Capítulo 35: "El inicio de algo nuevo"

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Cuando Louis se mira frente al espejo, se ha dado cuenta de lo mucho que ha cambiado desde el inicio de clases hasta ahora, donde solo quedan tres semanas para regresar a la Universidad; su abdomen ya no está tan plana, unos pequeños rollitos salen de sus ajustados jeans, sus brazos también tienen un poco más de masa muscular, su pelo creció tanto que ahora necesita usar una banda para el cabello que hace que todo su rostro esté descubierto, no tanto que sus pómulos ya no se remarcan tanto como antes lo hacían, y cree saber la razón de aquello.

Desde hace un par de semanas que se ha quedado en la casa de Harry, donde Louis ha llevado un poco de su ropa y de sus pertenencias personales de manera sutil, poco a poco para que su buen amigo Brendan se dé una idea de que se va a mudar con Harry en cualquier momento, sabe lo sensible que es su mejor amigo, y aquella noticia tenía que dársela con la mayor sutileza posible. Y es que también ya van varios días en los que se ha quedado a dormir en aquella acogedora casa, por consecuencia, el rizado de ojos verdes ha estado cocinándole a sus horas debidas, provocando un aumento en su peso, aunque no se queja, sabe que últimamente no comía como debía. Demasiado ocupado con su trabajo y hacer los preparativos de la boda.

Está creciendo; ahora mismo está cumpliendo sus veintitrés años, y siente que fue solo un par de días y no todo un año desde su último cumpleaños, el cual aún recuerda como fue; su tío Charlie le había organizado una fiesta en el club gay donde trabaja y todos sus compañeros Drag Queens, quienes habían organizado un numero de baile exclusivamente para él y sus demás amigos. Fue el mejor cumpleaños de toda su vida; sus amigos, su tío Charlie y su novio estaban ahí, disfrutando de la buena música y el buen ambiente que se había formado gracias a todos los presentes esa noche. Se sentía dichoso.

Y recordando aquel momento mientras se mira en el espejo, se da cuenta de que la vida se le estaba yendo. Que esos buenos momentos, que este día, en algún momento de su vida solo sería un recuerdo, bueno o malo dependiendo de lo que pase, y quiere recordar todo lo que ha pasado en su día a día con dicha, con alegría y nostalgia, esperando a que esos momentos se repitan y que pasen por su mente para hacerle sonreír, disfrutar del recuerdo y no sufrir por una mala decisión, tal vez cuando ya esté viviendo con Harry, teniendo esos tres hijos que le ha prometido y ser el adulto que prometió ser; un buen soporte y ejemplo para su propia familia.

—¿Si te gusta el conjunto? —Louis escucha la voz de su esposo detrás de él, su mirada se dirige al reflejo de él en el espejo—. ¿O quieres algo más casual?

—No, no. Esto está perfecto —gira, quedando frente a Harry—. Digo, es solo mi cumpleaños. Aunque me ponga una bolsa de basura me tienen que aclamar.

Harry ríe, acercándose para acomodar el cuello de la camisa de Louis. —Actúa como si no supieras de la fiesta sorpresa, ¿de acuerdo?

—Bien. No quiero matarle las ilusiones a Brendan y a Shawn.

Ambos están en la habitación de Harry -muy pronto de ellos dos-, vistiéndose para la "fiesta sorpresa" de Louis, a pesar de que él desde un principio tuvo sospecha de una fiesta organizada por sus amigos. Él sabe leer perfectamente a las personas, sabe cuándo mienten o esconden algo, por esa misma razón nunca se ha sorprendido ante alguna noticia de gran importancia o algún regalo de por medio.

Nunca ha sido víctima de las sorpresas, y está seguro de que jamás lo será. Vamos, recuerda cuando su tío Charlie le llevaba a ver la sección de juguetes una semana antes de su cumpleaños y de navidad, y cuando le daba a conocer sus juguetes favoritos, casualmente esos amanecían debajo del árbol de navidad.

—Oye, ¿les diremos de la boda? —pregunta Louis, haciendo que Harry le mire directamente a los ojos—. Digo, creo que ya deberíamos decirles.

—Sí. Claro. Sería raro que de la noche a la mañana ya tengamos todos los preparativos de la boda y de la nada invitarlos —el rizado comenta, terminando de acomodar el cuello de la camisa de su esposo—. Se van a caer de culo. Ya sabes, somos demasiado jóvenes.

REVOLUCIÓN SEXUALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora