DÍA 8: TÓCAME.

43 7 1
                                    


DÍA 8: TÓCAME.

Aprovechando que lo tenía inmovilizado por unos segundos, lo agarró del cuello de su abrigo.

― ¡Responde, quien te envió a seguirme! ¿Cuántos son?

El rojizo tosía ante la falta de oxígeno, tratando de apartarla, forcejando con sus brazos.

― No se... de... que... hablas... yo estoy... retirado... ―logró expresar a duras penas―, visité este... lugar... porque... estoy de vacaciones...

― ¡¿Qué?! ¡Mientes! Nadie viene solo de vacaciones a este lugar... ¡¿Para quién trabajas?!

Lo levantó del piso, para arrinconarlo contra la pared, y así poder buscar si portaba algún arma, pero se escuchó la puerta del baño abriéndose de nuevo, lo que significaba qué...

Tócame, ―le susurró rápidamente, al notar que no llegaría a tiempo para ocultarse en alguno de los baños.

― ¿Qué? ¡No!

Volvió a darle un golpe al estómago, para que no se resistiese, y fingir una escena que no pareciese lo que era.

El rojizo apenas pudo abrir los ojos, al notar que la rubia se había acercado demasiado a él, para besarlo, y acomodar sus brazos en su fina cintura, haciendo creer al desconocido que entraba al baño, que nadie estaba golpeando a nadie, y eran solo una pareja apasionada y sin escrúpulos.

El desconocido apenas entró, los notó y salió espantado sin decir nada entendible.

Apenas se fue, ambos se separaron, tosiendo por rechazo a lados diferentes.

― ¿Qué demonios? ¿Por qué me besaste? ¡maldita loca!

― No tuve opción, si me veía golpeándote, saldría corriendo a pedir ayuda.

Seven estaba a punto de reincorporarse por completo, cuando esta lo empujo de nuevo, a uno de los sanitarios del fondo, donde tendría más privacidad para interrogarlo.

.-.-.-.-.-.

― Francis, se nos olvidó decirle a tu amigo, que Marushka Coetwo, está trabajando con nosotros ―dijo un tanto sobresaltada la pelirosa embarazada, dejando su taza de té a un lado, y abrazando a su esposo―. No vayan a cruzarse en el camino... sabes que no se llevan bien...

Vanderwood sonrió por lo bajo con malicia, mientras observaba hacia la nada, como si se lo imaginase.

― Tranquila, dudo que pase.

Lo cierto es que aquella rubia era también una ex agente, pero de origen ruso.

Había fingido su muerte, al notar que la desecharían, y aceptado trabajar en aquel lugar alejado de la civilización por invitación de la esposa de Vandy, de quien se había hecho amiga en una misión de infiltración en una Universidad, hace años.

Vanderwood la aceptó, pero porque la conocía de forma distinta y poco agradable para el recuerdo, al igual que Seven.

― Te dije que algún día me vengaría, Luciel. Que esa broma de mandarme a una isla deshabitada con volcán en plena erupción, me la pagarías con creses... ―murmuró para sí, el castaño, mientras observaba con agrado desde las cámaras de vigilancia, como la rubia agarraba desprevenido al rojizo, para llevárselo al baño a darle una putisa, al estilo militar.




FIN DEL DÍA 8

Fictober 2019 - Especial Mystic Messenger - Una historia en drabbles.Where stories live. Discover now