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Los días fueron pasando, en donde Joshua evito aquello, incluso dejo de pensar en ello al centrarse en hacer cierto papeleo que necesitaba para el próximo semestre y trabajar, principalmente trabajar en donde al ya estar libre de estudios, había dejado claro a su jefe que si alguien faltaba a un turno él podía reemplazarlo.


Se mantenía ocupado para no pensar en cuan bien se sintió metérsela a quien resulto ser su primo que aún era menor de edad, pensar sobre cuán bien se sentía besarlo, rememorar su forma de ser que capto tanto su atención.


Era realmente difícil no pensar en eso, por lo que con constancia hacia cosas, odiando como al llegar la noche veía su cama en la que lo adoro y tuvo el privilegio de verlo en su estado más puro y erótico, aunque estas se contradijeran.


Por ese tipo de pensamientos es que acepto ese turno diferente de ese viernes, esperando que cuando saliera a la noche llegara agotado a su casa a solo dormir, ignorando todos esos pensamientos.


Trabajaba en una cafetería como mesero, donde tenía el privilegio de beber deliciosos cafés todos los días, además de saber hacerlos.


Al fin llego el termino de su turno tras limpiar y cerrar todo. Estaba agotado y con frió acomodándose su bufanda y abrigo, cuando se encontró con un grupo de jóvenes ruidosos en la calle. Iba a pasar de lado, pero sus ojos se encontraron con un rostro conocido que vestía ropas casuales que le quedaban absurdamente bien.


No supo si fue porque se quedó quieto mirándolo demasiado rato, pero le dio tiempo a Jeonghan de mirarlo y reconocerle.


Entro en pánico al enfrentar de frente lo que tanto evitaba, por lo que se fue rápidamente de ese lugar, poniéndose a correr cuando lo escucho decir a sus amigos que se fueran sin él porque tenía algo urgente que hacer.


Empezó a escuchar los fuertes pasos tras suyo, en donde tras mirar de reojo, descubrió que Jeonghan también había empezado a correr para alcanzarle. Como un par de niños estaban corriendo como si sus vidas dependieran de ello, una persecución en medio de la noche con el fin de aclarar todo, aunque uno solo quisiera huir.


- ¡Joshua! – Grito molesto el menor, lo cual ignoro - ¡Escúchame! ¡J-Josh! – Siguió gritando con irritación y desesperación en su voz. El castaño no quería, porque si se detenía y veía a la cara a Jeonghan sus defensas flaquearían de inmediato.


Sin embargo, fue frenando al escuchar la agitada respiración de Jeonghan. Se detuvo en medio de un parque, en donde al girarse hacia donde estaba ese joven, no se sorprendió de verlo a unos metros apoyándose en sus muslos mientras intentaba recuperar aire con dificultad.


Tenía tan poca resistencia, pues igual era poco lo que corrieron. Ese podría ser su momento de continuar su huida ya casi victoriosa, pero en cambio se quito la mochila para de ella sacar una botella de agua que le ofreció a Jeonghan al llegar a su lado.


Se sentía tan mal por dejar al otro de esa forma, pues si lo dejaba sin aire quería que solo fuera porque le dio el mejor sexo de su vida, pero no de esa forma. Se abofeteo mentalmente al pensar en eso.

Bienvenido a la familia (JIHAN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora