Mi Querido Profesor • [Kookgi]

Polare

-Creo que... hace calor.-dije empezando a desabrochar algunos botones de mi camiseta. Oleé viento con mi mano fingiendo darme brisa mientras le dedicaba una pequeña sonrisa.

-Estuvo muy bueno el pastel. -dijo levantándose, yo me puse de pié rápidamente en dirección hacia él.

-¡Oh no! Jungkook, deja, yo lo lavo por tí. - quité el plato de su mano al momento que el se paró roce mi pierna contra su entrepierna "accidentalmente".

Él se fue a su habitación mientras yo lavaba los platos sucios en la cocina.

A veces los humanos creamos un campo como defensa ante cualquier amenaza pero... si es así ¿Entonces cuál es la  diferencia que tendríamos con los animales?

Es algo cuestionable el hecho de porque a veces nos olvidamos como respirar empezando a hacerlo en modo piloto, pero cuando lo recordamos nos damos cuenta de que lo estamos haciendo, es seguir un patrón de tranquilidad entre nuestro cerebro y cuerpo.

Tanta tranquilidad así como la que Jungkook sentía antes de que yo entrara su habitación con el cabello mojado y solo en toalla, con la escusa de cambiarme, aunque en realidad sí necesitaba cambiarme.

Él me observó detenidamente mientras urgaba en mi maleta buscando mi ropa, notando mi piel accidentalmente expuesta llevándolo en un juego de desconcierto entre su yo interior y exterior.

Mi mirada se chocó con la suya y el rapidamente volvió a ver a otro lado nervioso, yo sonreí tratado de aguantar una carcajada de verlo tan nerviso, pero eso no fué nada cuando empecé a vestirme sin ningún cúmulo de vergüenza frente a el aunque por dentro estaba que me moría.

***

Los colores de la naturaleza sin duda son una enigma pero su fuente es poderosa, ¿Quién iba a pensar mil años atrás que el verdadero color de las alas de las mariposas son en realidad pequeños pigmentos que se llaman biocromos?

Talvez y nunca nos dimos cuenta que la papa servía para hacer mas espesa la salsa de tómate.

Estas son algunas de las cosas que rondaban en mi cabeza al momento que estaba en la sala solo y mi celular sonó indicando una llamada de mi amigo.

-Yoongi, estoy aburrido, ¿Qué haces?

-Nada, estoy igual que tú.

-¿Vienes o voy?

-Ven.

-Vale, estoy en quince.

Colgué la llamada al instante que noté como Jungkook salía de la habitación vestido y arreglado, su perfume se fugó entre mis fosas nasales dándome un poco de dulzura.