Capítulo 10: Altar

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Katsuki le siguió dando vuelta a los diferentes e intrincados pensamientos que se formaban en su cabeza, a ratos maldecía para luego quedarse en un silencio que duraba poco ya que volvía a lanzar palabras al viento. Frustrado por no entenderse, se recostó mirando las parpadeantes estrellas con sus manos detrás de su nuca.

Sus ojos rubí se trasladaron a un par de libros que reposaban cerca de su cuerpo, sin mucho interés tomo uno entre sus manos para ojearlo. Sus padres le habían enseñado a leer pero sin la práctica de los años, la tarea se le estaba dificultado, sino fuera por las ilustraciones que salían en algunas páginas habría tirado el objeto contra la pared.

La historia trataba de una princesa de un reino lejano que fue secuestrada por un malévolo y temible dragón, en donde los padres de la muchacha cayeron en una profunda pena y desesperación. Sin embargo un príncipe vecino alzo la voz entre la muchedumbre y ahí juro rescatar a la princesa de la cual había estado enamorado.

¿Enamorado? Esa palabra quedo en el subconsciente del rubio cenizo haciendo eco en lo más profundo de su mente. Después de ignorar aquella palabra siguió leyendo.

Aquel hombre se enfrasco en una larga búsqueda, paso por diferentes peligros y vio lugares que nunca antes había contemplado. Cuando llegó a la guarida del feroz dragón combatió con todas sus fuerzas y aunque la espada que sostenía se agrietaba, acertaba con golpes precisos hasta que dio el golpe de gracia, justo en el corazón.

Katsuki quedo apretando los dientes por el final, la princesa y el príncipe volvieron al reino para casarse y vivir felices para siempre. Soltó unas palabrotas para tomar el siguiente libro, que para sorpresa tenía una historia parecida. La chica era secuestrada por un dragón, un apuesto caballero la iba a rescatar, matando a la criatura para llegar a ella y luego regresar a su hogar para casarse.

En esos dos relatos, el príncipe se quedaba con la princesa mientras el dragón era asesinado.

Lanzo el libro contra la pared y se levanto con rabia, camino por el lugar gruñendo un vasto vocabulario de groserías para después bajar a la playa. Ahí mirando las olas llegar a la orilla y algo más calmado, pensó en todo lo que había pasado desde que Izuku puso un pie en la isla. Quería entenderse, saber el porqué de sus acciones y admitir que en lo más profundo de su corazón, sentía algo por aquel príncipe. Pero no todo era tan fácil, ni en los libros que había leído lo era. El, que era un dragón nunca se quedaría con la princesa, y en su caso por más que quisiera tener al peliverde a su lado, eso no sería posible, estaba comprometido con un príncipe quien podía darle todo lo que él quisiera. ¿Qué podría darle él?

Frustrado se quedo sentado observando el amanecer, aun sin hallar respuesta a su pregunta.

Ya a media mañana, el pecoso despertó con la calidez de los rayos del sol acariciando su mejilla, se giro entre las mantas para abrir sus ojos que de apoco se acostumbraron a la luz. Se sentía con energía y lleno de vitalidad, se levanto estirando sus manos hacia el cielo y busco con su mirada algunas prendar que ponerse después del baño.

Camino por el sendero tarareando un canción, los arboles se mecían dejando caer algunas hojas a su paso, no podía negar que le encantaba estar al aire libre y andar sin que nadie lo detuviera porque era peligroso que estuviera solo.

Llego a las aguas cálidas de las piscinas naturales, dejo su ropa limpia a un lado y lejos de la humedad para posteriormente desprenderse de las que llevaba puesta, se sumergió suspirando por la agradable temperatura. Lavo su cuerpo y su cabello, el cual al ya no tenerlo largo le ahorraba mucho trabajo. Permaneció en silencio contemplando el azul del cielo y como las nubes al moverse formaban algunas figuras que de iban borrando con el pasar de los minutos.

I'm a dragon [KatsuDeku][COMPLETA]Kde žijí příběhy. Začni objevovat