VIII

798 71 45
                                    

Advertencia: Este capítulo contiene escenas de una pareja compuesta por el personaje principal y otro que no ha aparecido durante los capítulos anteriores al fanfic. Además toca temas que pueden resultar sensibles para algunas personas.

Los diálogos en cursiva quiere decir que están "hablando en francés" y los normales es en "japonés".

Espero disfruten su lectura.

*-*-*-*-*-*-*-*-*

Arreglaba sus maletas con tranquilidad y entusiasmo. La sonrisa en su rostro no había desaparecido desde que su madre le había entregado aquella carta tan importante que cambiaría el ritmo de su vida.

Su sueño estaba cada vez más cerca de cumplirse. Y aunque eso significaba que debía dejar su tierra natal por un par de años y vivir en una cultura completamente diferente, lo haría con gusto, todo por estudiar lo que le apasionaba.

—¿Chuuya?—la voz de una Kyoka de nueve años de edad se escuchó desde la puerta de la habitación del aludido.

Este dejó la prenda que había tomado con anterioridad para doblarla sobre la cama y le hizo un gesto a su pequeña hermanita para que entrara.

—¿Qué sucede, Kyoka?

La niña se subió a la cama tratando de no botar nada y le miró.

—¿Cuándo llegará mamá?

Chuuya soltó un suspiro y tomó asiento junto a ella.

—Fue a buscar unas cosas que necesitamos para mañana y a despedirse de mami—fue lo más sutil posible. La verdad es que a ambos les habría gustado acompañar a su madre para despedir a su mamá y dejarle unas cuantas flores, después de todo, aun no tenían claro cuándo volverían.

—Yo también quería ir a ver a mami y llevarle las flores que le gustaban—hizo un puchero y sus ojitos azules se cristalizaron.

Chuuya acarició su cabeza con cariño.

—Lo sé, yo también. Pero tenemos muchas cosas que hacer. Mamá lo entenderá—y le regaló una sonrisa cálida.

—¡Ya llegué!—en ese momento se escuchó la voz de Kouyou desde la entrada de la casa. Kyoka se colocó de pie y salió corriendo hacia su madre.

Chuuya le siguió los pasos.

—Bienvenida—le saludó Chuuya una vez junto a ella.

—¿Cómo vas con las maletas?—le preguntó entrando y encaminándose hacia la cocina para comenzar a preparar la cena.

—Bien, ya casi termino.

Kouyou asintió y se puso manos a la obra.

—¿Cómo estaba mamá?—preguntó Kyoka subiéndose a un banco para esperar la cena.

—Bien—una sonrisa un tanto nostálgica que formó en sus labios—Ya encontré quién se puede encargar de llevarle flores y mantener limpia su lápida mientras estamos fuera.

—Eso es bueno—pero a pesar de decir eso con una media sonrisa, Chuuya no pudo evitar sentirse un poco triste; desde que su mamá había fallecido hace tres años producto de un cáncer al estómago, habían ido a verla religiosamente todos los domingos, sin falta.

—¿Te despediste ya de tus amigos?—cambió de tema Kouyou sin descuidar lo que estaba haciendo.

—Sí. Mark y Tachihara querían ir mañana al aeropuerto, pero nuestro vuelo sale muy tarde y luego no tienen cómo volver a sus casas.

—La intensión es lo que cuenta—Chuuya asintió ante ello—¿Estás nervioso?—inquirió, mirándolo con una media sonrisa.

—Un poco—le sonrió de vuelta—Aun no puedo creer que mañana nos vayamos a Francia.

Dime que me quieres - AU!Omegaverse Soukoku (Bungou Stray Dogs)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora