10110

2.3K 240 0
                                    

Habíamos dejado la casa un momento para ver si en las casas vecinas podíamos encontrar algo de comer. Probablemente no encontraríamos nada, pero, teníamos que intentarlo, no sabíamos cuánto tiempo nos iba a tomar encontrar a la resistencia.

Ninguno de los dos decía nada, simplemente nos movíamos en las casas, directo a la cocina, buscando en las alacenas, si no encontrábamos nada, simplemente salíamos y continuábamos con las demás.

En una de las casas, en la sala, había un portarretratos con una familia, el hombre, la mujer y un bebé, un niño pequeño, los tres sonreían y al fondo se veía un árbol frondoso, parecía un campo. Lo miré por segundos, no le tomé importancia no porque hubiera perdido mi sensibilidad, pero quería encontrar comida rápido para volvernos a esconder en nuestra casa, no sabemos si anden más personas rondando por el lugar y no quiero encontrarme con ninguno de ellos.

—Nada -dije al no encontrar absolutamente nada en la alacena -será mejor que...

Me di la vuelta, pero Jimin no estaba detrás de mí, así que salí de la cocina y lo encontré en la sala, con el portarretrato en la mano e inmerso en sus pensamientos.

—¿Todo bien? -me acerqué a él con cautela

—Es solo que... todo esto, es difícil

—¿Por qué piensas de pronto en eso? -lo miré

—No es de pronto, lo he pensado desde que salimos de la casa del general... -me miró -¿Hasta cuándo lograremos acabar con todo esto? ¿Cuánto tiempo más viviremos de esta forma?

Yo tampoco lo sabía, ni siquiera estaba segura en si podríamos regresar a ver a nuestras familias. No sabía qué contestarle, quería responderle con toda la seguridad del mundo que esto solo nos tomarían un poco más, que la resistencia seria nuestra solución, pero, siendo realistas, somos solo dos chicos que no saben nada sobre entrenamiento militar, hemos vivido así por 10 años. Simplemente tomé el portarretratos de su mano y lo regresé a su lugar, lo acomodé directo hacia la puerta de entrada, quiero que cualquiera que entre, vea la foto, que guardé en su memoria el hecho de que esta casa le perteneció a esta familia, que en un momento alguien vivió momentos muy felices en lo que ahora es un lugar abandonado y en malas condiciones y si siguen vivos, espero de todo corazón, que los tres sigan juntos.

—Sé que no podemos hacer mucho -dije -pero por lo menos lo estamos intentando ¿No?

—¿Sirve con solo intentarlo y no lograr nada?

—Sirve mucho intentar cambiar lo que muchos tienen como cotidianidad

—Eso creo -sonrió un poco al menos

Terminamos dejando la casa sin conseguir nada, en realidad, no encontramos nada en ninguna casa así que regresamos a la nuestra y como ya era de noche, la mejor opción fue solo dormir. La idea era despertar temprano en la mañana para seguir con nuestro camino.

Los dos estábamos acostados, uno junto al otro, con la traba en la puerta y en la ventana que había en la habitación. Todo estaba a oscuras y en completo silencio, lo que era un poco aterrador porque tanto silencio podría ser roto en cualquier momento por un humano, lo que significaría peligro para nosotros. Supongo que eso era lo que me estaba impidiendo dormir ahora.

—¿Has pensado en lo que harás... cuando esto termine? -preguntó él de repente

—Mmm, no realmente, supongo que disfrutar de lo que no he disfrutado

—¿Cómo qué?

—Comer mucha comida chatarra, ir al cine, salir a algún centro comercial, comprarme ropa linda, ir a muchos lugares con mi hermano y papá ¿Y tú? -me di la vuelta en la cama para poder mirarlo

—Mmm, tengo muchas ganas de ir a algún parque de diversiones -me miró con una sonrisa linda, como si fuera un pequeño niño -quiero subirme a la montaña rusa o a al carrusel

—Suena divertido -sonreí -a mí también me gustaría subirme a la montaña rusa

Volvió su mirada al techo y soltó un suspiro.

—Quiero solo tener una vida normal de alguien de mi edad

—También yo -me giré en la cama de nuevo para también quedar boca arriba mirando al techo y con eso, los dos quedamos en silencio

Creo que cada uno estaba metido en sus pensamientos porque no era un silencio incomodo, era ameno y tranquilo, así que terminé por cerrar los ojos para intentar dormir, pero los volví a abrir cuando sentí los dedos de Isaac deslizarse por mi brazo, pasando por mi muñeca hasta tomar mi mano suavemente.

Por un momento pasó por mi cabeza decir algo, pero, creo que era uno de esos momentos que no necesitan palabras sino acciones, así que deslicé mi mano un poco simplemente para poder entrelazar mis dedos con los suyos y solo así, volví a cerrar los ojos para ahora si poder dormir. Pero estuve unos minutos más pensando en cómo nos moveríamos el día de mañana.

Por un momento pensé en dejar el auto para no ser llamativos cuando llegáramos a donde la resistencia se escondía, pero creo que era una mejor idea llevarlo porque así sería más rápido que ir caminando y cuando encontráramos a la resistencia podríamos pedir que lo escondieras porque al final podría ser de ayuda en algún momento o probablemente sería una buena opción simplemente desaparecerlo.

Había escuchado que la resistencia estaba escondida en una ciudad pequeña que se había quedado sola cuando todos quisieron correr a las ciudades con playa con la esperanza de salir del país en alguno de los barcos de mercancía que llegaban de otros países, pero los soldados siempre revisaban muy bien todo. Creo que solo lograron escapar seis personas, después de eso, las cosas nos llegaron de vez en cuando por paquetería aérea, como si fuera un campo de guerra.  

La Resistencia (ParkJimin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora