4. Recuerdos

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Editado.

Solté un chillido bastante agudo y aparté mi mano con rapidez, seguidamente empecé a agitarla con fuerza de arriba a abajo, ¡mala idea, muy mala idea!

Jackson no pudo contenerse y empezó a reír como nunca, su risa era tan escandalosa y exagerada que apuesto se escuchaba en toda la cuadra, lo que más me molestaba era que se estaba burlando de mí. Oh mejor dicho, de mi torpeza.

Luego de unos segundos más se detuvo, se sentó a mi lado e intentó controlar la rapidez de su respiración, aclaró su garganta recuperando su postura y me miró con gracia, y juro que si mi expresión no hubiese sido seria y enojada por todo el rato, este chico se echa a reír sin problema alguno nuevamente.

—A ver, tonta, ¿Quién te dijo que ahí se meten los dedos? —Preguntó burlón, mordí el interior de mi mejilla para no soltarle todos los insultos que quería en ese mismo instante. Además, me sentía algo chueca después del corrientazo que me había ganado por su culpa—Vamos no te enojes conmigo, en verdad fue gracioso—Lo miré por unos segundos con el ceño fruncido

—¡Si me hubiese hecho chicharrón por tu culpa no te estarías riendo!—Espeté aún sintiendo mis mejillas arder y mis manos sudar frío

—Anda ternurita, no seas tan exagerada. No te ibas a morir por eso—Dice con un tono tranquilo buscando que lo mire, parece que quisiera domar a un animal salvaje. Aunque en este momento, también me compararía yo misma con uno

Aunque cuando repaso sus palabras, me fijo en una cosa, ¿¡Cómo mierda me llamó!?

—¿Cómo me dijiste?—pregunté alzando una ceja con indignación, necesito que me lo repita en la cara a ver si tiene los santos cojones. Apreté mi mano en un puño mientras no dejaba de mirarlo amenazante

Sonríe con arrogancia y toma aire—Ter-nu-ri-ta—Deletrea cada silbaba lentamente como una madre lo hace con su hijo cuando lo está enseñando a leer—¿Ahora si me escuchaste?

Mi cara debe ser todo un poema, ¿es enserio? ¿¡Ternurita!?—¿¡Pero por qué!?—Protesté pasando una mano por mi cabello exasperada y cruzando los brazos, quería tirarme en la cama y hacer un gran berrinche hasta que se retractara. Esto debe ser una broma, y una muy mala.

—¿No lo sabes?—Preguntó enarcando una ceja en alto con diversión, yo me limitó a fruncir el ceño para que continúe, él sonríe—¡Te vez jodidamente tierna cuando estas enojada! Mírate en el espejo, anda—Rodé los ojos y solté un "Ajá" irónico invitándolo a continuar con su explicación sobre mi nuevo "Apodo"—Tus mejillas se hacen rojas al instante y es imposible tomarte enserio con esa carita de niña buena enojada, hasta parece que vas a llorar como un bebé—Niega lentamente mirándome de arriba a abajo—Bueno, buena no eres, pero si lo estás, no te preocupes—Informa con descaro.

Solté una risa nasal y le propiné un leve golpe en el hombro con vergüenza ¿de verdad piensa contentarme con el piropo más tonto?, porque si esa era su idea, déjenme decirles que funcionó, puesto que una pequeña sonrisa adornó mis labios en ese instante. Era un idiota

Después de unos segundos solté un suspiro exagerado y me deshice de toda la tensión que tenía hace un momento, lo miré y solté una leve risita dándole a entender que lo logró, joder logro sacarme una sonrisa con sus tonterías, él también me sonríe triunfante

—Oye... Al fin y al cabo—Rompe el silencio cambiando de tema, yo fijo mi mirada en él—¿Y el cargador?—Pregunta recordándome el porqué se supone que estaba en la habitación, recordándome porque estaba tan cabreada.

Te Recordaré |Venganza Y Avaricia: Dos Cosas Que No Deben Juntarse| (LIBRO 1)Where stories live. Discover now