Historias Cortas BL

Mafioso.

Descripción: La historia de un par de almas destinadas a estar juntas sin importar nada.

Advertencia: poco smut y puede que lloren solo un poco (tal ve solo yo soy la que lloré con esta madre).

Generó: historia ligera.

Número de capítulos: One-shot.

Número de palabras: 1476

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Fue hace tantos años cuando nos conocimos, yo todavía era un niño en aquel entonces.

Mi padre, un mafioso criminal a toda regla, ¿Yo tendría ocho, nueve años? Mi padre mató a tu hijo, asta ahora lo sé pero te entiendo, entiendo que matarás a mi padre en búsqueda de venganza. Fue una gran batalla la que tuviste que librar pero conseguiste tu objetivo, mataste a muchas personas en el transcurso para llegar a él, pero aún sabiendo eso se que no eres una mala persona, solo eras una buena persona que hizo cosas malas, después de todo el fin justifica los medios ¿No?

Entre todas las cosas que hiciste para llegar a mi papá fue cuando te conocí, ese día uno de los guardaespaldas de mi papá tenía que recogerme al colegio después de clases pero en cambio fuiste tú quien lo hizo, me diste una excusa barata, yo no te creí, conocía a todo el personal que trabajaba para mí padre (o por lo menos los que se encargaban de mi) y a ti sin duda no te conocía, pero algo en tu mirada fue lo que me hizo subir a la camioneta contigo, si me preguntas fue bondad lo que ví en esos orbes color avellana, nunca antes ví ese brillo en los ojos, los hombres de mi padre tenía una mirada fría, solo se veía muerte.

Tú te viste sorprendido cuando lo descubrí a medio camino, pero te quedaste en calma, me pediste que me abrochara el cinturón de seguridad y me llevaste a tu casa para retenerme aunque te dije que era una mala idea llevarme allí, me dijiste que tu único objetivo era llamar la atención de mi padre, no tenías ni la más mínima intención de lastimarme, incluso me trataste bien, me serviste espagueti para la comida y un vaso de soda, mis padres no me permitían tomar eso por el azúcar pero tú me dejaste probarla, jugamos ajedrez a un lado de la chimenea, afuera la tormenta de nieve azotaba con fuerza, uno de los inviernos más fríos que recuerdo pero a su vez el más cálido, al final del día me diste una habitación para dormir la cual supuse fue de tu hijo, te pedí que me leyeras algo ya que todas las noches me leían algo, te pedí que me leyeras lo que fuera y tú accediste, terminaste leyéndome un libro de mecánica, no era lo que esperaba pero me entretuvo, te recostaste a mi lado y a medida que me leías crecía dentro de mi una calidez indescriptible ¿Así se sentirá tener un padre de verdad? Pensé.

Te estiráste para apagar la luz que estaba a lado de mi para finalmente dormir y yo aproveché para recostarme en tu hombro y recargar mi brazo en tu pecho, se sentía tan bien, tú te quedaste de piedra un segundo pero me permitiste dormir así toda la noche, me pregunté si así se sentían las víctimas de Estocolmo.

Tú llamaste a mi padre a la mañana siguiente mientras me preparadas hot cakes con miel, mis padres me tenían en una estricta dieta y no me dejaban comer mucho, al terminar me llevaste a un lugar seguro para esperar a que hicieras un trato con mi papá, me dejaste una manta, el libro que me leíste y una jarra de chocolate caliente con una tasa.

Después de eso todo paso tan lento y rápido al mismo tiempo, fuera se escuchaban disparos, mucho ruido, gritos y de repente... nada, nada como si los hubiera tragado la tierra. Llegaron policías por el alboroto, para ese entonces ya era tarde, todos estaban muertos, tú los mataste y tuviste que huir, los oficiales me encontraron, todo fue muy difícil después de eso.