Mi Querido Profesor • [Kookgi]

Groviglio

¿Alguna vez han sentido cuando te lanzas de un paracaídas o al menos de una altura un tanto difícilmente de asumir? Sientes esa sensación de que en algún momento vas a morir y solo quieres detenerlo aunque sabes que no se puede ¿No? Pues yo sí y así fue como sentí sus palabras. Similar a un balde de agua fría en pleno invierno.

Mis piernas temblaron y sentía que el aire no me llegaba a mis pulmones, sentía que... no podía respirar, yo... él me estaba rompiendo.

-¿Ésto es una broma? - traté de esbozar una pequeña sonrisa, pero me fue imposible porque él no cambió su semblante.

-...

-Dime que ésto es una broma, Jungkook. - traté de detener mis lágrimas que amenazaban por salir.

-Sólo... llévate tus cosas y no vuelvas por favor, sólo hazlo.- su tono estaba un tanto nervioso.

-¿Acaso estas loco? Mierda, acabamos de venir de un viaje donde todo fue  lo mejor para mí. ¿Acaso no fue lo mejor para tí? Vamos, dímelo. - exigí ya no pudiendo reprimir mis lágrimas dejando que corrieran en mis mejillas.

-Todo eso sólo fue un error.- giró sus talones para mostrarme su espalda mientras se alejaba de mí.

-Jungkook, no me hagas esto, por favor.- supliqué, pero él solo se detuvo dedicándome una mirada que me decía todo lo contrario a sus palabras, una mirada que no lograba decifrar. - ¡Jungkook!

Él me dejó con el hueco enorme en mi pecho, mientras los colores que el pintaba en los lienzos de mi alma  empezaban a cambiar de rumbo hacia otras direcciones creando una imagen tan distorsionada que ni yo mismo la podía entender.

Mis sentimientos pasaron de tristeza a enojo y suspiré limpiando mis lágrimas con la manga de mi suéter. Mis puños se apretaron y no supe en que momento me armé de valor para caminar hacia su motocicleta que aún estaba en el estacionamiento.  La peteé con tanta fuerza que no sabía de donde salía, sólo sé que logré derribarla mientras la seguía pateando liberando el nudo dentro de mí.

-¡Maldito hijo de puta! - grité mientras daba el último golpe y salí del estacionamiento con el corazón roto en dirección a mi departamento. Ni siquiera tenía ganas de pasar al suyo y tener que recordar todo lo que he vivido ahí. No gracias.

Estaba por tomar el autobús cuando la imagen de Namjoon apareció frente a mí.

-¿Yoongi? ¿Qué mierda?

Yo no dije nada y solo corrí a su pecho mientras empezaba a llorar desconsoladamente. Su camisa se empapó mientras berriaba como un bebé. El profesor de sociales llegó en ese instante, pero no me atreví a verlo

Supuse que él se preguntaba qué me sucedía porque sólo las voces de ellos llegaban a mis oídos. Minutos después ya estábamos en mi departamento, Jin se tomó la molestia de irnos a dejar.  Ni siquiera le agradecí pues Namjoon rápidamente me acompañó a pedir las llaves y el dueño hijo de puta las entregó muy amablemente, claro, como ya tenía en dinero en su bolsa.

Subimos a mi departamento encontrandolo tal y como estaba cuando lo dejé. Namjoon me depositó con cuidado en la cama mientras limpiaba los restos de lágrimas en mis mejillas.  Él quitó mis zapatos mientras daba un beso en mi frente y me mostraba una sonrisa de apoyo.

-¿Ahora si ya puedes explicarme que pasó, mi pequeña lagartija enana?

-Todo se fue a la mierda, Namjoon.

-¿Qué? ¿Pero cómo?

-Él lo decidió así. Todo estaba tan bien y él sólo llegó de la nada diciéndolo así como así. Ni siquiera me dió elección, tan sólo se comportó como un tonto. - el me dió papel para limpiar mis mocos - gracias.

-¿Solo llegó así y lo mandó todo a la mierda?-yo asentí- pero eso es imposible.  El profesor Jeon podía ser una mierda con sus alumnos, pero contigo hasta te podría jurar que sus ojos brillaban y se notaba como estaba coladito por tí.

-Pues eso es lo que yo creí, hasta que me dejó, Namjoon. Incluso le rogué, traté de encontrar una solución a ésto pero no hubo nada porque él no lo permitió. No me lo permitió Jonnie, me quiero matar. - grité entre llantos.

-Tranquilo, no pienses estupideces, debe haber alguna razón lógica para esto.  Déjame hablar con Jin. Seguro él sabe algo. Ambos son amigos no creo que no le haya dicho nada.
Déjame ir  al departamento de ese bastardo  a traer tus cosas. Hablaré con Jin y le diré que venga. Te prometo que ésto se solucionará o si me doy cuenta que sólo se está burlando de tí voy a romperle la cara.

Yo por primera vez en todo ese rato esbocé una sonrisa cuando Namjon tomó una de mis almohadas y la puso en mi mueble simulando que era el cuerpo de Jungook y él su atacante de boxeo.

Su puños daban golpes mientras el fingía esquivar algunos, pero aún así la sensación horrible en la boca de mi estómago no se iba.

Estaba por irse cuando su celular sonó haciéndolo contestar y minutos después el se acercó a mí.

-Dice Jin que necesita hablar contigo. Es posible que él sepa algo así que no te preocupes, o esto se soluciona o esta noche iremos a secuestrarlo y le haremos comer espinaca cruda con hígado de pollo.

Sentí sus brazos apresarme dándome consuelo y yo solo me dejé llevar por él sintiendo un poco de paz.

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