Capítulo 12

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La luz del sol alumbraba desde mi ventana despertándome. Observe con ojos entreabiertos mi despertador.

8:00am.

Me levanté de un brinco, y lo primero que se me vino a la cabeza fue:

¡Kyle!

¡La cochera!

Anoche había sido una noche muy larga, me quede conversando con Kyle.

Recordé que mi mejor amiga Camila, quien me lo había dicho una vez. Quizá ellos atacaron la casa de mi abuelita por Nieves y eso resulto cierto.

Kyle me habló de E. Black, y que tiene el objetivo de quitarme a Nieves. Eso jamás se lo permitiría.

Baje a tomar mi desayuno, mamá preparó tarta de fresa y chocolate caliente. Corté un pedazo para llevárselo a Kyle, de seguro estaría hambriento. Me aseguré de que nadie me viera entrar a la cochera con la comida en mis manos.

Mamá y Papá estaban muy ocupados con sus cosas del trabajo. Casi nunca me tomaban atención, a menos que haga algo extraño como una rabieta o me meta en algún lio. Y sin dejar de lado que estaba castigada.

Abrí la puerta de la cochera y estaba vacío. Un frio inmenso recorrió mi corazón, pero se desvaneció al ver la colita de Nieves moverse a mi encuentro.

—Hola Nieves. —la saludé, observé a mi alrededor en busca de Kyle, quizá se habrá ido por que anoche me dijo que solo quería refugio de una noche. Ya había pasado esa noche. — ¿Me pregunto a donde habrá ido Kyle? ¿Lo sabes Nieves? —le pregunté.

Estaba vacío hasta que la sombra de Kyle detrás de mí casi me paraliza.

— ¡Tarta de fresa! Mi favorita. —dijo emocionado Kyle.

— ¿Dónde te metiste? —le pregunté.

—Estaba durmiendo dentro del auto, si no te importa, es que era más cómodo que dormir en el suelo. —dijo sujetando la tarta de fresa de mis manos.

—Oh, no hay problema, de todos modos, ese auto ya no lo usamos. —le mencioné.

—Amber muchas gracias. —dijo Kyle con un trozo de Tarta en la boca. — No sabía que fueras tan amable

¿Nunca te han enseñado a no hablar con la boca llena? —le pregunté.

Pero él se limitó a sonreírme.

Entonces recordé a Camila, ella de seguro se alegraría un montón si lo viese a Kyle, estaba segura ahora que los chicos del orfanato nunca murieron. Pista resuelta.

Quería saltar de la emoción, pero Kyle estaba cerca y debía controlarme. Al fin el misterio de la mansión Castelnou estaba resuelto.

—Bueno creo que es hora de irme. —dijo Kyle.

— ¡No puedes!

Kyle me miro y alzo una ceja.

—Haber señorita Amber, anoche casi me botas de tu casa porque no quería que pusiera un pie en ella, y ahora me dice que no puedo irme.

—No te iras. —le ordené, no podía irse, Temía que E. Black viniera y se llevara a Nieves. —Prometiste protegerme.

—Creí que tu podías hacerlo solita.

—No es cierto. —dije agachando la cabeza. —Solo cuando estoy en mi zona de confort, y ahora siento que la he perdido.

—No entiendo.

Caperucita en el Bosque Prohibido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora