Caperucita en el Bosque Prohibido.

Capítulo Especial 1

2 años atrás

***

—Vengan todos a ver el "Circo de los deseos". —Decía un comediante del pueblo. —Este circo cumplirá cualquier deseo que le pidiese.

Por el camino, Bequi, su hermana y su padre caminaban en la feria cuando ella escuchó hablar al hombre.

—Papá, papá. Mirad es el circo de los sueños, ¿podemos ir? —dijo Bequi alentándolo a su papá.

—Solo si Marie está interesada. —respondió él.

Marie y Bequi se miraron cómplices y Marie dijo que "si".

El popular circo de los deseos. El más misterioso de todos los circos de los tiempos. Su fundador, se cree que perteneció a la realeza en el pasado y que ahora se hace llamar E. Black, el domador de lobos salvajes.

La función estaba a punto de empezar, Bequi y Marie se sentaron en una de las primeras filas. El circo estaba repleto y la gente estaba ansiosa de que la función empiece.

El primero en salir fue E. Black, un hombre de cabellos dorados, piel blanca y ojos azules como el cielo azul.

—Buenas Tardes Señoras y Señores, con ustedes damos comienzo a esta inimaginable función de todos los tiempos. —cantó E. Black.

Bequi estaba ansiosa por ver que la función comience, para ella, toda su vida había anhelado ver una función de circo.

El segundo en salir fue el payaso, era un payaso único e incomparable, su risa era tan graciosa que no necesitaba hacer un sonido para que toda la gente comenzara a reírse.

Marie estaba muy interesada en aquel payaso, era tan único, y le recodaba a alguien especial que había visto de pequeña. Pero no estaba segura de quien realmente era.

El tercero en salir fue el más audaz, el acróbata. Con mucha cautela y precaución el acróbata caminaba por la cuerda floja. Su mirada estaba concentrada y su rostro estaba tan serio. Desde lejos su apariencia de roedor era visible, alto y delgado era el joven, quien además poseía ojos rasgados.

Después del acróbata le siguió un joven muy peculiar. Su apariencia era muy pero muy hermosa. Su nombre era John uno de los presentadores quien tenía a cargo la escena junto a E. Black de domar a un lobo sumamente salvaje.

El miedo se incrementó después de esa escena porque llegó el Traga fuegos. Un joven de 18 años, fornido y muy alto también, él tomó una espada en llamas y se la introdujo en la garganta.

Bequi casi se desmaya del susto, toda la audiencia temía por aquel chico, su muerte era imprescindible. Mientras tanto el silencio era tan ensordecedor que inundaba la función. Al terminar, el joven sacó la espada del interior de su cuerpo como si no hubiera pasado nada. Era sumamente asombroso.

Los aplausos retumbaban la sala, había sido una gran función de circo que Bequi jamás en su vida había visto.

E. Black anunció que había llegado el momento de escoger a la persona que se le concedería un deseo esa noche. La escogida fue nada más y nada menos que la que estaba sentada en el asiento número 15.

¡Era Bequi!

Bequi saltó de la emoción y corrió al encuentro de los chicos. E. Black se le acercó a saludarla con un fuerte abrazo.

—Hola preciosa, ¿Cómo te llamas?

—Me llamo Bequi. Bequi Larsen Caballero.

—Muy bonito nombre. —respondió E. Black.