DÍA 6: MI SECRETO.

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DÍA 6: MI SECRETO.

Despertó por hábito.

Recién había amanecido, y se podía escuchar un canto intenso pero agradable, de pajarillos igual de madrugadores que ella.

Se frotó los ojos, mientras levantaba la vista para ver donde estaba dormida.

Fue entonces que lo recordó.

Se habían quedado hablando hasta muy tarde con Zen, acabándose toda la cerveza y fondue de queso, y ahora este se encontraba dormido frente a ella, en el otro sofá.

Recordaba bien que ella le había dado su única frazada grande para taparse, pero este al parecer esperó hasta que se durmiese, para devolvérsela, tapándola.

Y ahora dormía tranquilo, con los brazos cruzados y el cabello suelto, para evitar sentir frio.

Se levantó de golpe al notarlo, acercándosele para taparlo.

Este dormido, aceptó la frazada, apretujándola entre sus manos.

Es muy hermoso, incluso de dormido, pensó mientras se acomodaba el cabello en una coleta desalineada.

Había sido muy gentil en acompañarla la noche anterior, y deseaba invitarle el desayuno antes de que tuviesen que ir con el resto del grupo.

.-.-.-.-.-.-.-.

Para cuando había despertado, su mayor ya no estaba.

Eso era una buena señal.

Aún era muy temprano y junto con el resto de la cabaña, irían juntos a desayunar cuando el guía guardabosques llegase.

Entonces sacó su celular.

Aún tenía un 70% de batería.

No había señal en aquel lugar, pero si podía leer sus mensajes guardados.

Aprovechando aquel pequeño momento de privacidad, entró a la bandeja, para leer los mensajes de un contacto en específico.

"Oh, así que te vas de vacaciones a las montañas, saca muchas fotos para que me las muestres luego"

"Si, lo haré".

"Mmm... admito que voy a extrañar estos días que te perderás. El trabajo no es el mismo cuando faltas, Saeran".

"¿No es el mismo en qué sentido? ¿Mi reemplazo no es eficiente? ¿A eso te refieres?"

"No... él es bueno, pero él no es tú... olvídalo, Jajaja son cosas mías..."

"Está bien. Tu siempre eres muy animada, creo que extrañaré eso estos días".

"¿En serio? Oh... sabes, definitivamente, tienes que salir conmigo en una cita cuando vuelvas, no voy aceptar un no por respuesta. Iremos a un café, al cine... o al parque de atracciones Iras conmigo, ¿verdad?".

"Yo... te responderé cuando vuelva".

Sin darse cuenta, una sonrisa se había dibujado en sus labios. Y un brillo extraño cubría sus ojos.

Al igual que todos, tenía un secreto.

Un secreto que no animaba a descubrir y sacar al sol, porque pensaba demasiado en cómo afectaría aquel, su relación cercana con su mayor, que era muy dependiente de él.

Eso le afligía, y era algo que deseaba hablar con él, en aquel viaje.

.-.-.-.-.-.-.-.-.

Estaba fritando los últimos pedazos de revuelto de omelette con salchicha, cuando un recuerdo fuerte vino a su mente.

Era de hace un par de años atrás, cuando MC le ayudaba con algunos papeles de la cafetería, y estaba comprometida con Yoosung, a quien le faltaba poco para graduarse, pero estaba de cola ahí, esperando que esta terminase, para irse juntos.

― Jajaja pero hablando en serio Jaehee ―dijo MC, mientras centraba su mirada por un momento en ella y no en los papeles―. Sabes tanto de Zen, no, de hecho, sabes más de él que cualquiera de sus fans, que... ¿no te ha llegado a gustar como interés romántico?

― ¿Qué? No... Zen y yo... ―titubeo al ver que ambos lo miraban con una mirada expectante.

― Antes de que respondas, te aclaro que Yoosung no dirá nada, ya lo entrené para ser una tumba silenciosa cuando se lo pida.

― Si, ahora no hablo, aunque me torturen.

― No, no es que no confíe en ustedes, pero... ―se tomó unos segundos para pensar las palabras exactas―. No hay nada de eso entre nosotros, solo somos amigos, es lo único que hemos demostrado todo este tiempo.

― Los hombres solo llegamos hasta donde nos dejan llegar, por lo menos los hombres como Zen y Yo ―dijo el rubio, con una expresión seria y pensativa en su rostro, mientras se acercaba más a su novia y juntaba su mano con la de ella―. Si mi cariño hubiese sido amable conmigo, pero dejándome claro que solo me veía como un amigo, yo lo hubiera aceptado, sufriría por dentro, y seguiría siendo su amigo incondicional, amándola en silencio, por toda la eternidad...

― Awww ¿en serio cariño?

― Si, muy en serio.

― Eso es muy lindo, en mi caso, yo creo que no hubiese podido aceptarlo, incluso si estabas saliendo con alguien, hubiese peleado contra esa perra hasta el final, por ganar tu amor...

― Oh ¿¡En serio?! Saberlo, me asusta y gusta al mismo tiempo, por alguna extraña razón.

Tosió al ver que ambos se habían desviado del tema central.

― Volviendo al tema, no creo que ese sea el caso conmigo ―dijo Kang.

― ¿En serio? Es extraño que no le hables en la realidad, como le hablas en el chat, de hecho, eres mucho más formal con él en persona ―refutó MC, arqueando las cejas con mucha desconfianza, para luego ser imitada por su casi esposo.

― Le hablo así, porque solo somos amigos, y nos respetamos muchos.

― Pero incluso los amigos pueden convertirse en algo más...

― Si, mi cariño y yo, no solo somos novios, también somos mejores amigos...

― Pues nuestra amistad, es una amistad de adultos serios, no evolucionará jamás a otra cosa, punto.

Debió haberse sonado, muy molesta en ese momento, ya que los Kim no volvieron a hablarle del tema, nunca más.

Tal vez fui muy mala esa vez con ellos, pensó, con la mirada perdida, como si recordase algo mucho más profundo.

― ¿Eso son huevos con tocino? Ah... vas hacer que quiebre mi dieta con tal tentación, Jaehee.

La mencionada no esperaba que el cenizo apareciese tan de la nada, y reaccionó asustada, levantando demasiado el sartén, haciendo que la mitad de su contenido volase por los aires, cayendo a los lados.

― Lo siento.

― No, yo lo siento, no debí hablar así de la nada, déjame ayudarte a levantarlo.

Solo se necesitó un segundo para que, entre la confusión, ambos se rozasen las manos, al querer alzar un mismo punto.

Sus miradas se cruzaron nerviosas por un segundo ante ello, para luego seguir limpiando hasta acabar.

― Yo... haré el café e volveré a la mesa, por favor, ve comiendo sin mí.

― Si, esta bien...

Se retiró rápido de la sala, ante tal mentira lanzada, ya que el café era lo primero que había preparado, para mejorar su sabor, y lo que realmente quería hacer, era ocultar el rubor que ya no podía suprimir en su rostro.

― Lo siento, Zen, pero este es mi secreto... ―murmuró para sí, ocultando su rostro en la toalla del baño, donde se había mojado la cara.





FIN DEL DÍA 6.

Fictober 2019 - Especial Mystic Messenger - Una historia en drabbles.Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin