XIV

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Fuimos a mi casa y abrazaste a todos tímida, me encantaba verte así de tímida.

-holaaaa Natalia!- Marina mi hermana siempre estaba sonriendo. Era genial.

-hola, marina no?- preguntaste tímida

-si, como lo sabes?

-Alba, que me habla mucho de ti.

-que coño te dirá...- rieron las dos y nos sentamos en la mesa a comer.

-Mama, nos tenemos que ir nada mas comer, así que rápido porfi- sonrei y vi a mi madre afirmar con la cabeza

Estuvimos charlando durante toda la comida, no paraban de hacerte preguntas y yo me moría de vergüenza.

-Te has recuperado ya de lo que paso no?- preguntó mi madre

-si, gracias a la hija tan maravillosa que tienes - Me mori de vergüenza y te di un puñetazo suave soltando una carcajada

-ya veis como me trata, me pega - reímos todos y acabamos de comer.

- nos vamos nat?

-si, vamos

Nos despedimos de todos y salimos por la puerta dadas de la mano, fuimos a la plaza central donde estaba Rubén. Mierda.

Noté como se acercaba y se plantó delante nuestro.

-holaa alba

-hey, que quieres?

-nada, conocer a la alcoholica esta de tu novia.

Cerré el puño para pegarle pero tú me paraste.

- Bueno, esa "alcoholica" soy yo, Natalia, encantada.

-encantado - rio sarcásticamente y yo estaba llena de furia.

-sois novias?

-no, bueno si...- conteste- si- contestaste tu al mismo tiempo que yo.

-parece que albi no está segura, aunque la verdad que normal, aún me quiere a mi, no hace falta ni comparar

- pues normal que aún no esté segura, la dejaste echa mierda, cabron

- podría haber venido si quisiera, pero se fue contigo- te miro de arriba a abajo riendose

-Mira chaval, prefiero estar con una tía así como es ella que con un tío todo bueno pero más creido que nada, y más subnormal que nadie.

-vaya vaya, te acaba de decir que mmm... no le vas mucho- dijo el.

Note como tú expresión cambiaba y te alejabas, rápidamente.

-Me voy- dije mientras salía disparaba a donde ti.

Te alcancé y vi tu cara fría de nuevo, no había dicho las cosas de la mejor manera y joder, me dolía.

-nat... que pasa?

- nada, me voy a estudiar

- te acompaño, y mientras me cuentas que pasa

-nada, que me ha jodido lo que ha dicho, y lo que has dado a entender tu, ya está. No debería joderme, no somos nada. Vete a tu casa alba.

-Natalia, no lo he dicho en las mejores maneras pero no quería decir eso, en serio.

-vale, ya está, que no me tiene que joder, no somos nada, ahora déjame irme a estudiar, mañana tengo un examen.

-está bien, no insistiré, no quiero agobiarte, pero quiero que tengas claro que- te fuiste corriendo- Me encantas...- no lo escuchaste y me quedé sola en medio de la calle.

Me fui a mi casa y me encerré, abrí varias veces tu chat, pero ponía hace 3 horas activo/a así que no quería molestarte.

Pasaba la tarde y yo seguía encerrada, mi hermana intentó entrar pero no le dejé, quería estar sola.

-Alba!  A cenar!- mi madre odiaba que no cenase así que tuve que bajar.

Baje y me senté en la mesa con el móvil delante, esperando un mensaje tuyo, un hola, un voy bien en la materia, un alba no entiendo esto. Pero nada, pasaban las horas y no me hablabas, pero tampoco quería molestarte, mañana tenías un examen importante.

No tenía hambre así que apenas comí y deje el plato medio vacío. Mi madre no tardó en preguntarme.

-Alba comete eso, que te pasa? Mañana tienes uní

-nada mamá, no tengo hambre.

- es por natalia, está claro- dijo marina

-y está claro que tú estás mejor calladita

No quería decirle eso pero lo dije- Alba! Retira eso o castigada- suspire- perdón, lo retiro- Me levante y me fui a mi habitación, mire otra vez los chats pero nada, hace 5 horas activo/a.

Me fui a dormir y dejé el móvil encendido, por si acaso.
*****
Eran las 4 de la mañana y noté un fuerte sonido en mi oído, abrí los ojos como pude y mire el móvil. Me estabas llamando. Me incorporé rápidamente y cogí el teléfono.

-Alba, ven a mi casa-

-ahora? Son las 4 de la mañana joder- estaba borde pero me dolía decirte eso, ni quería decírtelo.

-es verdad, ya está, no se porque te he llamado; buenas noches.

-perdón, no quería decir eso, en diez minutos estoy en tu portal

Colgaste y me vestí sigilosamente, no había nadie despierto en mi casa así que cogí llaves y salí disparada a tu casa.

Llegue y abriste, subí y cerraste la puerta tras de ti. No se te veía muy buena cara así que te abrace y te hundiste en mi cuello.

-ey nat, que pasa?- susurré

-vamos a mi habitación

Fuimos a tu habitación y vi el desastre que tenías montado, muchísimo alcohol por la mesa y libros, hojas, apuntes.

-que es esto?!- Me asuste y te mire

-no me entra nada en la puta cabeza, voy a suspender, me van a mandar al internado y no quiero

-vale, no te agobies natalia, vamos a recoger todo esto y te ayudo.

Afirmaste con la cabeza y tire todas las latas y botellas que había en tu mesa. Ordene todo y me senté a tu lado. Estabas reventada.

-a ver, no te agobies vale? Vas a aprobar, estoy segura.

Sonreíste levemente y me puse a explicarte todo con juegos para que te entrasen en la cabeza. Te lo sabías genial!

-Natalia pero que dices de que no te entra! Si te lo sabes genial!

Diez mil porqués || Albalia Where stories live. Discover now