Treinta y seis

12.3K 987 267
                                    

Había escuchado un par de veces que el tiempo era como el agua, era imposible retenerla.

Y siempre fui del tipo de personas a las que nunca le importo escuchar ese tipo de advertencias, pero que diferentes se ven las cosas cuando empiezas a aferrarte a algo, cuando finalmente encuentras el valor ha aquellas cosas.

Pues ahora, sentía como cada minuto que transcurría junto a Kim, parecía desvanecerse, la noche, ahora ya no era oscura, el sol había empezado a dar los primeros rayos que iluminaban la mañana, sin embargo ahora ya no quería que el tiempo corriera, ahora mi corazón quería permanecer estático en un solo lugar, mejor dicho solo con una persona, solo con él.

Kim y yo estuvimos en el baile hasta que la última canción fue tocada.
Habíamos bailado toda la noche, sin embargo aún así no me sentía cansada, ni siquiera los tacones me pesaban. Es más me sentía llena de energía.

Taehyung detuvo su auto justo en la entrada de mi casa, pero no dijo nada, solo guardo silencio mientras tomaba mi mano. Pero a pesar de saber que era lo que este trataba de decirme, en mi cabeza yo ya había decidido que quería que pasara.

-Aún no quiero volver a casa- explique regresando a verlo y acercándome más a él -Esta noche, ¿podría quedarme a dormir  contigo?- pregunte, mordiendo mi labio, sin darme cuenta había bajado mi cabeza y mi respiración al parecer había empezado acelerarse.

Fue ahí cuando sentí que sus manos habían empezado a subir hasta mi rostro, haciendo que mi mentón fuera levantado por su dedo índice obligándome a verlo de nuevo.

-Esta y la que nos queda- dijo mientras me mostraba aquella sonrisa tan mágica.

Un beso fue dejado en mi mejilla, mientras esperábamos que la puerta del garaje se abriera y luego otro al entrar, aquellas acciones habían hecho que una sonrisa se instalara en mi rostro, una que nadie podría quitar.

La puerta del auto fue abierta y luego este tomó mi mano antes de que saliera, era extraño, pues cada acción tomada me recordaba a una película de romance, pero no de aquellas nuevas en las que las cosas pasan muy rápido y que todo parece perfecto, si no aquellas que solía ver en casa de la abuela, esas que incluso eran a blanco y negro.

No mentiré, una parte de mí quería lanzarse contra Kim y empezar a comérselo a besos, pero estaba esta otra que quería tomárselo todo con calma. Que quería guardar cada detalle, para atesorarlo.

Antes de subir a la habitación, un hecho que era inevitable Taehyung, fue a la cocina y buscó entre los cajones para al final encontrar una botella muy parecida a la que el otro día había tomado con Beth.

-Finalmente la última botella- dijo mostrándomela y sacando dos copas -Vamos- acotó señalando en lugar que ambos estábamos desesperados por visitar.

O al menos eso confirme cuando Taehyung ni siquiera espero a que estuviéramos arriba para finalmente abrir la botella.

Tal vez había sido el calor o incluso la desesperación pero ahora ya habíamos bebido casi la mitad del contenido.

Y como muchas veces, todo sabía mejor cuando estaba con Taehyung.

Pasamos unos cuantos minutos tirados en la cama, Taehyung ya no traía su chaqueta y ambos nos habíamos quitado los zapatos y ahora nos mirándonos en uno al otro, sin decir nada y solo sintiendo como nuestras respiraciones se mezclaban en una perfecta armonía.

Sin embargo la última distancia fue cortada por Taehyung quien dejó un beso en mi frente, pero no se limitó a esto, pues luego colocó otro en la punta de mi nariz.

-Tengo suerte de haberte conocido, Summer- dijo cuando finalmente dejó un beso en mis labios.

-Taehyung- exprese subiéndome sobre este para mirarlo directamente a los ojos -Yo soy la afortunada por haberte conocido- explique, inclinado mi cuerpo haciendo que nuestros rostros se acercasen -Te amo, te amo Kim Taehyung- para ese momento, mis labios se encontraban sobre los suyos y mis manos ahora buscaban los botones de su camisa.

LIBEROSIS |+18| KTH Where stories live. Discover now