VIII

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-pues, si, va en serio, pero entiendo que no quieras...

-Natalia! No seas idiota, claro que quiero, pero ¿estás segura? Soy un puto desastre de persona

-no digas chorradas- hiciste una pausa y me agarraste la mano, estabas nerviosa- vamonos a casa...

-vale, vamos, que hace frío- estaba confusa, porque habías cortado el rollo así? No entendía nada así que te agarre la mano y fuimos a mi casa.

Llegamos y estaba María en casa, se sorprendió al vernos juntas y no dudó en abrazarnos.

-que hacéis aquí las dos?- pregunto curiosa

Nadie dijo nada, estaba esperando a que ella contase lo que tenía que contar.

-me han hechado de casa...

-que dices! Pues mira que bien, así le haces el desayuno a alba todos los días- me encanta la manera de María para alegrar a la gente. Nos reímos las tres y subimos a mi habitación. Era blanca y estaba llena de cuadros.

-ahora vuelvo, voy a por algo de comer- dije dejando mi móvil desbloqueado.

Debiste mirar el móvil y viste la captura de tu cuerpo desnudo. Que vergüenza pase Natalia.

-albaa- dijiste riéndote muy fuerte

-que pasa!

Entre en la habitación y te encontré tumbada en mi móvil riéndote muchísimo, me enseñaste la foto y me debí poner más roja que la sangre.

-ay Natalia por dios que vergüenza!

-JAJAJAJA , con que te lo mande a ti!

-si..

-Era una apuesta churri

-churri? - arquee la ceja

-si, churri

-cuando me lo has pedido? -dije bromista

-estaba esperando a que me lo preguntases tú -dijiste entre risas dejando mi móvil a un lado..

-pues señorita lacunza, quiere usted aguantarme todos los días de tu vida?

-mmmm.....- hiciste una pausa mientras te levantabas hacia mi, sabía lo que ibas a hacer así que deje la bandeja de galletas y leche en la mesa y me deje llevar, me cogiste y me tiraste contigo en la cama, no podías estar un solo segundo sin darme besos- si, creo que si que quiero- seguiste dándome besos.

-nat!- me separe de ti y me acorde de la comida!

-que pasa churri

- la leche! Que estará fría ya! Tómatela

-anda, no sabía que eras mi madre- reíste y te incorporaste para leer tu leche, yo ya me había tomado la mía.

-mientras estes aquí... si- comente y reí

-vale mamá - reímos y cuando te lo acabaste María entro por la puerta

-heyyy chavalas, no hagáis ruido, que mañana trabajo.

-valeee mery, vete! - dije amablemente y riéndome.

Nos volvimos a tumbar en la cama, eran las 2:00 de la mañana así que creo que ya era hora de dormir-Natalia, vamos a dormir? Mañana curro yo también-

-claro, yo tengo que cantar en la calle un rato, y luego ir a la oficina de mis padres a trabajar...

-estarás con tu madre?

-si... si no te contesto es porque me ha encerrado en algún sitio- dijiste en un tono irónico abrazándote a mi- buenas noches alba- te acaricié un rato la cara, mientras tú dormías hasta que caí redonda, esa noche creo que no pude dormir mejor.

******
Nos despertó el puto despertador, lo apagué y tú seguías dormida así que me levante con cuidado, tu entrabas más tarde, fui vistiéndome y baje a desayunar, María ya se había ido, así que había completo silencio en la casa. Acabe y fregué, me vestí y cogí mis cosas, te di un beso en la frente y me fui al trabajo.

Había pasado una jornada movidita, había mucha gente en la cafetería, mi descanso era de 30 minutos así que decidí llamarte, creo que ya estarías en la oficina pero igual me cogías.

-si?- tenías un tono serio y muy de oficina.

-me gustaría hablar con la señora lacunza- bromeé y escuché una carcajada al otro lado del teléfono.

-creo que no esta...- reíste y empezamos a hablar normal, iba a perder mi media hora en hacer gilipolleces.

-¿que tal está mi churri en su cafetería?-

-pues día movidito, pero bien, ¿la secretaria que tal?- me dolía la mandíbula de tanto sonreír, tú voz me hacía sonreír como una niña pequeña.

-quitando a mi madre que está inaguantable, bien-

-luego te pasas y estamos un rato, nat?-

-pues hoy salgo a las 14:30, tardaría media hora, a que hora sales?-

-a las 15:00, comemos juntas?-

-vale, a las 15:00 en tu cafetería, invito yo-

-vale...-

Acto seguido escuché como te llamaban y tenías que colgarme, tenías un trabajo muy ajetreado.

-te dejo amor, luego estamos!-

No me diste tiempo a contestar y colgaste, así que me encendí un cigarro y esperé hasta las 12:00 para entrar otra vez en la cafetería.

Llegaron las 15:00 y ahí estabas tú, con tu traje que nunca había visto, ibas aún más guapa que de normal, con tu pelo largo y tú andar tan serio.

Llegaste y te di un beso, lleno de amor. Me diste la mano y nos quedamos mirando, en mi miraba había hambre, más que nada.

- a donde me vas a llevar?-

-a un restaurante vegetariano, monta en el coche-

Tenías un Audi blanco, por dentro estaba súper limpio y cuidado, se notaba que eras una chica muy pulcra y muy ordenada. Olía a ti, muchísimo.

Llegamos y entramos en el restaurante, pediste una mesa de dos a nombre de Natalia y nos sentamos, estuvimos jugando con nuestras manos hasta que el camarero vino.

Pedimos una ensalada para compartir y después yo pedí un revuelto de verduras y tú igual.

-te quiero- dijiste con la voz ahogada.

-y yo nat, mucho- sonreí y vi como traían la ensalada.. así que empezamos a comer.

Diez mil porqués || Albalia Where stories live. Discover now