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¿Cómo comenzar a pedir disculpas por todo lo que ha pasado? ¿Por actuar de manera tan impulsiva? ¿Por llegar a ser hipócritas con el pequeño que desconocía tanto de la vida? Bien ha salido de sus corazones hablar con Niall, decirles lo mucho que sentían haberle atacado de esa manera aquella noche en la que, prácticamente, todo se había ido a la mierda. No haberle buscado desde hace tiempo para aclarar las cosas. Ser los amigos que se suponen que deban ser.
Liam, Lily, Mary, Cara y Ashley están frente a la puerta del departamento del pequeño, sabiendo la localización de esta gracias a Louis quien, con una sonrisa llena de orgullo, les dio la dirección, sabiendo que sus amigos irían para ofrecerle una disculpa a Niall, solo con tan única preocupación que haya alguna otra pelea; están nerviosos, ansiosos, y no pueden sentir más vergüenza en esos momentos.
Lily toma la iniciativa y toca el timbre del departamento, escucha como el timbre suena por dentro del departamento, y gracias a esto su corazón comienza a latir con tanta fuerza que lo siente como un nudo en su garganta, pero sabe que ya no puede arrepentirse, no cuando ve al pequeño Niall abrir la puerta, con un pijama tres tallas más grande, despeinado y con sus ojos entrecerrados, dando indicios que acaba de despertar.
—Oh —los ojos de Niall se abren por completo, un tanto sorprendido por la visita tan inesperada—. Hola, chicos. Buenos días. Uhm... —las mejillas de Niall se sonrojan, un acto adorable para los presentes—. ¿Se les ofrece algo? ¿Quieren pasar?
—Vinimos a hablar contigo —dice Mary, quien está sosteniendo una pequeña caja con un listón—. Uh... trajimos un pastel.
Niall sonríe entonces, haciéndose a un lado para que los chicos pasen a su departamento mientras murmura un "pasen, por favor"; estos observan que está pulcramente limpio, algunos libros están esparcidos por la mesa de centro, haciendo notar que el pequeño es fanático de la literatura. La cocina también está limpia, a excepción de algunos platos sucios amontonados en el lavabo. Hay un plato con un emparedado a medio comer y una taza con manchas de café por dentro. La televisión está encendida con el noticiero de la mañana, y Lily piensa que el chico seguramente se quedó dormido mirando alguna noticia sin relevancia.
—¿Qué se les ofrece, chicos? —pregunta Niall, quién rodea su propio cuerpo con sus brazos—. Yo no... creí que...
—Realmente, no sabemos por dónde iniciar, nosotros... —la misma Lily se detiene, buscando las palabras correctas mientras mira sus manos en un acto de nerviosismo—. Nosotros queremos pedirte disculpas. Por todo lo que pasó. Desde la discusión, hasta haber sido hipócritas contigo. Lo reconocemos —la castaña les hecha una rápida mirada a sus amigos, quienes la miran mientras asienten—. Todos aquí lo estamos.
Liam suelta un suspiro, y es que ahora lo sabe; las veces en las que juzgaba a Niall a sus espaldas, diciendo una y otra vez que no pertenecía a su mundo, cuando, la realidad, es que en ningún momento lo aceptó. Nunca le dio la oportunidad de presentarle algo nuevo, sin que tuviera miedo a lo que pasaría.
Ese fue su gran error, y la verdad es que está arrepentido.
—Fuimos idiotas, hipócritas y testarudos. Debimos entenderte en un inicio. No es fácil para ti estar en nuestro entorno, para ninguno de nosotros lo fue en un inicio. Y... de verdad, estamos arrepentidos.
—Sí, todo el mundo explotó en ese momento —dice Cara, quien no se atreve a mirar a Niall, así que se entretiene mucho observando la pared de la sala—. No debimos hacerlo. Más porque no había necesidad de ser así contigo.
— Te atacamos, y tú estabas tranquilo con nosotros. Ni siquiera nos gritaste hasta que te presionamos —Ashley le regala una de sus más sinceras sonrisas, aunque también se puede ver la vergüenza en esta—. Fuimos crueles contigo, y de verdad lo sentimos mucho.
