¿Hay Alguien?

4 0 0
                                    

Muchas veces las personas ignoran el poder que tienen en la vida de los demás.

No quiero que esto, termine pareciendo una carta deprimida, o una nota de suicidio aunque así lo pueda parecer, pero a veces nos sentimos tan solos, estando rodeados de tantas personas, que es imposible no pensar que simplemente, somos invisibles.

Muchos tenemos tantas historias que contar y compartir. Momentos y recuerdos vividos al lado de aquellos a quienes siempre les guardamos un lugar especial en nuestro corazón y mente, pero a veces solo nos queda eso, solo eso RECUERDOS.

En todo este tiempo, he aprendido que una sola persona puede hacer un increíble cambio en nuestras vidas, pero muchas veces fallamos en la búsqueda de esa persona, a veces no es suficiente, charlar con la almohada o con la pared de tu cuarto. Muchos suelen ignorar el poder que pueden tener para cambiar por completo el estado de ánimo de alguien.

Hay momentos en los que me siento infinitamente solo, totalmente incomprendido, solo…mirando a mi alrededor, simplemente sin saber a dónde ir, que hacer o decir.

Simplemente deseando que hubiera alguien dispuesto a escucharme, alguien que quiera compartir mis historias, mis deseos y mis miedos.

Pero a veces simplemente nadie escucha, todos suelen ignorar a los demás, a menos que sea algo que les interese o les sea provechoso para ellos, han sido innumerables las noches en las que las lágrimas, son mi única compañía, el reflejo de un corazón solo y abandonado, de un corazón cansado, sediento de compañía, porque ya no soporta su propia compañía.

Muchas veces siento que solo soy un dramático que solo le gusta exagerar las cosas, hay veces cuando voy por la calle, y tengo que saludar a alguien, suelo fingir una sonrisa, para que nadie se dé cuenta de cómo me siento, pero muchas veces mis ojos me traicionan, suelo ver a las personas sonrientes con sus vidas y a veces me pregunto si habrá alguien que se sienta como yo.

Muchas veces miro a mí alrededor confundido, sin saber realmente nada, fingiendo una enorme sonrisa, mientras mi vida y mi mundo, se desmoronan y nadie viene a socorrerme, incluso si así pidiera ayuda.

Pero allí es cuando me doy cuenta de que si yo, aun queriendo encontrar alguien que me escuche, lo disimulo con una sonrisa, ¿qué le impediría a alguien más hacerlo? y es cuando entiendo que muchas veces, no somos felices con nuestras vidas, simplemente fingimos serlo solo para aparentar ante los demás.

Muchas veces nos cansamos de todo, de que nadie nos escuche, que nuestras plegarias parecieran ser ignoradas, de que sin importar cuantas historias tengamos a veces llegan a parecer insuficiente, nos cansamos de las conversaciones vacías en las que queremos gritarles al mundo que no estamos bien, pero solo tenemos que levantar nuestro rostro y mostrar una enorme sonrisa, simplemente porque el mundo dice, que no tenemos derecho a sentirnos mal.

Solía pedir ayuda y algo de atención, a veces la soledad suele ser muy aterradora y nadie quiere estar solo, cuando se está pidiendo ayuda en medio de gritos ahogados, por miedos e inseguridades, por eso yo me pregunto ¿hay alguien? Hay alguien dispuesto a ayudar a recomponer aquello que se ha ido dañando en el abandono.

Por Kelvin E. Lopez.

Confesiones de una mente abandonadaWhere stories live. Discover now