Caperucita en el Bosque Prohibido.

Capitulo 2

Buscamos por todo el lugar, pero Marie no estaba en ninguna parte.

— ¿Dónde rayos se habrá metido? —preguntó Danny

—Yo que sé, es tan solo una niña de 4 años. —respondió Bequi preocupada.

Me quede en silencio, solo trataba de encontrar a Marie observando cada rincón donde ella pudiera estar. De pronto, un aullido de lobo nos puso los pelos de punta.

¡Lobos!. Grité.

Danny nos cogió del brazo a mí y a Bequi y nos llevó hasta un árbol con un agujero en la parte baja, nos escondimos allí.

—Shh. —musitó Danny.

Bequi con lágrimas en el rostro decía: "Debemos encontrar a mi hermana lo más pronto posible".

Danny asintió

—Lo haré, por lo pronto quédense ustedes aquí y no salgan. — ordenó el niño.

Una de las cosas que no me gustan, es que me digan los que tengo que hacer. Así que no le preste atención a Danny y me fui.

— ¡Amber! ¿A dónde vas? — preguntó Bequi alarmada.

—Iré a buscar a tu hermana, Bequi. —respondí. —en parte me siento culpable, pero te prometo que la traeré.

Me alejé corriendo, sabía que podía alcanzar a Marie en alguna parte, antes de que el lobo feroz se la coma.

Corrí

Corrí

Y seguí corriendo. Hasta que volvimos a oír el aullido del lobo.

Danny se estremeció.

— ¿Qué haces aquí Danny? —pregunte atónita. —deberías haberte quedado con...

Pero el cerro mis labios con su índice y me susurro que me callara.

—Silencio. —Añadió el niño. —El lobo está cerca.

Nos escondimos detrás de un árbol sentimos la presencia de un lobo cerca de nosotros.

Mi cuerpo temblaba de miedo, en ese momento desee no estar allí, desee jamás haber ido a visitar la mansión Castelnou, pero era demasiado tarde.

El llanto de una niña nos indicó que Marie estaba cerca, entonces abandonamos el árbol y fuimos a su encuentro, tan pronto como el lobo se distrajo, corrimos, corrimos como si no hubiese un mañana.

Los sollozos de Marie se escuchaban claramente mientras avanzábamos a su encuentro, pero aún no lográbamos encontrarla, acto seguido, el aullido del lobo se hacía más notorio mientras nos acercábamos.

—Me temo que la han encontrado. —mencionó Danny.

— ¡AMBER! —alguien grito haciéndome estremecer de puro miedo.

Era el grito de Marie.

— ¡Marie! —dije en voz alta.

Ella me respondió en lágrimas, entonces pude percatarme que el sonido provenía de la espalda de la mansión . —Está detrás de la mansión, debemos alcanzarla. —dije desesperadamente.

Danny asintió

Corrimos hasta que por fin la encontramos. Estaba asustada, temblando y su cara estaba tan pálida.