Capítulo 11

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Aún no podía creer lo que había hecho, ¿acaso me había vuelto malvada? Tenía mucha colera hacia Hugh, y solo quería darle su merecido, eso era todo. Ojalá no se me haya pasado la mano.

Mis piernas no dejaban de temblar, realmente si no me hubiera defendido de esa manera, ahora quizá estuviera muerta. Hugh es un tipo extraño. Muy extraño.

Seguía caminando completamente sola por las oscuras calles de Francis y sin darme cuenta llegue a un lugar sin salida, el miedo cada vez se apoderaba de mí, me faltaba mucho para llegar a casa, si había llegado caminando dos horas hasta aquí ahora me demoraría 3 horas por la oscuridad tremenda que existe.

Mi capa roja era lo único que me protegía del frio.

De pronto, escuché un ruido detrás de mí. No quise prestarle atención hasta que observé una sombra acercarse. Lo siguiente que vi casi me mata de un infarto.

La luz de la luna iluminaba mi camino cuando me acorralaron, cinco extrañas criaturas, pude reconocerlos, eran los chicos del circo, si estaba segura que eran ellos. Me dije a mi misma que debía correr, porque de seguro estaban aquí para vengarse de lo que le hice a su amigo Hugh.

Me dispuse a correr, pero, Hugh llego a mi lado y me jaló mi capa, revelando así mi identidad. Todos estaban asombrados, realmente ninguno de ellos sabía quién era. Pero había algo extraño en ellos, sus rostros eran un tanto diferentes, sus ojos cambiaban de color en la oscuridad, y en sus bocas había algo...

¡Rayos!

El lio que me había metido yo solita por buscapleitos, estaba acorralada. Me di cuenta de que uno de los tipos tenía mucho parecido a Kyle, el veterinario de Nieves, era idéntico a él. A diferencia que su cabello era más castaño. Kyle era rubio.

No debía mostrarme miedosa, yo era Amber y no le temía a nada, decía en mi interior

Ellos se abalanzaron sobre mi uno a uno y yo los esquivaba como una profesional, no me dejaría vencer tan fácilmente. Pude acabar esquivando a casi todos, excepto a E. Black, él estuvo a punto de golpearme la cara cuando alguien lo detuvo.

A mis espaldas pude sentir la presencia de una persona y todos los demás se levantaron a observarlo. No podía saber quién era, pero, su voz me resultaba muy familiar.

— ¡Déjenla! —grito él chico.

—Kyle ¿Qué rayos estás haciendo? —dijo E. Black con ojos furiosos.

—No seáis abusivos, 5 contra una jovencita—musitó Kyle. Realmente era su voz, estaba segura, voltee a observarlo y era el mismo. Kyle, estaba detrás de mí frunciendo el ceño. — Déjenla en paz.

— ¡Ella no es una jovencita! Es un monstro. —exclamó Hugh sosteniendo mi capa roja en sus manos.

—Babos, no saben que son las artes marciales. Ella solo hace uso de eso, pero es inofensiva. — me defendió Kyle.

¿Inofensiva? Quien rayos se cree este para hablar así de mí, pensé. Pero Kyle era reamente encantador.

—Kyle, es mejor que tengas la boca cerrada si no quieres tener problemas con nosotros. —sugirió Jesse.

—Amber, regresa a casa. —ordenó Kyle.

¿Regresar a casa? Pero si era lo que estaba haciendo hasta que llegaron estos y me lo impidieron, pero, aun así, yo no recibo ordenes de nadie.

Caperucita en el Bosque Prohibido.Where stories live. Discover now