IV

1K 157 30
                                    

Arizaphale le había guiñando un ojo a Crowley, mientras este lo miraba un poco confuso y preocupado, cuando vieron que Gabriel se aproximaba a ellos, caminando como si fuera una persona más tomando un respiro de la contaminación de la urbe adentrándose en los verdes tonos del parque en una mañana cualquiera de verano; el ángel y el demonio no tenían ni idea de que era lo que tramaba, pero era un hecho de que fuere lo que fuere, no era nada bueno,  seguramente habrían descubierto la manera en que los habían engañado, dejando a los líderes de ambos bandos como tontos incompetentes para sus cargos, y esta vez su castigo sería real, así que ambos tomaron impulso y se echaron a correr en dirección contraria a la que el arcángel venía, mientras se lanzaban sobre los hombres que estaban sentados en su preciada banca de madera, uno sobre cada uno, viendose absorbidos dentro de sus cuerpos, tan solo después de que Arizaphale recitara un par de palabras que Crowley no reconoció de ningún libro que hubiese leído antes, ¿quizás era una oración?

Gabriel había mirado con sorpresa la súbita desaparición de los dos entes, a través del cuerpo de dos humanos. Supo de inmediato que había pasado, y cerró ambos puños, como intento de represión de la ira que de pronto lo invadía tan profundamente. Gabriel nunca había apreciado a Aziraphale, debido a su carácter infantil, a su inocencia, ¿o a su doble cara?, Porque ¿de que otra manera, alguien podría relacionarse con un demonio de la manera en que él lo había hecho? Sumado a esto, tenía la impresión de que era uno de los predilectos de dios ya que había conservado un cuerpo por más de seis mil años y no había logrado algún mérito importante que él pudiera recordar, al menos no uno más grande que alguno que él hubiera conseguido, que lo hiciera digno de un regalo como ese, tener el honor de predicar la palabra del señor entre la humanidad, y en cambio el ángel vivía como uno de esos pecadores, y ¡dios parecía no darse cuenta!  Por ello, se había encomendado la misión personal de encontrar la culpabilidad de Aziraphale, costara lo que costara, y después de su último truco, que lo había hecho quedar como autoridad incompetente  ante el resto de los angeles, estaba sediento de venganza.

Pero esta vez, el ángel de cabellos completamente blancos como su vestimenta,había ido demasiado lejos. Eso era desafiar las leyes, dios tendría que saber de ello y a pesar de que no habría manera de sacar a Arizaphale de su nuevo refugio, (a excepción de las dos maneras conocidas) acudiría de inmediato a las oficinas, se apresuraría con el papeleo y quizás antes del cierre de las oficinas ese día, podría hablar con Dios y desenmascarar al diabólico angel.

Eso había decidido e incluso el arcángel había dado la vuelta y planeaba el esfumarse en el viento (no sería buena idea sacar sus alas en medio de toda la población de Londres) pero en otro abrir y cerrar de ojos, el ángel se había vuelto a mirar a la pareja sentada en la banca: uno de ellos ya no estaba, el alto, y al parecer el otro hombre, de cabellera clara (que tanto le recordaba a Arizaphale, ¡maldita sea!) había permanecido en su asiento, y parecía molesto porque el otro lo había abandonado ahí, y aparentemente, también lo había dejado hablando solo, justo cuando parecía decir algo importante. Entonces Gabriel sonrió, y no fue una sonrisa gentil, fue una sonrisa llena de la maldad que un ángel no debería poseer, desafortunadamente no había nadie para  percatarse y darle una sanción, Gabriel era la máxima autoridad conocida, las expulsiones habían dejado de hacerse debido al sindicato celestial y los amparos para recibir una segunda oportunidad, además una acusación como tal necesitaría pruebas, no solo de que el arcángel había sonreído, sino de que pasaba por su cabeza en ese instante. Es decir, era prácticamente imposible. Por ello que Gabriel se tomara tantas libertades, además, él siempre justificaba sus acciones repitiéndose constantemente que todo lo que hacía era para llegar al bien, cumplir con el plan de Dios.
La sonrisa de Gabriel, representaba lo que a su mente había acurrido como una idea brillante, ya no se presentaría ante las más altas autoridades celestiales, quienes probablemente estarían conformes con que el angel ayudara a alguien que lo necesitara, lo dejaría ahí para poderado vigilarlo, si el humano que ahora estaba a su cargo terminaba mal, hacia algo indebido o tenía un final trágico provocado por sus acciones, podrían enjuiciarlo más rudamente y con pruebas, a Dios no le gustaba que su creación sufriera (si no era a su causa) o que cometiera faltas por obedecer a algún ser superior. Además, ¿que castigo era peor que estar lejos del demonio Crowley? El arcángel no pudo evitar soltar una carcajada ante la ironía de la situación, no podría estar cerca de él, intentaron huir para permanecer juntos, y ahora estarían separados, por siempre.  Estaba seguro de que Aziraphale había sabido acerca de ese uso de los angeles a través de los cursos de inducción que se daban en el cielo y después por algún libro que seguramente había robado, y que ahora mantendría oculto en algún rincón polvoriento o en un cajón bajo llave en medio de esa tonta librería que sabía poseía en algún lugar de la ciudad, pero que no sabía lo que estaba haciendo, no tenía la información suficiente, no sabía las consecuencias, o no las había medido, lo cual fue lo suficientemente reconfortante para Gabriel (por el momento). Desapareció rápidamente entre la multitud que comenzaba a aglomerarse en el centro del parque, sin darse cuenta que el hombre de baja estatura, había abandonado ya también el asiento para seguir al otro que lo estaba acompañando en primera instancia (tras haberlo insultado primero, por supuesto) y que ambos habían entrado a un edificio gubernamental, y eso le habría dado una pista acerca de quienes eran ese par de hombres, aunque eventualmente, sabría quienes eran.

Nota:
Este capítulo fue un poco background, pero en el siguiente ya viene la acción. Quizás las suba más tarde hoy mismo, no se, depende de mí ánimo. 
Denle like a nuestra página de Facebook.

Deducciones Y PresagiosWhere stories live. Discover now