Mi Querido Profesor • [Kookgi]

Apprezzamento

¿La personalidad de un sujeto se puede descubrir a través de sus ojos?

Las personas con más criptas en el iris tienden ha ser más honestas y sencibles, además de experimentar más emociones positivas.

¿Será que algún día se podrán medir las emociones?

¿Será que algún día la luz del sol tarde menos de ocho minutos en llegar a la tierra?

¿Quién diría que un billete puede mantener el virus de la gripe por más de diesiete días?

Las personas somos tan vulnerables tanto física como emocionalmente que ocupamos como escudo todo aquellos que identificamos como defensa cuando no estamos seguros si en realidad es para nuestra conveniencia.

Somos el ser vivo más intimidante hasta para los animales más feroces o venenosos.

Dejaremos de existir hasta nuestros ojos se cierren por completo y nos sumerjamos a un río de sueños y corriente con la esperanza de algún día despertar en el cielo.

Así como yo me sentí en el momento que Jungkook me sostuvo en sus brazos para empezar a dejar pequeños besitos en mi cara.

Acabábamos de salir de la bañera y ambos aún estábamos en pelotas. De no ser porque el timbre sonó indicando que el almuerzo había llegado no nos hubiéramos separado.

El se vistió rápidamente para ir a traer el carrito de la puerta principal.

-Deberías de cuidarme, la mucama casi me roba.- dijo entrando nuevamente a la habitación mientras yo me terminaba de secar mi cabello estando solo en boxers.

-Solo déjame ver quién es esa zorra y sacaré la navaja. - respondí logrando que mostrara su linda sonrisa.

-Eres todo un problema, cariño. Seguro solo me miró así porque le caí bien.

-Yo te creo, pero mi metralleta no.

Ambos empezamos a reír en lo que ponía mis sandalias.

Le tendí un plato para empezar a llenarlo de mucha comida.

-Es mucha comida.

-Así es, come para que ya nadie te mire.

-¿He..?

-¿Qué?, yo no dije nada.

Ambos empezamos a comer entre palabras y risas hasta que llegó la hora de irse.

El tomó su bolso para dar un beso en mis labios y salir dejándome solo.

Suspiré encendiendo la TV. Estaba saturado de programas de porquería hasta que encontré una serie que antes veía y me gustó mucho.

No supe ni en qué momento me quedé dormido, pero su voz fue la que me despertó al instante llevándome abrír mis ojos y entonces pude apreciar su hermoso rostro sonriendo.

-¿Estabas dormido?

-No, yo así rezo para que me lleven los aliens.

-Y yo que venía a secuestrarte.

-¿Qué tal tu reunión?

-Aburrido, pero al menos avanzamos algo, mañana terminaremos más rápido sin duda.

-Vale, me puse de pie para llegar al baño y lavar mi rostro mientras el quitaba su traje y ponerse algo más cómodo.

-Cámbiate, quiero que vayamos a pasear.

-Está bien.

Nos detuvimos frente al hotel a esperar un taxi, ya estaba oscureciendo así que podía apreciar todas las luces neón en la mayoría de las casas y locales en la ciudad.

Luego en un parque cerca de la torre. Entonces pude ver lo hermosa que era. Era increíblemente enorme, tanto como mi amor por Jungkook.

Habían muchas personas, ancianos, niños, adultos, parejas como nosotros y una hermosa melodía que provenía de un grupo que tocaba para obtener algunos billetes.

Jungkook sacó su cámara y compró algunas luces de pólvora para tomarnos una cuantas fotos de recuerdo.

Compramos comida en un puesto de comida rápida cerca del parque para cenar y ahorrar tiempo.

Nos sentamos en la grama mientras veíamos algunos fuegos artificiales en el cielo, eran muchos colores hermosos, pero no tanto como nuestra relación.

Sé que a veces puedo exagerar, pero así era para mí y no cambiaría nada por eso.

Minutos después tomamos otro taxi hacia un bar en el cual estaba un poco solo ya que era algo pequeño.

Jungkook pidió una margarita mientras me miraba con mucho asombro por haber pedido whisky. Yo sonreí divertido notando su rostro en negación cuando una chica dejó de cantar en el karaoke y yo lo empujé a que subiera.

-Vamos -le dije, ya llevaba seis tragos, pero aún me sentía en mis cinco sentidos así que no fue producto del alcohol, ¿o sí? Lo que sí supe es que el cantó una canción suave y linda que solo me hizo enamorarme más de él.

El besó mis labios al momento que la música sonó en los parlantes y me invitó a bailar. Yo no sabía como hacerlo pero no es como si tuviera mucha ciencia. Era música suave y lenta no iba hacer mucho más que solo dejar llevarme por él.

Él me sostuvo de la cintura mientras yo me recargada de su hombros al compaz de la música.

Jamás en mi vida había compartido un momento así con alguien.

Solo sé que estábamos escribiendo una historia bonita en las hojas de papel más desgastadas.

Pero sin lugar a dudas me sentía pertenecer a ese pequeño mundo entre nuestros pies guiados por la sensación de nuestro corazones, perdidos en el espacio tiempo de nuestros pensares y exclamaciones llegando a rozar la línea de apreciación más precisa entre la noción de la objetividad del querer.

Ese pequeño mundo con su nombre incrustado en pequeños azulejos asemejados a sus brillantes ojos, Jeon Jungkook.

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