21.La Oscura Verdad Del Pasado

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Solo escuchaba sus gritos de dolor por cada golpe que le propinaba...

Luego de haberme desmayado por falta de aire este imbécil intentó escaparse, olvidándose que habían guardias afuera, ahora yo solo le estoy dando su merecido. De sus fosas nasales se desprenden pequeños hilos de sangre, tiene un moretón en el ojo y apuesto que mucho dolor en el pecho, de tanto que lo e pateado ¿y qué puede hacer él?, nada.

Empezó a toser, de seguro le falta el aire, escuché un "señor, creo que ya es suficiente" a mis espaldas, sonreí y asentí, pero antes de que se lo llevaran a la enfermería para que descansara los detuve

—Recuerda que no es tu vida la que importa aquí...—Susurré para luego tomar la cámara de la pequeña mesa y sacarle una foto, la imagen salió poco después—Llevenselo—Ordené secamente mientras caminaba fuera del lugar


Kristal Derricks

Luego de pasar aquel momento bastante incomodo para mí no fuimos hasta la sala a ver un poco de televisión, como era de esperarse mientras pasábamos los canales nos encontramos con los noticieros, que aun estaban con la esperanza de que saliéramos a dar declaraciones. Que ilusos

—¿En verdad esa gente no se aburre?—Cuestioné rodando los ojos mientras jugaba con Apolo—Son demasiado entrometidos, odiosos, son..

—Son reporteros, es su trabajo—Dijo Jack encogiéndose de hombros, yo suspiré y asentí, bueno, tenía razón como siempre—¡Yo también quiero que me hagas mimos!—Se quejó en un tono receloso

—Deja de ser tan infantil, Apolo es un bebé que necesita mucho amor—Mencioné con una sonrisa mientras continuaba acariciando su cabeza y orejas—Mira lo relajado que esta—Murmuré con ternura

—Si hubiese sabido que si se llevaban bien me ibas a cambiar—Refunfuñó mientras continuaba cambiando los canales, yo reí y le di un pequeño golpe con el codo

—Ya hombre, pronto será tu turno—Susurré suspirando y recostándome de su brazo con una sonrisa leve—Te quiero—Dije de pronto al momento de cerrar mis ojos, y en verdad lo quiero, lo quiero porque a pesar de todos los problemas él siempre a estado junto a mí, apoyándome en todo momento

—Yo también te quiero—Contestó dejando un pequeño beso en la frente—En fin, deja de ser tan empalagosa, iré a darme una ducha—Lo miré de reojo alzando una ceja

—Que corta nota eres—Bufé quitándome de su brazo—Pero sí, te vendría bien darte un baño, un buen baño—Bromeé enderezándome y haciendo una mueca de asco—Apestas

—Eso no fue lo que escuché hace un rato—Canturreó levantándose y estirándose con una sonrisa ladina

Mis mejillas rápidamente se tornaron de un color carmesí—¡Idiota!—Gruñí dándole pequeñas patadas haciéndolo reír—Ya te dije que no es lo que parece—Le recordé desviando la mirada con vergüenza

—Ajá—Murmuró restandole importancia, se acercó y acarició levemente a Apolo—Cuídala muchacho—Pidió haciendo que lo mirara indignada

—¿No debería de ser al revés?

—Créeme, sabe defenderse mejor que tú

—Auch—Me quejé de manera irónica para luego empujarlo—Ya, vete, vete!—Pedí riendo, poco después ya solo estábamos Apolo y yo en aquella sala gigantesca

—Veamos caricaturas—Dije con diversión mientras tomaba el control de la tele y empezara a cambiar con rapidez. La noche empezaba a caer poco a poco y yo seguía sin encontrar nada—¡Joder!, ¿cúantos canales tiene esto?—Me pregunté frustrada, solo se que ya iba por el 123 y subiendo, gruñí por lo bajo continuando. Apolo ya se había acostado en el sillón a mi lado, ya que me movía mucho por la desesperación de encontrar algo para entretenerme

Te Recordaré |Venganza Y Avaricia: Dos Cosas Que No Deben Juntarse| (LIBRO 1)Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum