DÍA 10: TARDE LLUVIOSA.

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DÍA 10: TARDE LLUVIOSA.

El segundo día de campamento para el grupo, no fue muy productivo.

Aunque no fue necesariamente malo.

Todos descansaban de la trasnochada por haber asistido a la fiesta del pueblo, festejando el año nuevo lunar.

Amaneció lloviendo a cantaros.

Y si bien todos despertaron tarde, el hambre empezó a sentirse en sus estómagos, obligándolos a moverse.

Todos terminaron reunidos en el mini castillo rodante de Jumin, donde había de todo, pero con un dueño incapaz de preparar unos buenos...

― ¿Quién quiere otra porción de pizza? Esta es 4 quesos, recién salida del horno... ―expresó Yoosung, quien, con una notoria agilidad, agarraba la bandeja completa con una mano, mientras que, con la otra, usaba el corta-pizza y repartía a diestra y siniestra, según escuchaba los pedidos.

Por otro lado, Jaehee terminaba de preparar las bebidas calientes y no se limitaba con su experiencia decorando cada vaso de café o chocolate caliente.

― Cariño, ya deja la bandeja en la mesa y siéntate a mi lado ―expresó MC, deteniendo a su esposo, quien no podía evitar emocionarse cada vez que cocinaba algo, y terminaba siendo el último en comer―. Aunque no se los ofrezcas, se lo comerán todo.

― Ey, Jaehee, tu también ven a sentarte, aquí no somos mancos para que necesitemos ayuda para tener café en nuestras tazas, tu también estas de vacaciones ―dijo el cenizo, quitándole sin preguntar, la jarra de la cafetera que tenía en su mano la castaña, para posarla en la mesa de a lado, donde se sentaban Jumin, V, y los Choi―. Ven, siéntate aquí conmigo, te aparte de la pizza anterior, de esa con tus ingredientes favoritos, come o se terminará por enfriar.

A pesar de ser ocho personas, el living de aquel lugar era lo suficiente para que todos estuviesen cómodos.

Las charlas no cesaron.

― No era lo planeado para hoy, pero me alegra que todos por fin estemos reunidos, comiendo en un ambiente agradable...

― Yoosung ¿Cómo puedes decir que este día lluvioso es agradable? ―se quejó el cenizo―. Si no fuese por tu pizza y el café de Jaehee, ya hubiese caído en depresión...

― Coincido con Zen, yo también prefiero el clima despejado, creo que todos le debemos un aplauso a los cocineros ―agregó MC, siendo la primera en aplaudir, seguida del resto.

― Hum, ciertamente lo disfruté, el nivel de cocina de Yoosung y Jaehee es digno de encomio. Aun me pregunto por qué es que nunca hicieron una alianza de socios culinarios.

― Concuerdo con Jumin, no exagero, pero este es el mejor desayuno que he tenido en días ―añadió V.

― Pues no estuvo mal, pero no superan a mi desayuno preferido, Honey Budda ships y Dr Peppers...

― Cállate Saeyoung, no digas tonterías, no puedes comparar esa comida basura, con este buen desayuno caliente ―gruñó por lo bajo Saeran―. Si no fuera porque yo cocino en casa, ya hubieras perdido tu riñón...

Así siguieron hablando entre ánimos y quejas, hasta pasado el mediodía.

La lluvia no cedía, cayendo con la misma intensidad.

― Oh, con razón el cielo se está cayendo ―expresó con ligera burla Zen, mientras veía de reojo a uno de sus compañeros de limpieza―. No se asombren si no despertamos mañana.

― Que exageración, lo mencionas como si fuese algo paranormal ―se defendió Han, mientras le pasaba el plato a Saeran, quien lo enjuagaba, para recién pasárselo a Zen, quien lo secaba con un repasador y lo acomodaba en su caja respectiva.

Pero lo cierto es que casi todos en el camper no pudieron evitar reírse o asombrarse al ver a Jumin Han, CEO de C&R, con guantes y mandil de cocina, fregando los platos sucios, en una abundante espuma.

