El tío Boris 1/2

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Descripción: el relato de una extraña relación entre un par de hombres que llegan a una población lejana con la intención de quedarse, un pasado oscuro sin revelar y un montón de historias por vivir aún.

Advertencia: contenido sexual explícito (ni tanto, ya ustedes juzgarán) y relaciones interfamiliares dudosas.

Generó: historia corta.

Números de capítulos: dos o tres, tal vez más (?)

Número de palabras: 2384.

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El tio Boris.

Hombre de las montañas.

Él siempre se presentaba como "el tío Boris".

El tío Boris era un hombre de mediana edad, un poco robusto y de espesa barba, era un hombre cálido y alegre, muy a su manera ya que era bastante tosco al haberse criado en las montañas nevadas, era grande como un oso pero eso sí su sentido del humor era increíble.

El tío Boris siempre estaba acompañado de a quien decía llamar "primo", el "primo" que le llamaba "tío Boris" haciéndose notar que realmente no tenían lazos sanguíneos que los unieran pero la forma protectora y amorosa de tratarse entre ellos era como si realmente fueran familia así que nadie cuestionaba si realmente eran familia o no.

Y hablando del primo; el primo era un muchacho como de 20/25 años, bueno, joven, dejemos lo así. El muchacho no era de baja estatura pero a lado del tío Boris pareciera que era más bajo como a una cabeza de distancia, el muchacho era delgado pero tonificado, se notaba el ejercicio en su cuerpo, no era para nada corpulento como el tío Boris.

El par llegaban de visita de ves en cuando por suministros cuando bajaban de su choza en lo alto de la montaña nevada, nadie lo cuestionaba después de todo ellos venían de tierras nórdicas o algún lugar de clima frío, o eso habían escuchado, en fin. Ellos bajaban desde temprano para hacer sus compras que debían durar un par de meses ya que su hogar no quedaba precisamente cerca de el pueblo, al atardecer buscarían refugio en alguna taberna con buen licor y comida caliente, allí aprovechaban para convivir con los locatarios del lugar y compartir las locas historias del tío Boris, harían trueques entre licores y pieles de los animales salvajes que el tío Boris cazaba arriba en las montañas, todos adoraban al tío Boris y al reservado pero simpático primo, sus visitas siempre eran gratas.

Todos en el pequeño pueblo respetaban al tío Boris porque allá arriba en su hogar los cuidaba de animales feroces que habitaban los tenebrosos bosques. Al terminar el día se alojaban en la posada del pueblo donde reponían fuerza para subir a su choza cargados con sus suministros.

El tío Boris y el primo eran muy unidos, tanto que resultaba extraño cosa que desconfiaban los locatarios al principio pero al escuchar sus asombrosas historias del tío Boris sobre cómo crío al buen primo desde muy joven y de todo lo que tuvieron que pasar fue más comprensible la entrañable relación entre esos dos, nadie lo sospecharía, solo lo sabría algún borracho se que se hubiera quedado hasta tarde en la cantina y que por la borrachera abría pensado que se estaba imaginando cosas, cosas absurdas que no podrían pasar como por ejemplo algún roce fuera de lugar o algún beso más allá de la mejilla que compartiría este par de hombres de las montañas. Eran famosos por ser los últimos en salir de la cantina, su resistencia al alcohol era de admirar por eso nadie con un poco de conciencia los abría visto hacer algo indebido entre "familia".

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