18

3.9K 309 376
                                    

Había quedado con mi nuevo socio en el aeropuerto, iría por mi en cuanto llegará para tratar asuntos de negocio de los que habíamos hablado previamente por teléfono. 

Así como lo acordamos nos dispusimos a irnos en cuando nos presentamos cordialmente y entablamos unos minutos una conversación amena. Lo que me pareció sumamente extraño es que estando en el auto de mi nuevo socio este cambio de rumbo radicalmente. 

-No se preocupe señor Intouch, es un atajo. Últimamente las calles de Bangkok son demasiado transcurridas. 

Incluso su actitud un tanto ansiosa me causaba intriga. No quería preocuparme de más, por lo que sabía de algunos otros compañeros era que es nuevo en todo este mundo, yo era su primer socio importante por lo que pensé que podría ser eso el causante de su ansiedad. Sin tomarle mayor importancia deje de preocuparme por el rumbo en el que transcurría el auto para llegar a su oficina. 

Probablemente no había sido mucho el tiempo en el que no estuve en Tailandia, pero todo lucía hondamente diferente, las personas, las calles, el panorama, todo se veía mucho mejor y más lucido que antes. 

Todo aquello que extrañaba tanto estaba ante mis ojos, menos la persona que más deseaba ver. No podía dejar de pensar en lo mucho que deseaba saber como estaba Pete, que estaba haciendo, en donde podría estar, con quien estaba y si en algún momento me sería posible cruzarme con él. 

Para mi hubiera sido perfecto haberme podido despedir de él, cerrar lo que iniciamos cuando teníamos 18 años, poder verlo y decirle lo mucho que una vez significo para mi. Pero incluso pensando así, se que si lo viera no sería capaz de querer soltarlo. 

-¿Es aquí? 

-Mm, es aquí señor Intouch, vera, un amigo mío me a prestado su hotel para poder alojarlo aquí. Supe que no tiene en donde quedarse ¿no es así? Quería hacerlo sentir cómodo y que mejor que alojarlo en uno de los mejores hoteles de Bangkok. 

-Pensé que primero veríamos lo del contrato... 

-Y así será, pero pensé que lo mejor sería que dejará sus cosas en su habitación, así podríamos ir a mi oficina sin que usted tenga que preocuparse por su equipaje. No se preocupe, me he encargado de todo, ya esta registrado. Lo ayudaré a subir sus cosas. 

Había pasado aproximadamente media hora del aeropuerto hasta acá. Llegamos a un hotel con buen parecido y demasiado familiar para mi, estaba seguro de que ya lo había visto antes, pero entrando a el, la sensación familiar desapareció. 

No estaba entiendo porque repentinamente mi nuevo socio se veía mucho más animado en cuanto nos dirigíamos a mi habitación. Todo dentro del hotel se veía muy bien, los pasillos eran largos y estrechos, las paredes estaban tapizadas con conjuntos de colores llamativos, las puertas de las habitaciones estaban totalmente decoradas con grabados a los lados y a los costados con flores más el número de la habitación. 

Cuando llegamos a mi habitación mi socio animado me invito a entrar primero, estando adentro me pidió que lo esperara unos momentos ahí ya que le habían hablado con urgencia de su oficina. Estaba intentando mantener la calma para no sentirme desesperado por la conducta extraña que estaba teniendo aquel sujeto. 

La habitación era mucho más grande de lo que imaginaba, lo que me parecía aún más sorprendente es que todo dentro de ella estaba bien decorada. La cama matrimonial tenía forma de corazón mientras que el piso estaba lleno de pétalos de rosa, las cuales también formaban un camino hacia un sillón gigante que se encontraba junto a una mesa con obsequios, varias botellas de champagne, vino, un ramo de rosas y lo que parecía comida, junto dos copas, decoraban en su totalidad aquella mesa. 

•Inolvidable•  Ae & Pete COMPLETAWhere stories live. Discover now