Hace 10 años las vidas de todos los que vivimos en el país cambio completamente. Como si hubiéramos entrado en un maldito libro de ficción.
Se llevaron a mi padre y a mi hermano y mi vida cambio totalmente, era una persona común y corriente y ahora...
Estaba nerviosa de ver cómo era recibida por Kenneth, tenía miedo de que ahora no le sirviera y quisiera desecharme.
Todo el camino hasta su habitación donde él se había atrincherado en cuanto escucho las alarmas de ataque, todo ese trayecto fue de nerviosismo e inseguridad.
Uno de los soldados llamó a la puerta y después me dejó entrar cuando se lo autorizaron.
La habitación de Kenneth claro que era digna del líder del ejercito violeta.
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Él estaba sobre su cama aún con la pijama puesta, estaba sentado a la orilla acomodándose la ropa como si hubiera estado moviéndose mucho y le hubiera arrugado.
—General -lo llamó el soldado haciendo que Kenneth lo mirara con mala cala, pero sólo hasta que sus ojos me notaron, cambió por completo su expresión
Ese hombre era un maldito bipolar, porque cuando me vio, sus ojos brillaron y una sonrisa resplandeciente apareció.
—¡Princesa! -saltó para darme un abrazo -estaba tan preocupado, pensé que esta vez sí te habían hecho algo esos malditos
—Me fui con ellos como estrategia -mentí
—¿Cómo?
—Quería saber cómo se movían y cómo funcionaban las cosas, por eso evite que atacaran fuertemente, pensaban un plan tan perfecto que hasta yo pensé que no podríamos con ellos, pero -sonreí inocente o por lo menos lo intenté -logré arruinarlo un poco para que los soldados pudieran detenerlos antes de que fuera algo grave... lamento no haberlos detenido a tiempo -bajé la mirada
Oh por todos los cielos, voy a vomitar por esta ridícula actuación de niña inocente.
—Mi princesa -me tomó de los brazos y me dio suaves apretones, como un gesto de un padre que está orgulloso de algo que su hijo hizo, pero no sabe cómo demostrarle sus sentimientos -eso mismo es lo que la princesa hace, por eso llegaremos a ser el único gobierno en todo este mundo asqueroso y lleno de ideas locas
Mira quién lo dice.
—Todos los rebeldes están en prisión -dije
—Bien, bien, mañana por la mañana serán asesinados y tirados al olvido
—No -me apresuré -¿No sería mejor interrogarlos para que nos digan todo lo que saben? Actuar tan de prisa es un erros -trate de calmarme un poco -seguramente saben más sobre otros grupos rebeldes, si conseguimos información importante, podremos detenerlos a tiempo
—¡Brillante ¡Brillante!
No es brillante, idiota, es sentido común.
—Mañana -dijo -a primera hora, los interrogaremos a todos
