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Un segundo.
Louis solo pide un segundo.
Un segundo de una mirada, de un toque de sus manos con las de su esposo, un segundo de un abrazo, de un beso, de el aliento de él chocando con sus labios, un segundo escuchando su risa, solo un segundo sentirse en paz después de tanto tiempo. No importa de qué, solo quiere saber de él, sentir su calor en todo su cuerpo.
Lo admite, es muy pequeño a comparación de su esposo, pero ama eso. Ama ser más pequeño, ama ser envuelto por todo el cuerpo de él; su orgullo siempre le impide admitir eso en voz alta, pero ama tanto sentirse vulnerable entre los brazos de él, del calor de su cuerpo cuando hacían el amor.
Todo.
Extraña todo de él.
Solo pide un segundo de Harry.
Un segundo de su energía, su alma, de sus sonrisas dedicadas al otro. Un segundo siendo uno mismo.
Pero ya han pasado tres semanas, y no sabe si volverá a tener un segundo con el amor de su vida.
"Hola, estás llamando al servicio de sexo con Harry. Si estas escuchando esto es porque, o no puedo contestarte, o porque no quiero contestarte. Así que, deja tu mensaje después del beep. ¡Beeep! ¡Broma, broma! Ahora sí, deja tu caliente mensaje y te llamo, o no."
Dejó cuatro mensajes.
Nunca devolvió la llamada.
Y Louis estaba entrando en una especie de desesperación, porque... por Dios, es su esposo. Tendría que saber dónde está, con quién, si está bien, si necesita algo, si necesita su compañía, si está comiendo bien o si se está tomando su medicamento en la forma y la hora correcta. La impotencia de no poder buscarlo porque, bien le dijo su tío Charlie, tal vez su esposo necesita un tiempo a solas con todo lo que había pasado.
Pero necesita saber si está bien.
Bien se lo han dicho todos sus amigos, no necesita estar preocupado por Harry. El rizado se fue por su propia cuenta. Se fue para resolver sus problemas, y Louis lo entiende, pero no le cabe en la cabeza cómo se fue sin decir nada y simplemente dejarlo con el corazón roto.
Aunque, no puede quejarse de eso, él también le había roto el corazón a su marido.
Sigue con su vida. Claro que lo haría. No todo el tiempo está triste por Harry, todavía hay momentos en los que se ríe junto con sus amigos y donde sonríe tan fuerte que sus ojos se achicaban para formar las arrugas características del chico castaño, pero de repente vienen los recuerdos; esos ojos verdes, esos labios carnosos color sandia, tan lindas facciones, hoyuelos a sonreír.
Lo extraña tanto.
Y espera el momento en el que vuelva. Y espera que sea tan pronto como sea posible.
Por mientras, él está buscando un trabajo. Ha terminado su semestre en la Universidad con calificaciones excelentes, así que, aprovechando sus vacaciones, quiere distraerse con algo y ahorrar para comenzar a invertir para una casa propia, tal vez comprarse un nuevo auto, o tal vez mal gastarlo con un viaje de esa "luna de miel" que jamás tuvo con su esposo.
Lo intenta, de verdad intenta no pensar en Harry, pero le es imposible.
Sí, su relación no comenzó de la mejor manera. Louis sabe que cometió muchos errores en su relación con Harry. Sabe que tuvo que decirle la verdad desde un principio, y solo Dios sabe cuan arrepentido está por todo lo que hizo, y no ayudó mucho el que no lo buscara cuando el rizado aún estaba en la ciudad. No ayudó en nada su cobardía, su vergüenza de no poder ver a la cara a su marido después de todo lo que pasó.
