7. GRIMM

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Nickonroe

El lobo pensó,

esta joven y delicada criatura, Será un suculento bocado...

Los Hermanos Grimm 1812

- Caperucita roja

Monroe se levantó de la cama mientras apretaba su cabeza gruñendo. Se giró a comprobar que su pareja seguía dormida y dejó salir un gruñido mientras apoyaba sus garras en la pared del pasillo.

- Ahora no.- Susurró mientras sentía la necesidad de wojear, alguno otro Wasen estaba cerca de su casa. Sintió el pinchazo en sus ojos y gruñó mientras volvía a cambiar. Había mantenido ese secreto bajo control en todo el tiempo que él y la persona que dormía arriba llevaban saliendo, y ahora no era el momento de que lo descubriera.

- ¿Monroe?- Escuchó la voz antes de los pasos, gruñó mientras sentía la oleada en su cara y el odio que le estaba obligando a salir de casa a por ese wasen que estaba tan cerca de su casa.- ¿Monroe dónde estás?- Volvió a preguntar la persona que se había levantado de la cama preocupado por no ver al hombre en la cama.

- Abajo, ahora subo Nick.- Dijo mientras clavaba las garras en la esponja del sillón, rugió flojo mientras miraba por las ventanas buscando esa personas que están perturbando la tranquilidad de su casa. Otros ojos rojos chocaron con los de Monroe, este dejó de hacer wager total, pero dejó sus ojos rojos mientras miraba al otro.

- ¿Qué está pasando Monroe?- Preguntó una voz detrás de él, el blutbad se giró asustado sin quitar los ojos rojos haciendo que Nick lo mirara asustado y apuntará con su pistola a la cabeza.- ¿Qué eres?- Monroe quitó sus ojos rojos mientras levantaba la manos para que el hombre no le disparara.

- Nick, soy yo.- Dijo haciendo que el inspector frunciera el ceño, Nick bajó el arma mientras lo miraba confundido, dio un paso hacia atrás y Monroe se sintió mal mientras lo veía alejarse de él. El blutbad se giró dándole cuenta de que él otro ya no estaba ahí que se centró en darle las explicaciones a su pareja.- Oye escúchame, esto no es lo que crees.- Nick apretó el agarre de la pistola mientras tragaba saliva mirando con miedo a su pareja.

- No eres el primero que veo.- Dijo haciendo que Monroe suspirara mientras se apoyaba en el respaldo del sofá mientras se frotaba su cara.

- ¿Entonces sabes lo que eres?- Preguntó mirándolo, él lo miró con el ceño fruncido mientras tragaba saliva.- Joder, esto te lo tendría que explicar tu familia no yo.- Dijo mientras se iba a la cocina, Nick lo miró antes de seguirlo. Monroe puso la cafetera mientras suspiraba y se giraba a mirar a Nick.- Siéntate, esto va a ser fuerte.- Nick le hizo caso y se sentó mientras dejaba el arma encima de la mesa.

- ¿Por qué tenias los ojos rojos?- Monroe suspiró mientras hacía una mueca buscando la mejor manera de hacerlo, una que no fuera lo suficientemente fuerte como para dejarlo tocado ni para que creyera que estaba loco.

- A ver, Nick tu eres un Grimm.- Este dejó salir una risa mientras miraba al hombre con una ceja alzada y negando divertido.

- No digas tonterías.- Dijo antes de levantarse y mirar enfadado, Monroe suspiró mientras sacaba la cafetera del fuego y llenó dos tazas. Se sentó y colocó una delante de Nick que seguía de pie mirándolo sin entenderlo.

- Ya hace tiempo que ves como la cara de la gente cambiar por otras que no eres capaz de explicar.- Nick lo miró mientras tragaba saliva y se sentó para coger la taza. El blutbad suspiró mientras pasaba las manos por su nuca.- Tu vienes una familia de Grimms, unas personas que se dedicaban a cazar a wesen.- Dijo antes de mirarlo con una ligera pena.- A wesen como yo.- Dijo antes de poner su cara de Blutbad, Nick volvió a coger el arma y apuntó a la cabeza del wesen haciendo que Monroe lo mirara mientras dejaba de hacer weger.

- ¿Cómo haces eso?- Dijo mirando al hombre asustado, Monroe suspiró mientras señalaba la silla para que se sentara. Nick le hizo caso antes de dejar el arma en la mesa. Monroe la cogió y le puso el seguro antes de ponerla en la encimera lejos de su pareja.

- No tiene explicación lógica, esta en mi naturaleza, nací así.- Nick asintió mientras miraba a Monroe como esperando que algo sucedería.

- ¿Y mí familia os cazamos?

- Si, los Grimms se han dedicado a cazarnos y matarnos durante muchas décadas, hay muchos tipos de ellos, pero lo normal es que nos matéis, si.- Dijo torpemente antes de darle un trago a su café. Nick se levantó mientras mordía su labio asintiendo despacio.

- Vale, digamos que me creo esta locura.- Dijo señalando, el mayor hizo una mueca mientras daba otro trago.- ¿Entonces por qué nadie me dijo nada nunca?- Preguntó mientras miraba hacia fuera, negó suavemente mientras frotaba su cara apoyado en la encimera de la cocina.

- Contando que tus padres están muertos y que seguramente con la tía que te criaste no lo sabía o quería esperar a que tuvieras una edad adecuada para explicártelo.- Dijo mientras encogía los hombros, Nick lo miró tenso antes de negar.

- Es que parece una barbaridad.- Dijo mientras tragaba saliva. Monroe se puso de pie mientras gruñía mirando en el exterior.- ¿Qué pasa?- Preguntó mientras se tensaba al ver los ojos de color rojo de su novio.

- Hay alguien fuera.- Dijo mientras gruñía, Nick cogió la pistola y se puso detrás de Monroe.- Es otro Grimm.- Dijo mientras abría la puerta de la entrada encontrándose a una mujer mayor con un pañuelo en la cabeza, la mujer al verlo sacó una espada de su bastón y lo puso en la garganta del Blutbad.

- No, tía Marie, es mi novio, no lo mates.- Le dijo el menor poniéndose delante de él para taparlo, la mujer bajó el arma mientras miraba ambos.- Pasa, hace frío fuera.- Dijo mientras se apartaba manteniendo a Monroe a su espalda. Marie pasó hacia el salón y Nick suspiró mientras cerraba la puerta y se apoyaba en en el cuerpo del blutbad.- Se está poniendo interesante la noche.- Susurró mientras sentía la respiración de Monroe contra su oído.

- No creo que me mate, al menos estando tu aquí.- Susurró mientras abrazaba la cintura del más joven y dejó un beso en la base del cuello haciéndole suspirar. Nick giró la cabeza y apoyó su frente en la mejilla del mayor.

- ¿En qué momento mi vida se ha vuelto tan loca?- Suspiró separándose de su novio para ir a ver a su tía y aclararlo todo de una vez por todas. Monroe se quedó en la entrada mientras calmaba esa inquietud que le provocaba tener aún grimm desconocido para él. Entró a la cocina encontrándose a ambos Grimms hablando casi en susurro, él se sentó al lado de Nick y cogió su mano por debajo de la mesa mientras miraba fijamente a la mujer de enfrente. Ella clavó su mirada en el Blutbad y frunció el ceño apretando el agarre del bastón.

- ¿Entonces sabes lo que es?- Nick lo miró antes de asentir suavemente apretando el agarre de sus manos mientras suspiraba.

- Lo he descubierto hace apenas una hora.-Dijo suspirando cansado, Nick calvó los ojos en los de su tía antes de ponerse más serio.- ¿Por qué no me has contado nunca lo que somos?- Marie suspiró mientras miraba al blutbad antes de asentir triste.

- Es complicado de entender Nick, y quise esperar hasta que tuvieras veinte años, pero al ver que no los veías y eras feliz decidí dejarlo pasar unos años más.- Susurró encogiendo los hombros, Nick suspiró mientras apoyaba su cabeza en el hombro de Monroe.

- ¿Podemos hablar mañana? Ha sido demasiado por una noche, quiero dormir.- La mujer asintió y suspiró mientras le sonreía a su sobrino.- La segunda puerta de arriba es una habitación de invitados.- Ella se levantó mientras asintió de nuevo dejando a la pareja sola en la cocina.

- Puedo dormir en el salón si te vas a sentir más seguro.- Susurró Monroe sin mirar a la cara de Nick, este suspiró mientras cogía la barbilla del Blutbad y besaba los labios del mayor despacio.

- No me das miedo.- Susurró mientras sonreía acariciando la barba haciendo sonreír al blutbad volviendo a besar de nuevo al grimm. Mañana sería un día de muchas explicaciones.

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