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20 de agosto de 2018
Era un día cualquiera de verano, aburrido, supongo que llamaría a María para ver si había hecho algún plan con las chicas, teníamos un grupo de whatsapp con marta, África y julia, nuestras mejores amigas. María, mi compañera de piso, siempre intentaba animarme cuando decaía, había salido hace poco de una relación que era muy tóxica, estuve saliendo con Carlos 5 meses, 5 fatales meses.

-mery, llamamos a estas?

-bueno... no creo que sea lo correcto alba

-por? - Estaba confusa, porque no quería que quedáramos con ellas?

-podemos quedar con todas menos con julia... y si se entera fijo que viene.

-por? María que me estás ocultando?

Me empecé a poner nerviosa, no sabía lo que le ocultaba y me cabreaba que mi propia mejor amiga, que era como una hermana me mintiera en mi puta cara.

La agarré del brazo, mi llanto estaba apunto de salir, aunque me resistía.

-María joder que coño pasa

-a ver alba.... siéntate

Me senté en mi cama, María rodeó mi hombro aunque yo no lo quisiera deje que lo hiciera. Se le notaba nerviosa, y me tenía que decir algo que no quería que yo supiera.

-a ver... tu cortarse con Carlos verdad?

-si, era tóxico

-pues verás, el ahora está con...

Noté como tú cuerpo se tensaba, no querías pronunciar el nombre, no querías hacerme daño.

-África?

Negaste con la cabeza

-Marta? Quien joder

Negaste con la cabeza de nuevo, tus lagrimas se contenían, por eso no podías hablar.

-solo queda una....

Empecé a llorar, me derrumbé y me apoye en su hombro, María me rodeó y me acarició la mejilla indicando que si, Carlos ahora estaba con julia.

-pero... necesito salir María

-vamonos tú y yo de fiesta

-nada de acabar borrachas hasta las trancas mery

-prometido alba, venga, vístete y vamos a olvidar esto.

-está bien, gracias María.

María se alejó tensa y yo me fui a duchar, duré poco en aquella ducha, estaba pensando en todo, y a la vez en nada, salí y me puse unos pantalones de camuflaje, un top lencero y una camiseta transparentara. Me peine un poco y me maquille, mire alguna discoteca para menores, ya que no podríamos entrar en cualquiera con 17.

-Alba! Vamos?- gritó María desde abajo

Baje sin responder centrada en el móvil y encontré un disco-pub para ir, creo que no nos pedirían nada y así fue, éntramos fácilmente.

María empezó con una cerveza, como no, yo en cambio pedí una coca-cola, no me gustaba beber, desde la ultima vez.. María empezó a estar contenta y me sacó a la pista de baile a perrear con ella, todos nos miraban, de lo bien que lo hacíamos claro.

Estaba un poco cansada y María había encontrado a un chico, se llamaba Pablo, coincidían bastante bien.

Yo en cambio salí fuera a tomar el aire, lo necesitaba, decidí alejarme un poco a un banco que había a 10 metros de la discoteca, empecé a llorar inconscientemente y noté como alguien se sentaba a mi lado.

-estás bien?-era una voz femenina y cuando me giré para mirarte me quede en shock, estabas flipante, como siempre, tenías ese pelo rojizo largo, una camisa y unos pantalones vaqueros pegados, unas botas y un piti en la mano. Estabas increíble. La verdad que se me corto la voz en cuando te vi, creo que las lagrimas se me arrancaron de la piel en cuanto noté tu yema del dedo quitarme las lagrimas.

-no llores más anda

Me quite los mocos y me apoye en mis brazos, estaba destrozada y tú imagen ahí me ponía nerviosa.

-ey, quieres?

Me ofreciste una calada y aunque yo odiaba fumar lo cogí, le di una buena calada y tú notaste que me quede a gusto.

-toma nena

-Gracias ...

Me diste uno y me lo encendiste, empecé a darle caladas y tú miraba estaba clavada en mi, no parabas de mirarme intensamente y eso me ponía muy nerviosa.

-Es tarde, te acompaño a casa?

-tengo a una amiga ligando en la discoteca, tendré que volver...

-si, yo también, vamos?

-vale

Me agarraste la mano echando el piti al suelo y yo actué igual que tú, agarre tu mano con certeza y te seguí, entramos y vimos a María liándose con Pablo, el amigo de natalia.

-hombre si Pablo ha pillado

-y mery también

Reí y nos miramos al saber que los dos eran nuestros amigos, decidimos ir a un rincón las solas, y tú estabas delante mío, mis piernas temblaban y no parabas de acariciarme la cara.

Pegaste tu frente con la mía y eso me ponía aún más, me diste un suave beso en la nariz, y me quede con muchas ganas, te agarré por la cintura con fuerza, sin saber lo que estaba haciendo.

Al notar mi fuerza contra tu cuerpo me separaste de golpe, me agarraste del brazo fuerte y me bajaste por unas escaleras, si, eran los baños.

-que haces?

-venir a lavarme las manos, no te jode-bromeaste

Acto seguido me lanzaste a la pared y te pegaste a mi, no me lo querías poner fácil así que solo me dabas besos por la mejilla hasta que yo no podía más, te agarré nuca, la giré y plasmé mis labios en los tuyos, impuse fuerza para que no te separaras y tú seguiste agarrándome por la cintura, eras bastante más alta que yo así que me cogiste aúpas y me sentaste en un lavabo, me agarraste del culo y yo de la nuca, solo nos separábamos para coger aire, no sabia lo que estaba pasando, pero créeme que fue una de las mejores noches que viví contigo natalia lacunza.

Diez mil porqués || Albalia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora