II

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La mansión estaba en completo silencio, algo normal tomando en cuenta la hora. Ryuunosuke caminaba tranquilo en dirección a la cocina, pensando en todos los hechos del día.

A pesar de haber comenzado como uno normal, gradualmente fue avanzando comenzó a colocarse cada vez más tedioso; la cita con Nakahara, el encuentro con Osamu en su oficina y su extraño comportamiento, el nuevo contrato con una universidad (donde su deber sería llevar todas sus preparaciones para ser colocadas en la cafetería del lugar) y ahora, el celo de su hermana gemela Gin llegando.

Suspiró con pesar. Cada vez que a alguno de los dos les llegaba el celo, el otro lo cuidaba, preocupándose de alimentarlo, colocarlo cómodo en su habitación y llevarle los supresores. Ambos eran omegas, por lo que sabían como cuidar al otro en esos casos.

No le molestaba en absoluto (haría esto y mucho más por su hermana) pero no podía evitar sentirse preocupado cada que llegaba. Los celos de Gin tendían a ser bastante intensos, mucho más que los propios.

Abrió la puerta de la cocina con calma, aun absorto en sus pensamientos. Se sirvió un vaso de leche y con tranquilidad se dispuso a tomarlo. Pero unos pasos se escucharon, interrumpiendo su momento de paz.

—¿Cómo te fue con tu cita?—se escuchó decir a la otra persona. Ryuunosuke no necesitaba mirarlo para saber de quién se trataba. Además, su aroma (un leve toque de rosas) lo delataba, lo conocía bastante bien.

—¿En serio quieres saber, Atsushi?—contestó en el mismo tono, bebiendo un sorbo del vaso para luego dejarlo sobre la encimera. Al girarse para verlo, notó en los ojos de Atsushi un dejo de tristeza.

Atsushi suspiro, caminando unos pasos hasta él.

—Sabes que es difícil...—dijo en un susurro, intentando tomar la mano de Ryuunosuke en cuanto estuvieron lo suficientemente cerca.

Ante la cercanía, Ryuunosuke no pudo evitar colocarse nervioso y sentir como su corazón se agitaba. No lo podía evitar.

—No lo hagas más complicado—se negó a seguir mirándolo, esquivando el tacto y dándose media vuelta.

—Ryuu...

El aludido intentó ignorarle, tomando la comida necesaria para que su hermana estuviera cómoda (por lo menos esa noche) y salió de la cocina, sin despedirse de Atsushi ni dirigirle la mirada.

Su corazón dolía y le gritaba que volviera por él, pero su cabeza le recordaba la decisión que había tomado y que debía respetarla.

Debía convencerse de que alejarse de él era lo mejor, porque no podría dejar a Osamu, un alfa, por Atsushi, un simple beta. Eso no sería bueno para ninguno de los involucrados.

Yukichi y Ranpo se encontraban cómodamente cenando en el comedor de su hogar, conversando trivialidades y soltando una que otra risa ante las ocurrencias

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Yukichi y Ranpo se encontraban cómodamente cenando en el comedor de su hogar, conversando trivialidades y soltando una que otra risa ante las ocurrencias. Aunque como siempre, el más participativo y hablador era Ranpo, un joven omega de tan solo 29 años y pareja de Yukichi, alfa de 47 años.

Dime que me quieres - AU!Omegaverse Soukoku (Bungou Stray Dogs)Where stories live. Discover now