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N/A: Me voy de viaje unos días con mi familia por ser las fiestas patrias de mi país, así que el lunes continuo publicando los últimos capítulos de esta historia. Disfruten su lectura <3

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Jeonghan estaba nervioso, secando sus sudadas palmas con la tela de sus pantalones, mirando nerviosamente a la puerta de la cocina de donde vivían los Hong.


Ya habían pasado horas desde que se encontró con Joshua en el parque, iniciando la cita que tenía a los dos emocionados y ansiosos, pues sería el fin de esa situación ambigua y dolorosa en la que estaban para pasar a algo formal, o eso es lo que esperaban.


El mayor con confianza tomo su mano para guiarlo al centro de la ciudad, específicamente al cine. En esta compraron algo sencillo para comer y beber mientras veían la película, pero no prestaban atención porque aparte de que resulto ser aburrida, estaban más concentrados en las manos de ellos que se entrelazaban tímidamente sobre el posabrazos luego de estas encontrarse para sacar algunas palomitas de maíz. Terminaron entre susurros hablando y riéndose de cualquier estupidez, tentados a besarse en sus pocos iluminados asientos.


Antes de que cayeran a las tentaciones, la película acabo y las luces fueron prendidas, sacándolos del universo en el que se perdían de los ojos contrarios. Al salir intentaron comentar sobre que les pareció la película, pero terminaron riendo a carcajadas al ninguno recordar bien de que trataba, diciendo que para la próximo si tenían que poner atención.


Luego de eso, Joshua lo guió a un local en el que servían pizza. No era un lugar elegante ni sofisticado, pero el castaño le prometió que eran las mejores pizzas que podía encontrar en la ciudad. Cuando ya pidieron y estaban en una mesa del ruidoso y animado local, a Jeonghan le brillaron los ojos al probarla, quedando maravillado y agradeciéndole a Joshua con su expresión de que lo disfrutaba, pues no podía hablar al tener la boca llena. El mayor sonrió satisfecho para también empezar a comer, aliviado de que al menor le gustara.


Jeonghan se mentalizo de algún día traer a su primo mayor Seokmin a ese económico lugar, pues a este le encantaba la pizza, más que nada las de pepperoni. Lo poco que ellos hablaron mientras almorzaba era sobre cuán deliciosos estaba y que se reían del otro al tener una mancha de salsa de tomate en la cara.


A continuación, fueron a un centro de entretención que Jeonghan algunas veces había visitado con sus amigos, por lo que no sabía muy bien como resultaría con Joshua, pero acabo con los dos compitiendo en cada juego por quien conseguía más puntos, haciendo que el perdedor hiciera alguna penitencia. Jeonghan era quien más terminaba ganando, pero igual perdió en ciertas ocasiones teniendo que realizar penitencias, pero después del quinto juego, estas empezaron a ser promesas que realizarían a futuro, cosas más subidas de tono.


Cuando ya se sintieron satisfechos de jugar e imponer ciertas penitencias, decidieron parar y salir para ahora estar en un ambiente más tranquilo e íntimo caminando a lo largo de las orillas de un hermoso y largo río, yendo tomados de la mano. No querían arruinar ese momento tan tranquilo, así que evitaron conversar de lo que provocaba tensión entre ellos. Por ello, solo se pusieron a conversar de cosas simples, haciendo un juego de preguntas rápidas, esta vez sí recordando cada cosa que decía el otro y valorándola al venir de la persona que querían.

Bienvenido a la familia (JIHAN)Where stories live. Discover now