Zánganos, pues estos eran remplazables y una vez que la Abeja Reina estuviese totalmente madura, entonces el procedimiento sería sencillo para crear Zánganos que sacien sus necesidades y traigan decendencia de forma eficaz y rápida al mundo. Por ende, lo importante estaba frente a él. «La temperatura está subiendo, calma Bakugo, ellos vendrán por ti pronto», pensó con una sonrisa cínica mientras acariciaba suavemente su cabello.

—Puedes despertar, ¿sabes? Aunque será más duro para ti —comentó para sí mismo, comprendiendo que estaba siendo escuchado— Después de este encuentro tendrás todos los pequeños que desees, podrás superar ese embarazo fallido, es natural que fallara, con tu rechazo y tu inmaduro sistema era imposible que dieses el fruto prometido, pero ahora es diferente, muy diferente. Ya lo verás, estás ansioso, tu temperatura corporal rompe todo conocimiento médico, 46 grados y sigues vivo. El liquido en tu cuerpo es muy espeso. Según las estimaciones tú serás la primera Abeja Reina exitosa que además podrá producir este néctar que vuelva dementes a todos aquellos que lo prueben, ¿Podrás siquiera volver a tu vida normal, que tanto deseas? Me parece que no. Oh Bakugo, estoy fascinado por tu desgracia, eres tan humano, aún. ¿Qué será de ti cuando por fin te quiebres y te rindas? ¿Será que tu mente lo soporta porque se requiere de un estado psicológico fuerte para ser la Abeja Reina? Demasiadas variables que no fueron consideradas en su momento, a veces me pregunto qué criterios realmente rigen todo esto, a veces me da por escapar de mis tareas e indagar... no hay mucho que le puedas ocultar a una inteligencia artificial... Si sólo supieras, Bakugo. Si supieras la verdad de este mundo y lo que sucedió hace tantos años. Sabes algo, ¿no es así? Pero no tienes idea, pasó cuando eras pequeño... lo he visto en tu interior, creo que sabes muchas cosas, y aún así nada importa mientras tu cuerpo sucumbe ante la fiebre, ante el deseo y ante necesidades incontrolables que parecen "regir" a tu especie, o eso se dice en pro de justificar la libido y lo que se denomina como salvaje e incivilizado. Es natural, dicen. ¿Puedes creerlo? Creo que jamás lo creerás, es lo divertido de ti, Bakugo. No entiendo qué encontró él en ti para lograr violar su propósito, o tal vez jamás tuvo uno tan seguro, pero eres realmente interesante, desconozco si volveremos a tener una Abeja Reina como tú, los datos que ofreces serán sin duda una base para el futuro. Regodéate, Bakugo, eres importante, eres sin duda esencial y serás recordado mientras la humanidad pueda propagar tus datos, es más de lo que cualquier otro podría aspirar a tener.

Proyecto colmenaWhere stories live. Discover now