Half A Heart.

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φ

And being here without you is like im waking up to
only half a blue sky
kinda there but not quite
I'm walking around with just one shoe
I'm half a heart without you
I'm half a man at best,
with half an arrow in my chest
I miss everything we do,
I'm half a heart without you

Y estando aquí sin ti es como despertar
Con sólo una parte del cielo azul
Un poco allí, pero no del todo
Estoy caminando alrededor con solo un zapato
Soy la mitad de un corazón sin ti
En el mejor de los casos soy medio hombre
Con media flecha en mi pecho
Extraño todo lo que hacíamos
Soy la mitad de un corazón sin ti

- Si tan sólo tienes paciencia, te prometo que valdrá la pena al final.
- Chloe, sabes que no me gustan las sorpresas.
- Porque nunca te han dado una sorpresa como esta en realidad. Camina despacio y confía en mí.
Beca caminaba con los ojos cubiertos por una venda blanca, mientras Chloe la guiaba por atrás. Estaban en medio de un pasillo, caminando hasta la última puerta de una habitación de hotel. Se habían encontrado en la entrada del edificio y Chloe había insistido en subir a Beca hasta el octavo piso con los ojos vendados, algo que a la actriz le pareció una locura y luego de unos minutos terminó por aceptar. Odiaba las sorpresas, o quizás odiaba no saber qué debía afrontar luego, pero Chloe era insistente, y jamás aceptaba un no como respuesta. Tanto así que estaba llevando a Beca por todo un pasillo, mientras sostenía su cintura y le daba instrucciones para que no tropezara o chocara con algo. Abrió la puerta con una tarjeta magnética, y sólo cuando estuvieron las dos adentro, solas, lejos del bullicio del mundo de Beca Mitchell, quitó la venda.
- Feliz cumpleaños, Becs...
Nunca se había separado de ella, la estaba abrazando por la espalda, y tenía su barbilla apoyada en el hombro derecho de la otra, que a esa altura estaba sin habla. Estaba en una habitación con una vista fantástica, y había globos de helio justo al lado del enorme ventanal de vidrio. La cantidad suficiente de velas para no necesitar encender ninguna luz, y una bonita alfombra que se extendía en un espacio grande, rodeada de almohadas de colores pasteles, mantas perfectamente ordenadas, y una cena pensada en cada detalle. El silencio era tranquilizante, justo lo que necesitaba después de un día rodeada de gente diciéndole lo que tenía que hacer.
- Así que por eso no me acompañaste al set hoy...
- Debía lograr que saliera como lo había planeado, y arrastré a Aubrey conmigo por algo de ayuda mientras Stacie te distraía.
- Esto es realmente hermoso.
- ¡Ja! Lo sabía. Sabía que esta sorpresa iba a gustarte. Lo anotaré en las cosas que sólo Chloe Beale puede lograr.
- Dios, te amo tanto.- Beca giró para encontrarla de frente y poder besarla, acariciar su rostro, acomodar su cabello detrás de sus orejas y enredar sus manos detrás de su cuello como si nunca fuera a soltarla.
- Te invito a quitarte tus zapatos y caminar por esta alfombra fantástica que una de tus amigas me ayudó a conseguir.
- Después me dirás cuantas personas involucradas hay en esto.
- ¿Directa o indirectamente?
- Mejor no quiero saberlo.- se quitó los zapatos y tomó su mano para ir a sentarse con ella en medio del lugar.
Fue su mejor cumpleaños en varios años. Chloe se había encargado de que lo fuera. Estaban en Nueva York, habían aterrizado tres semanas antes para que Beca empezara a filmar una película, y el ritmo era desgastante, demasiado movido, una rutina que empezaba a las seis de la mañana y terminaba en la cena. Chloe había decidido que sería la última vez que la acompañaría porque luego se iría a Atlanta a continuar sus estudios, así que se tomaba eso como unas vacaciones antes de retomar las obligaciones que había dejado de lado un tiempo atrás. Y esa decisión había sido una luz para Beca, quien disfrutaba de su compañía, y se alegraba de tenerla todas las noches al llegar al apartamento que estaban alquilando. Chloe hacía todo más fácil, incluso los días difíciles y cansadores que terminaban con la paciencia de Beca. Aportaba tranquilidad, serenidad, paciencia y entusiasmo por el día siguiente. Y además podían acurrucarse en el sofá por horas mientras hablaban de sus días.
Se sentían como en la cumbre de su relación, en el mejor momento de su noviazgo, y eran felices con lo que tenían, porque era lo más genuino que las dos habían conocido.
Esa noche hablaron mucho, rieron como dos adolescentes enamorados, bebieron un vino delicioso elegido por Stacie, y cenaron distintos platos que el chef del hotel había preparado para ellas. Hicieron el amor en la alfombra, y a pesar de que sus cuerpos ya se conocían antes, parecía la primera vez. Era especial, había algo que hacía que todo fuera especial. La forma en que sus labios se besaron, en que sus manos tocaron sus cuerpos y se entrelazaron entre sí, la manera en que sus ojos conectaron, y el momento exacto en que Beca miró a los ojos a Chloe para decirle que la amaba. Todo era diferente, como si de alguna forma estuvieran conectadas en esa vida y en todas las otras, como si alguien hubiera escrito que debían estar juntas para siempre. Había algo en el aire, un misterio que era imposible de explicar. Beca eligió decir "te amo", Chloe eligió decir "para siempre". Y ninguna había pensado demasiado antes de hacerlo. Había un convencimiento más allá de las palabras, una convicción firme de mantener esa promesa cueste lo que cueste.
Beca se durmió en el pecho de la pelirroja y se aferró a su cintura para descansar. Estaba segura que quería pasar el resto de su vida así. Enamorada de esa mujer preciosa que le había cambiado la vida, y para quien no era Beca Mitchell, sino sólo Beca, su Beca, su novia y mejor amiga. Chloe no tenía una imagen de ella para idolatrar, y eso hacía todo tan fácil, fluido, y excepcionalmente normal.

(Re) Escribir nuestra historia.Where stories live. Discover now