Capítulo 80: La fiesta de Jack. Parte 1

8.6K 546 9
                                    

—¡Mía!— saludó Gretchen al verme ingresar por la puerta de entrada. La música estaba tan alta que a duras penas pude oírla.

—¡Hola!— grité intentando contener la emoción. Me dio un pequeño abrazo y juntas caminamos mientras nos poníamos al día.

Al llegar al centro de la pista, donde todos estaban amontonados, pude sentir cada una de las miradas sobre mí. Algunos se acercaban a saludarme con amabilidad, preguntándome cómo había estado ese último tiempo. Pero muchos otros simplemente se susurraban cosas y estaba segura que hablaban de mí.

—¡Mira lo que te traje!— exclamó Cat cuando volvió de la barra. Entre sus manos sostenía dos grandes vasos rojos.

—¿Qué es?

—No lo sé. Pero sabe delicioso— reí ante su comentario y sin dudar por un segundo, comencé a beber el contenido con desesperación.

Nos entremezclamos entre la gente. Pude reconocer a varias personas de mi antiguo curso, otras de divisiones más pequeñas y algunos que no conocía. Cada una de las paredes estaba decorada con temática primaveral; palmeras, rosas, solcitos y muchas flores. Las luces neón hacían resaltar las prendas blancas haciéndolas lucir más llamativas. La música estaba tan fuerte que apenas podíamos oírnos. Aún así, eso no nos importaba, porque después de repetir varias veces el trago azulado que Cat había traído, lo último que hacíamos era hablar.

Bailamos sin detenernos durante tanto tiempo que habíamos perdido la cuenta. Alrededor de la pista, había dos robots de luces led que seguían paso a paso el ritmo de la canción. De vez en cuando, algunos se acercaban a tomarse una foto con ellos. Y es que las fiestas de Jack, siempre tenían algo extraordinario de que hablar.

Mis pies comenzaron a doler sobre los tacones y había empezado a perder el equilibrio. No lo pensé dos veces. Me alejé por un segundo y me senté en un sofá para quitarme los zapatos. Luché contra el broche que se resistía y no tardé en comenzar a sentir un calor sofocante recorriendo todo mi cuerpo.

—¿Te ayudo?— preguntó alguien a mi lado.

Me costó reconocer quién era. Ni más ni menos que el mismísimo Jack Dogland, el anfitrión de la fiesta más esperada del año. Ahora, llevaba el pelo más largo, casi llegándole hasta los hombros. También se había horadado la nariz y había dejado crecer su barba.

Estiré mi pierna aceptando su ayuda. Con precisión logró desabrochar mi zapato y me lo quitó dejándolo sobre el suelo de cerámica.

—Me alegra mucho verte aquí, Mich. ¿Cómo has estado?— preguntó haciendo el mismo procedimiento con el tacón izquierdo.

—Bien. Ya sabes, dentro de lo que se puede. Pero, ¿qué hay de ti? Te ves muy cambiado— contesté con algo de dificultad. Sentía el efecto del alcohol recorrer cada parte de mi cuerpo.

—Me preparo para la universidad. A partir de ahora tengo que ser un chico serio. O eso es lo que dicen.

Continuamos conversando un largo rato sobre qué haríamos el año entrante y acerca de nuestros estudios. No pasó mucho tiempo hasta que el tema, que creí haber logrado evitar, saliera a la luz en la conversación.

—Pero tú no luces tan afectada por el cambio repentino. Al parecer has estado bien acompañada—fruncí el entrecejo ante su comentario—. Dime, ¿qué se siente pertenecer a una de las mafias más grandes de la historia?¿A que ganas mucho dinero, eh?

—¿A qué te refieres?—pregunté, aunque sabía muy bien de lo que estaba hablando.

Jack no tardó en sacar su móvil del bolsillo. En menos de un minuto, enfocó la pantalla luminosa justo frente a mis ojos. Me costó centrarme en lo que me estaba mostrando, hasta que finalmente logré leer parte del informe.

Black Soul   |Completa|Where stories live. Discover now