Caperucita en el Bosque Prohibido.

Capítulo 10

Jamás entenderé lo que significa el amor verdadero. Bequi tenía mucha razón en ello, aun así, me lo contó todo. Su relación con Hugh Fauré fue como un cuento de hadas para ella. A pesar de la diferencia de edad, a ninguno de los dos les importó aquello. Pero, Bequi sufría mucho debido a la ausencia de Hugh. Él se había marchado, también todos los de la mansión se habían ido, quizá para siempre.

Decidí irme y dejarla sola, ella necesitaba estarlo, el dolor de su corazón era demasiado fuerte.

Mientras caminaba por la parte trasera de la casa de la abuelita Jana, recordaba los buenos momentos que pase junto a Bequi, cuando aún éramos niñas, las travesuras que solíamos hacer, nuestras escapadas al bosque prohibido, la casita de árbol. Cerré los ojos e imagine que era Bequi, supongo que debe ser duro que la persona a quien tanto amas se fuera así de rápido, y que no te mencionara nada al respecto.

Esto no podía seguir así, tenía que hacer algo por Bequi, pensé. Y de pronto surgió la idea de ir a la mansión Castelnou, por primera vez entraría en esa mansión abandonada.

Caminé mucho hasta llegar a las rejas que cercaban la mansión, procedí abrirlas e ingresar, la puerta estaba abierta y para mi sorpresa encontré una nota en el suelo. La levanté y leí:

"Querida Bequi, te espero en el lugar donde nos conocimos".

Me pregunte si Bequi abría leído la nota, pero, seguramente con el dolor y la desesperación seguro la había pasado por alto, mi deber era entregársela.

Pero había algo en mi me lo impedía hacerlo.

Observé el lugar, y no era como me lo había imaginado todos estos años, era una mansión después de todo, la sala estaba muy bien arreglada, había cabezas de animales colgados en la pared, y toda la habitación tenía un estilo antiguo pero elegante.

Suspire, y desee al menos haberlos conocido antes que Bequi. Quizá la historia sería diferente o... quizá no.

De todos modos, la mansión Castelnou ya no era un misterio para mí.

La hora era avanzada y tuve que regresar a casa.

Mamá me hablaba en el auto.

— ¿Qué te dijo Bequi? —preguntó.

—Nada importante.

— ¿Tu ya lo sabias?

— ¿Saber qué? —pregunté curiosa. Bequi no me había contado muchos detalles, pero, lo único que recordé fue que entre ella y Hugh Fauré había una relación amorosa muy fuerte, ella lo conoció en un circo, y desde entonces se estaban frecuentando muy seguido, hasta que un día, hoy, él desapareció para siempre. —No entiendo.

—Bequi espera un bebe. —dijo Mamá.

Abrí los ojos como plato.

¿Qué era lo que mamá había dicho? ¡Bequi embarazada! Eso no podía ser cierto, era...

— ¿Habláis en serio mamá? —le pregunté y mamá asintió.

—Me sorprende que no te halla comentado nada. —comentó.

Yo negué con la cabeza.

—Cuando estabas afuera investigando no sé qué, ella llegó a casa de tu abuela y junto a Danny Mackenzie nos comentó lo sucedido, tu abuela casi le da un infarto, pero, sobrevivió. Estuvieron interrogándola para saber quién era el causante de todo esto, y para la deshonra de la familia Larsen, tu prima metió la pata con un cirquero de quinta.