Destino o Casualidad.

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Las dos estaban caminando en el mismo sentido
Y no hablo de la dirección errante de sus pasos
Ella miró y contestó con un suspiro
Y el universo conspiró para abrazarlas.
Dos extrañas bailando bajo la Luna, se convierten en amantes al compás de esa extraña melodía que algunos llaman destino
Y otros prefieren llamar casualidad.

- Stacie, sólo quiero irme de aquí, darme un baño de media hora bajo la ducha, y estirar las piernas.
Chloe estaba sentada en la cama, ya en una habitación común desde hace siete días, y esperaba por su doctor para que le diera el alta. Era sorprendente su estado, y Stacie no entendía cómo podía ser cierto, pero estaba feliz.
- Aubrey está llegando, y el doctor firmará tu alta apenas llegue. Irás a casa, ya preparamos una cama para ti hasta que decidas qué hacer. Tus cosas están ahí, así que no tendrás que hacer nada de esfuerzo. Yo tengo jornada extendida, y pasaré la noche aquí, así que espero que no hagas renegar a Aubrey en mi ausencia.
- No tengo completa movilidad en mis piernas, Stace, no podré hacer mucho para molestarla.
- Espero que no.- se sentó a su lado y puso una mano en la pierna de su amiga.- Estoy muy contenta de tenerte de vuelta.
- Sé que no puedes vivir sin mí.
- Por eso debes cuidarte, y por eso también te quedarás en casa un tiempo. Necesitamos poner ese cuerpo y esa cabeza al ciento por ciento otra vez. Y sobre ese otro tema del que hablamos ayer, debemos seguir hablando.
- Ya te dije que no hay mucho más para decir. Beca y yo tuvimos nuestra oportunidad y la desperdicié. Ella vino, fue super generosa y linda al quedarse, pero eso es todo. Mientras estuvo aquí lo pasamos bien hablando, nos reímos, fue muy lindo, pero todo sonó a despedida. No sé si regresará alguna vez.
- Fui a acompañarla al aeropuerto ayer en la mañana. Créeme, Chloe, nada sonó a despedida.
- Tiene una propuesta increíble, y su ex novia será parte del equipo de trabajo. Me dijo que Stephanie en verdad quería intentarlo de nuevo, y cuando le pregunté qué es lo que ella sentía, sólo guardó silencio. Tiene sentido, Stephanie la hizo feliz por mucho tiempo.
- Bueno, eso es lo que querías para ella, ¿no?
- Sí. Claro que es lo que quiero para ella. Por eso le dije que estaba bien que se fuera. Casi la empujé a irse otra vez. Le dije que estoy bien, le agradecí todo lo que hizo, y nuevamente le pedí que se fuera detrás de todo lo que la hace feliz.
- Resulta que antes de irse, me dejó esto...- la muchacha sacó un papel del bolsillo de su bata blanca, y se lo alcanzó a Chloe.- Es su número de teléfono. El móvil de uso personal. Me dijo que cuando tuvieras celular, le escribieras para que pudiera agendar tu número. Sigue sin sonarme a despedida.- un guiño acompañó el final de esa frase, y Chloe sostuvo el papel en su mano, mientras sonreía.
- Gracias, Cupido.
- Cuando quieras.

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- Tu habitación está lista, y si necesitas algo sólo dime.
Aubrey llevó a Chloe hasta su casa, la ayudó a bajar del auto con cuidado y la sostuvo hasta que llegaron a la sala. Si bien estaba recuperada, sus piernas aún tenían dificultades para moverse con normalidad, y debía cuidarse de recibir golpes en la cabeza o de hacer movimientos muy bruscos. Por eso Stacie había insistido en tenerla con ellas, para poder controlar que no se hiciera nada que pudiera ponerla en peligro. Además aún debían solucionar el tema de sus empleos para que pudiera rehacer su vida por su propia cuenta. Había pasado mucho tiempo en el hospital, y lo de su empleo era incierto por razones obvias. El único que seguía esperándola era el que Aubrey le había dado en su oficina.
- ¿Sabes qué es lo único que quiero ahora? Un buen baño con agua caliente.
- Puedes llenar la bañera si quieres.
- ¿Colocaron la bañera finalmente?
- ¿Creías que Stacie iba a renunciar a esa idea? Tuvimos que tirar una pared para agrandar el baño.- ambas rieron, y Chloe miró a su alrededor como si todo fuera nuevo, como si nunca hubiera estado allí antes, cuando bien sabía hasta dónde guardaban las servilletas.- Es como volver a nacer, ¿no?
- ¿Qué?
- La razón por la que observaste todo durante el camino, y como lo haces aquí en casa aunque pasaste años viniendo. Es como si nacieras otra vez.
- Es una nueva oportunidad, Bree. Y es genial poder tenerla.
- Debes aprovecharla. Y puedes empezar con un baño de inmersión. Sólo ten cuidado con tu cabeza, Stacie me dijo que la operación fue grande y necesitas cuidarte.
- Ella va a matarte si algo me pasa, ¿cierto?
- Dijo que firmaría el divorcio. Así que cuídate porque me importa mucho el futuro de mi matrimonio.
Chloe sabía que Stacie era un poco intensa respecto a eso. Iba a cuidarla como si fuera un bebé, y seguramente le había dado mil indicaciones a Aubrey antes de su alta médica. Sonrió cuando entró a la habitación, porque el perfume de Beca había quedado ahí. Estaba en el ambiente, en las almohadas. Podía sentirlo en cada espacio. Era su inconfundible aroma, el que recordaba desde siempre.
Llenó la bañera, se sumergió y recordó lo bien que se sentía relajarse en agua caliente. Era increíble que llevara tanto tiempo dormida, y algunas cosas eran lejanas para ella. Se había olvidado completamente del día del accidente pero Stacie había trabajado con ella esos últimos días para que pudiera recordar. Beca también había ayudado bastante. Sus conversaciones habían sido fluidas, divertidas, muy interesantes. Beca siempre proponía temas interesantes, de esos en los que podía presumir de su asombrosa inteligencia. Y Chloe amaba eso de ella. La había conocido siendo una completa nerd, y se había enamorado profundamente de esa forma suya de ser.

(Re) Escribir nuestra historia.Where stories live. Discover now