El Albatros y El Principio del Final (Erkenci Kuş FanFic)

CAPÍTULO 14

No sé exactamente qué imagen debemos dar Sanem y yo en este momento, solo sé que los rostros de nuestros hermanos mutan de risueños a preocupados en apenas un segundo. Leyla es la primera en reaccionar abalanzándose sobre la puerta que separa ambos despachos.

-¡Sanem, Can! ¿Qué ha pasado?

Los ojos azules de mi cuñada se quedan unos segundos de más parados sobre mí, una cierta duda brillando en ellos. No puedo culparla, pero me molesta un poco. Emre, que ha entrado un momento después de ella, se da cuenta del intercambio y decide intervenir.

-Canım deja que se expliquen. ¿Tamam?

Le dice a su mujer, mientras le abraza la cintura desde atrás. Le lanzo una mirada agradecida a mi hermano mientras beso la coronilla de Sanem, cuyos sollozos se han calmado ligeramente ante la presencia de su hermana y mi hermano.

-Bulkan ha estado aquí. Por lo visto consiguió más información mientras estuve amnésico y ha estado esperando a que recuperase la memoria para venir a hablar conmigo.

Los ojos de Emre se abren de golpe por la sorpresa.

-¿Y como se ha enterado de lo de tu amnesia? No es algo que hiciéramos público.

Vuelvo a besar el pelo de Sanem, el gesto parece haberla calmado hace un momento, antes de responder.

-Por lo visto ha conseguido un informante dentro del hospital, así lo ha sabido. Entre otras cosas.

Es el turno de Leyla para unirse a la conversación.

-Primero de todo, ¿Quién es Bulkan? ¿Y entre otras cosas? ¿De qué más se ha enterado?

Parece que Emre es bueno guardando secretos, cuando le interesa.

-Veras, Leyla. Bulkan es el detective privado que Remide teyze contrató para encontrarme. Más tarde yo hice lo mismo. Pretendía conseguir información para demostrarle a Sanem que yo no había quemado su cuaderno aquella maldita noche. Esa parte no fue posible. Pero Bulkan sí que encontró cierta información interesante sobre Yiğit y continuó investigando. La primera de ellas era que la editorial parecía solo funcionar para el libro de Sanem. Cosa que no es buena para el negocio.

Leyla se muestra incómoda ante esta declaración. Poco después de que Sanem dejara la Agencia ella también lo hizo y comenzó a trabajar como contable de la editorial.

-Fue uno de los motivos por los que dejé de trabajar para Yiğit, no parecía interesado en buscar nuevos autores, ni en generar más oportunidades comerciales más allá del libro de Sanem. Él lo achacaba a que la rehabilitación de robaba mucha energía.

-¡Bravo Yiğit! No perdía momento para hacerse la víctima.

Si Sanem no estuviera entre mis brazos, me levantaría y aplaudiría ante la desfachatez del tipo. No me extraña que todos me odiasen.

-¡Casi le dejas inválido Can! No creo que eso sea victimismo.

La respuesta de Leyla suena ligeramente airada. Quiero responderle, pero Sanem se adelanta, levanta su rostro de mi pecho para gritarle a su hermana.

-¡No vuelvas a repetir semejante acusación contra Can, Leyla! ¡Yiğit nos engañó a todos!

Las palabras le salen llenas de una rabia que, hasta hace poco, solía ir dirigida hacia mí. Me alegro de que el destinatario haya cambiado. Eso sí las caras de Leyla y Emre son un poema.

-¿De qué está hablando Sanem, abi?

Vuelvo a ceñir mis brazos sobre mi chica, el estallido de hace un segundo la ha dejado temblorosa de nuevo.