— ¿Quién asegura que ese hijo es mío? — la noticia me había caído como balde de agua fría, ese hijo no podía ser mío debido a que estuve pocas veces con Haerin, ese hijo no era mío.
— Es tuyo, no he estado con nadie más que contigo— la mire mal.
Pensé las palabras correctas para decirle, si era mío me haría cargo pero no regresaría con ella. Le daría mensualidad para los gastos de el niño y vendría a visitarlo cuando tenga libre. Si era mío sería un buen padre pero eso no significaba que volvería con Haerin.
— Quiero una prueba de ADN
Tanteo unos minutos y después asíntio.
— ¿Cuántos meses llevas?
— Apenas dos.... Me enteré el martes pasado.
— Necesito una prueba de ADN estoy seguro que ese no es mi hijo.
Salí molesto de la casa y fui directo a la casa de mi novia, con este ya era una semana que no la había visto y tampoco me contestaba los mensajes.
Toque el timbre y nadie daba señales de vida. Volví a hacerlo como unas dos o tres veces más, nada. Estaba apunto de irme cuando ví a Félix abrir la puerta.
— Oh, hola Hyunjin — saludo, le devolví el saludo y pregunte por Gi — debe estar adentro. No la he visto en dos días.
Abrí los ojos como platos, como que no la había visto en días.
— ¿Días?
— Si, ha salido a trabajar muy temprano y no la veo muy seguido, hoy es su día libre a lo mejor está dentro.
Asentí y me dirigí a su habitación, las luces estaban apagadas. Todo estaba a oscuras la única luz que pude ver fue la de su teléfono.
Me acerque a ella, pase mis brazos por su cintura y deje un casto beso en su cabeza.
Bloqueo su celular y se tapó más con las sabanas.
— Perdón. — dije. Ignoro mi comentario y seguí hablando. — perdón por siempre ocultarte las cosas, estoy dispuesto a decirte toda la verdad, bueno lo que no sepas de mi durante estos últimos años.
Dió un largo suspiro, hizo a un lado las sábanas y me miró con el celo fruncido, su cara estaba roja, tenía los ojos hinchados y su nariz estaba rojita, no pude evitar sonreir todo ese estilo me parecía tierno al tener la nariz roja parecía Rodolfo El reno. Estire mis brazos la tome de la cintura y bese cortamente sus labios.
— Di lo que tengas que decir, soy todo oídos.
Trague duro y hablé.
— Haerin me había llamado el día que estábamos en la playa tu y yo — asintió, a lo mejor y vio el contacto que me llamo — ese día me dió una noticia que no me agrado mucho, más bien llamo para hablar de algo de suma importancia. El día que fui a su casa ella — trague en seco y la mire a los ojos. Estos ya se estaban llenando de lágrimas — me entrego una prueba de embarazo, el resultado era positivo. No le creí porque esas pruebas no son de fiar. Ayer fuimos a un ginecólogo, le hicieron exámenes de sangre y en verdad está embarazada.
Hizo que soltará el agarre que tenía hecho en su cintura, se paró de la cama y comenzó a caminar de un lado a otro, pude ver cómo una que otra lágrimas caían de sus ojos.
— Déjame sola
— Amor, déjame explicarte, lo más probable es que ese hijo no sea mío. Me divorcie de ella hace cinco meses, y me dijo que se enteró que estaba embarazada el martes pasado.
— Sabes que esa mujer puede hacer todo lo posible para separarnos — la abrace con fuerza.
— Le pedí un examen de ADN, yo mismo iré a hacérmelo personalmente apenas nazca el bebé. Nadie nos podrá separar porque nuestro amor es más grande que todo.
— Júralo — hizo un puchero
— Lo juro, princesa — besé lentamente sus labios.
Dai-n.
