Noche en Yiling

Tormenta

Lan Zhan no había bajado de la aldea por cuidar a A-Yuan. Wuxian iba al frente mientras Jiang Cheng cargaba al pequeño bebé y ayudaba a bajar a su hermana.

Al escuchar Jiang Cheng se puso frente a su hermana y sobrino temeroso de disparos de flecha, Wuxian era el único a la vista y se movió para evitar quedar en ese ángulo en que dañaran a sus hermanos, todos temieron al verlo moverse, pero aún así los arcos se tensaron.

Todo sucedió en una instante. Muchas flechas fueron lanzadas,Wen Ning que siempre iba cerca de su Wuxian detuvo la mayoría protegiendo lo más posible, pero principalmente la zona donde está el bebé. A pesar de evitar varias flechas una se inserto en el hombro y cuello de Wei Ying.

Antes de volver a cargar una voz resonó - ¡Alto todos! -. Al ver su cometido tan cerca Jin Zixun corrió a dar la estocada final a Wuxian. Jiang Yanli al ver a su hermano caer de rodillas herido corrió inmediatamente a protegerlo.

Jin Zixun no detuvo su golpe por la inercia. Justo en ese momento sonó un choque metálico.

Una espada dorada detuvo el golpe. Jin Zixun dio unos pasos hacia atrás al ver a su primo, quien lo apunto de regreso.

Al ver que el ataque había cesado Wen Ning tomó a Wuxian que sangraba profusamente y lo subió a toda velocidad. Los Jiang subieron rápidamente tras él.

Jin Zixuan volteó a ver su primo y lo abofeteo tirandolo al suelo - ¡Que demonios crees que haces! Pusiste en peligro a mi familia, me encargaré de ti en cuanto regresemos-

-Váyanse todos ustedes ahora y llevensela detenido, ha perdido la cordura-

-¡No puedes hacerme eso!... -

-¡Callate! Y agradece que Lan Wangji no hubiera estado aquí para cortar tu cuello-

Jin Zixun temió al recordar su último encuentro pero aún así no dejó de protestar mientras se retiraban. Jin Zixuan subió rápidamente tras su esposa temeroso.

En las casas Lan Zhan estaba sentado junto a A-Yuan cuando vio una sombra pasar a toda velocidad, un rastro de sangre quedó en el suelo. Gritos sonaban en el camino acercandose que Lan Zhan escucho - ¡A-Xian! - decía sin parar una voz de mujer muy desesperada.

Su corazón se detuvo un segundo. Corrió tras la ruta de sangre hasta llegar a la cabaña de Wen Qing donde se escuchaba como está gritaba pidiendo cosas, entro y solo pudo quedar pasmado ante lo que vio.

Aquel hombre que amaba estaba sumamente pálido tumbado ahí con dos flechas enterradas. Un sentimiento oprimio su pecho como nunca espero.