El dolor de la verdad

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La verdad siempre dolerá más que la mentira.
Cuántas veces nos hemos preguntado por qué mentimos o nos mienten, quizás la mejor pregunta que podemos hacernos es, por qué al enterarnos de la verdad siempre nos duele más que una mentira.
La mentira no es más que un mecanismo de defensa, un acto para ocultar nuestros miedos, inseguridades y peor, nuestros errores.
Pero no sólo es el hecho de mentir, también existe el hecho de que muchas veces nos gusta que nos mientan, es posible que sin darnos cuenta nos volvamos presas de lo que nos hacen creer las mentiras.
Quienes no han sido esa persona que dice: te queda hermoso ese conjunto que te compraste; cuando en realidad no es así, pero fuiste incapaz de ser sincero, simplemente por no querer "herir los sentimientos" de nadie. Muchos dirán pero es una manera de demostrar amabilidad, pero, quien gano con esa pequeña mentira?
La respuesta es clara. Nadie.
Con esa pequeña mentira que en un principio solo fue dicha con una buena intención, faltamos como amigo, familiar haciéndole creer a alguien algo que no es, y por otro lado la persona que la escucha, se empieza a creer algo que no es verdad, creando y luego desencadenando una serie de acontecimientos, que en muchas ocasiones, terminan en problemas mayores. Aunque muchos digan y sostienen que las mentiras son necesarias, pues... la verdad nunca estuvo más alejada de la realidad, cuando mentimos nos volvemos personas que dañan y lastiman aún así cuando no tengamos esa intención.
Volvamos a mi ejemplo anterior, que pasa cuando esa persona descubra que el conjunto que lleva, no le quedaba tan bien como le hicieron creer, puede haber 2 escenarios: donde esa persona entienda que le mintieron solo por cuidar sus sentimientos y el otro donde esa persona sepa que le mintieron, poniendo en riesgo su integridad, haciendo que broten posiblemente sentimientos negativos.
Pero independientemente de cual sea el escenario, seamos honestos a nadie le gusta saber que le mintieron por muy pequeña que sea la mentira, pero es aquí y justamente el punto al que quería llegar.
No nos gusta que nos mientan, pero tampoco nos gusta enterarnos de la verdad.
Vamos a replantear el escenario anterior, que hubiera pasado si en vez de mentir, hubiera dicho: me parece un conjunto muy lindo, pero no te queda muy bien, podrías probar con otro diferente que si se te vea realmente bien. Aquí voy hacer una pausa, quizás muchas veces no nos sentimos bien a la hora de ser sinceros y honestos con lo que decimos o pensamos, pero aunque muchas veces pueda parecer algo cruel, a la larga nos sentiremos bien con nosotros mismos, y al decir la verdad de forma honesta estamos haciendo más bien que mal.
Retomando el ejemplo, quizás la persona que nos escucha se pueda molestar o incluso lo pueda tomar algo mal, pero será solo cuestión de tiempo para que acepte que era mejor saber realmente lo que pasaba.
Ahora veamos el otro lado, existen personas que les gusta vivir en la mentira, con esto que quiero decir, son ese tipo de personas que prefieren escuchar mentiras, se dicen mentiras a sí mismos, y las dicen también, solo por el hecho de tener miedo de ser tan inseguros que ver las cosas con la realidad y claridad necesaria es demasiado fuerte, por ende se refugian en una mundo de mentiras creados por ellos, para ellos, sólo para salvaguarda su propia integridad, pero sin saberlo sólo se van hundiendo lentamente en foso del que en su futuro les será muy difícil de salir, pues la mentira sólo es el camino más fácil, pero nunca será el mejor. Muchas de esas personas son las mismas que al intentar decirle algo se sienten ofendidas incluso se sienten atacadas y casi siempre se alejaran porque cualquier intento por querer ayudarlas lo ven como un intento de derrumbar su mundo, y a veces el sentimiento de creer ser felices supera al sentido de la realidad. Solo nos queda, sentarnos y esperar a que cuando pidan ayudan, podamos brindarle una mano, un apoyo porque tarde o temprano la mentira desaparece y toda fortaleza se cae.
Por eso valora a quienes nos hablan con la verdad, porque aquellos que te dicen la verdad y te apoyan son personas más valientes de lo que piensas, los cobardes mientes y los valientes enfrentan la realidad.
Por qué no hay nada más valiente que mirar al mundo con los ojos de la verdad
Por Kelvin E. Lopez

Confesiones de una mente abandonadaWhere stories live. Discover now