Todo por haber perdido en el torneo relámpago de piedra papel y tijera, que se hizo para decidir quiénes limpiarían.

― Tengo una duda ¿Por qué Yoosung y Jaehee quedaron fuera de ese torneo decisivo? ―inquirió el pelinegro, apretando con fuerza la esponja de bombril, para quitar los restos duros de comida que habían quedado en las bandejas.

― ¿Qué por qué? ¿Que no es obvio? Ellos cocinaron. Es ley.

― Si, los que cocinan, no lavan, es una ley universal tanto en los restaurantes, como en los hogares ―explicó con más calma Saeran, quien le devolvía de nuevo el plato que recién le había entregado―. Este plato aún está sucio, pon un poco de desengrasante en la esponja y no directo al plato, y tendrás mejores resultados.

Luego del espectáculo del lavado de platos y cocina, todos volvieron a reunirse en el living, al ver que la tarde lluviosa seguiría.

― Me aburro, si no jugamos otra cosa más que solo cartas, me iré a dormir.

― Hum, podríamos apostar dinero real, para hacerlo más entretenido...

― No nos va tan bien en esta temporada baja de ventas en la juguetería, para que quieras despilfarrar nuestro dinero Saeyoung.

― A mi si me parece buena idea, no tengo efectivo, pero podríamos apostar acciones, todos aquí somos dueños de acciones, en distintos rubros comerciales ¿no?

― Puede ser, pero no todos somos tan impetuosos como para apostar algo demasiado valioso en nuestro vivir.

― Si, yo apoyo a Jaehee, ¿por qué mejor no jugamos a esto? ― MC levantó en su mano, la botella vacía que había encontrado en la alacena de la cocina.

― ¿Un torneo de quien bebe más? Hum... es algo temprano para ello, y tengo entendido que tú no puedes beber ― respondió Jumin con extrañeza.

― Si, y lamentablemente no tenemos tanto alcohol como para los ocho ―dijo V, un tanto agobiado.

― Y yo no bebo vino, eso es para estirados, pero si consiguen cerveza, yo le entro ―agregó el cenizo, recuperando el interés.

― Yo nunca he bebido hasta emborracharme, tengo curiosidad ―confesó Saeran, mientras su gemelo lo observaba indignado de forma graciosa― dudo que gane, pero me animaría a participar...

― Cariño, no me parece una buena idea, además, tú no puedes beber ―aclaró enfadado el rubio.

MC soltó un suspiro al notar que medio grupo tenía tendencias alcohólicas reprimidas.

― No... no me refería a beber, sino, al juego de la botella ―aclaró―, ya saben, se hace girar la botella en el centro de todos, eligiendo a dos personas... ¿Qué soy la única persona aquí que tuvo una adolescencia clásica?

― Oh, yo si la he jugado ―dijo captando Zen―. Pero no creo que sea buena idea, digo, Yoosung y tu están casados, no me digas que son de ese tipo de esposos modernos...

― ¡Para nada! Al contrario, somos muy a la antigua ―protesto la castaña casada, con voz de ofensa, mientras abrazaba de forma exagerada a su rubio, como si fuese una almohada―. Me refería al juego de la botella con verdad o reto. No quiero imaginarme que versión conociste tú, Hyun...

Todo el grupo volteó hacia el cenizo, con mirada de reproche e indignación, en especial cierto rubio.

― Degenerado ―soltó Saeran, quien estaba más cerca suyo, para luego apartarse un poco de su lado.

― Bueno ya, perdón por no haber sido un estudiante conservador en mi juventud...

― Estoy segura que Zen no trataba de ser desagradable, yo también conozco varias versiones de ese juego de la botella ―declaró Jaehee, tratando de calmar el mal ambiente―. La versión de Verdad o reto me agrada, es muy divertida. Si uno simplemente no quiere responder, puede optar por el reto.

Ante la explicación y aceptación de Jaehee, el resto del grupo aceptó la propuesta de juego.

Lo cual más tarde, la mitad se arrepentiría.

FIN DEL DIA 10.

Fictober 2019 - Especial Mystic Messenger - Una historia en drabbles.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora