Aprende a Desconfiar

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Muchas veces es preferible esperar nada, a esperar más de lo que en realidad recibimos

Quizás este sea hasta ahora mi escritura más difícil, ya que, en realidad entra en conflicto con mucho de lo creo o pienso.

Las cosas muchas veces, no son como parecen y en el mundo tenemos que aprender a diferenciar la ilusión de lo real.

Durante mucho tiempo, como una persona que aprendía a vivir y a caminar por la realidad de nuestro mundo, siempre creía que todos aquellos que se acercan a mí, con una sonrisa amable y te tendían la mano, era porque de verdad lo era así.

Pero de la manera más cruda, tuve que aprender que muchas veces esas sonrisas son navajas afiladas y esas manos son aguijones llenos de veneno, dispuestos a lastimarte en cualquier momento.

Muchos de los que nos rodean y dicen ser amigos, familiares o incluso tú pareja, podrían estar ocultando un monstruo, que está dispuesto hacerte daño en el momento que menos lo esperes.

No nos engañemos, luego de cierta edad, en nuestras vidas, todos lo aprendemos por las buenas o las malas, tarde o temprano empezamos a comprender que no se puede confiar en cualquier persona, por muy amable que parezca.

Yo en lo personal, digo no se puede confiar en nadie, porque nos duela o no nos guste, todas las personas a las que le damos nuestro cariño, les estamos un arma con la cual pueden herirnos.

Pero no, no pienses que lo que digo, tiene que ser así.

He tenido, amigos, familiares, parejas que pensé estarían allí para mí, personas a las cuales confié mucho de mí, y ahora solo podría decir que gracias a esas personas fue que descubrir lo malvados que podemos llevar a ser como personas.

Muchos acontecimientos en nuestras vidas, nos ayudan a crecer, madurar, cambiar y mejorar, pero hay otras que simplemente dejan marcas que no son tan fáciles de olvidar, eventos que son difíciles de olvidar.

Y no, no está mal, que confíes que, quieras o que sientas algo realmente especial por otra persona, si tú crees que está bien, pues así será. Si lo que das es sincero, no tiene por qué significar algo malo.

Pero a veces es preferible dar sin esperar mucho a cambio, así cuando nos paguen con una moneda diferente, nos dolerá menos de lo que en un principio podría ser peor.

He adoptado la creencia de que yo siempre creeré lo mejor de las personas hasta que me demuestren lo contrario, pero siempre esperando que sean capaces de hacer algo para lastimarme.

Sé que es algo contradictorio lo que planteo, pero no es tan loco o descabellado como parece, tenemos que entender que somos seres cambiantes, mutables y un día queremos pero al siguiente detestamos, un día reímos y al siguiente lloramos.

Las personas somos muy impredecibles y el creer que realmente conocemos a alguien es uno de nuestros más grandes errores como seres humanos, ya que en nuestra ignorancia llegamos a pensar que una persona que conoces desde la infancia, no puede llegar y alejarse de ti sin razón aparente, o que alguien que recién conoces se puede volver repentinamente en tu nuevo mejor amigo.

Pero sea una persona que conoces de toda la vida o una que recién comienzas a conocer, todos tienen la misma capacidad de herir, y no solo ellos tú también, yo también soy capaz de lastimar a alguien quien confía en mí.

Pero la palabra clave en todo este enrollo es CAPAZ, eso separa en una delgada línea el bien del mal.

Cada quien es dueño de sus acciones, y cada quien decide cómo y a quien dañar, ningún daño hecho a otra persona es un error y nunca lo será. Punto.

Todos sabemos en algún momento, lo que está bien o no, pero es saber percibir los efectos o consecuencias que podría desencadenar ciertas decisiones o conductas, es lo que nos hace ser esa diferencia. Nunca nadie será realmente bueno o malo, todos estamos compuestos de esa dualidad.

Solo tenemos que saber quiénes somos realmente como personas para poder comprender como funcional las demás, si tú puedes mentir, porque otra persona no, si puedes engañar porque otro no podría hacerlo e incluso mejor, si tú eres honesto porque otra persona no puede serlo, si eres leal porque otra persona no.

La respuesta es simple, porque a todos nos gusta creer, que siempre vamos a recibir bien por bien y lastimosamente no es y nunca será así.

Siempre habrá quien te traicione, quien te mienta, quien te engañe o quien te use.

Y lastimosamente la única arma realmente efectiva contra eso es alejarte de todo y todos. Algo que no es realmente factible o lógico, nuestra naturaleza nos dicta que necesitamos el contacto con otras personas para sentirnos bien.

Entonces que te propongo yo, aunque no suene bonito y sé que es así, desconfía lo suficiente de cada persona a tu alrededor, así de simple.

Por qué digo lo suficiente, porque no es que pensaras que todos te van a dañar, pero todos tienen esa capacidad de uno u otra manera, y estar consciente de ello es nuestra mejor herramienta.

Da siempre lo mejor de ti, ser un ejemplo de aquello que quieres recibir, pero siempre teniendo presente que podrías o no recibir lo mismo a cambio.

Y aunque podría decir que tengo personas realmente fieles y buenas a mi lado desde mi creencia, sé que todas y cada una de ellas puede en algún momento dañarme, pero eso no me impide darles mi afecto. Para mi serán las mejores personas hasta que hagan algo malo. Quizás a veces me gusta creer que he encontrado personas que realmente no me dañaran y es por ello que no vivo traumas, he aprendido a dar afecto pero con un escudo para poder defenderme de lo que pueda recibir a cambio. No es práctico, pero luego de un tiempo te acostumbras, porque sabes que en cualquier momento te dañaran. Es preferible el saber que puedes ser herido en cualquier momento, que vivir en un mundo de fantasía creyendo que el mundo solo existe amor y bondad.

Siempre hay que tener en cuenta que el mundo es mucho más de lo que vemos, escuchamos y sabemos.

Porque para nuestro gusto o no siempre habrá quienes solo quieran el bien para ellos, aprovechándose de la bondad de los demás.

Por Kelvin E. Lopez.

Confesiones de una mente abandonadaWhere stories live. Discover now